El ¨¦xito de una predicci¨®n
El autor glosa la figura de Enrique Fuentes Quintana, recientemente fallecido, como primer reformador del sistema financiero espa?ol y su apuesta decidida por las cajas de ahorros
En los primeros a?os de la d¨¦cada de los setenta, el sistema financiero espa?ol se encontraba a¨²n fuertemente intervenido. Los t¨ªmidos intentos de introducir ciertas dosis de libertad se revelaron marcadamente insuficientes, sobre todo porque dejaba fuera de consideraci¨®n a la parte del sistema que hubiera podido dar m¨¢s juego en intensificaci¨®n de la competencia y en la introducci¨®n del esp¨ªritu del mercado: las cajas de ahorros.
Don Enrique Fuentes accede en julio de 1977 a la vicepresidencia econ¨®mica del Gobierno y al Ministerio de Econom¨ªa en el primer Gobierno de la democracia. Todo el mundo conoce y celebra su tarea de modernizaci¨®n plasmada en los Pactos de la Moncloa. Pero, en ese contexto de cambio, las cajas de ahorros espa?olas no pueden olvidar el impulso decisivo que recibieron a trav¨¦s del RD 2290/1977 en el que se liberaliza su operatoria -hasta ese momento fuertemente limitada-, se reducen sus inversiones obligatorias y se introducen nuevos criterios de formaci¨®n de sus ¨®rganos rectores, sustituyendo el antiguo mecanismo de cooptaci¨®n por un sistema m¨¢s democr¨¢tico que ampliaba equilibradamente el campo de intereses representados en los ¨®rganos decisorios de las cajas de ahorros.
El fondo de la reforma era la necesidad de un sistema financiero libre y competitivo
Su predicci¨®n tuvo un indiscutible ¨¦xito. Su apuesta por las cajas de ahorros fue certera
Cuando Enrique Fuentes Quintana y su equipo -entre los que, en este aspecto, hay que destacar a Manuel Lagares- abordan esta reforma en profundidad, del sistema financiero en general, y de las cajas de ahorros en particular, cabe poca duda de que lo hac¨ªan con conocimiento de causa. Fue Luis Coronel de Palma quien tuvo el acierto de incorporar a Enrique Fuentes a la CECA, donde entre julio de 1976 y junio de 1977 dirigi¨® el Departamento de Estudios y Programaci¨®n. Bajo la experta mano de don Enrique, un n¨²cleo de profesionales de contrastada val¨ªa realizaron un detenido an¨¢lisis de la econom¨ªa espa?ola, de su sistema financiero y de las cajas de ahorros a la luz de su trayectoria hist¨®rica, de las necesidades futuras y de su contexto internacional. Cuando se hace cargo del ministerio, Enrique Fuentes cuenta con toda esta carga de investigaci¨®n y la directa percepci¨®n del clamor un¨¢nime de las propias entidades que en las diferentes asambleas celebradas en la CECA solicitaban, una y otra vez, de la autoridad, mayores cotas de libertad.
La reforma de las cajas de ahorros que el decreto Fuentes Quintana aport¨® constituye el punto de partida de la espectacular evoluci¨®n de estas entidades en los a?os posteriores, hasta alcanzar su actual situaci¨®n en que, como es bien sabido, representan la primera fuerza del sistema bancario espa?ol.
En una solemne ocasi¨®n, con motivo de su intervenci¨®n en 1995 ante SS MM los Reyes en la inauguraci¨®n del actual edificio de la CECA, se preguntaba el profesor: "?Qu¨¦ fuerzas han impulsado el desarrollo incomparable y sorprendente de las cajas de ahorros espa?olas en el siglo y medio vencido que va del Jerez de 1834 de Villacreces y del Madrid de Mesonero Romanos de 1838 hasta la actualidad?". La respuesta la ofreci¨® ¨¦l mismo con toda claridad. Detr¨¢s de esa gran vitalidad y desarrollo de las cajas de ahorros est¨¢ el reconocimiento de dos libertades b¨¢sicas: la libertad operativa y la libertad de elegir responsablemente, y con sentido de anticipaci¨®n, el destino de sus excedentes, devolviendo a la sociedad los beneficios a trav¨¦s de la Obra Social. Una libertad que no se logr¨® con plenitud hasta su reforma de 1977.
El fondo de la reforma era obviamente la insoslayable necesidad de disponer de un sistema financiero libre y competitivo adecuado para las exigencias del crecimiento econ¨®mico que se trataba de impulsar.
Tras la reforma no anidaba empe?o alguno de otorgar ventajas particulares a las cajas de ahorros. Se trataba de equilibrar, con justicia, el terreno de juego de la competencia.
Pero es justo reconocer que, a diferencia de otros reformadores, dentro y fuera de Espa?a, Enrique Fuentes Quintana crey¨® siempre en el modelo de las cajas de ahorros. Siempre entendi¨® que ten¨ªan un papel que jugar en el sistema financiero: evitar la exclusi¨®n, impedir intereses abusivos derivados de la falta de competencia y contribuir al bienestar de la sociedad. No participaba de la idea reduccionista que Charles Gide acert¨® a expresar como el triste destino de ser "huchas perfeccionadas". Hizo una predicci¨®n que, en su momento, comportaba indudables riesgos: que las cajas de ahorros, al amparo de la libertad y de la competencia, se desarrollar¨ªan con intensidad sorteando, como lo hab¨ªan hecho en el pasado, las dificultades que pudieran encontrar.
Afortunadamente para todos, a su regreso a la CECA y, en concreto, a la direcci¨®n de la entonces Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (hoy Funcas), don Enrique Fuentes nos ha continuado premiando, hasta su jubilaci¨®n en 1995, con sus estudios y publicaciones, con sus opiniones certeras, y con su asistencia y consejo.
Ante el reciente fallecimiento del profesor Fuentes, y precisamente en este a?o que se cumple el 30? aniversario del RD 2290, las cajas de ahorros espa?olas no podemos dejar de manifestar nuestro dolor por tan valiosa p¨¦rdida, a la vez que el reconocimiento expreso de una eterna deuda de gratitud, porque la modernizaci¨®n que Enrique Fuentes Quintana introdujo en las cajas de ahorros fue la base de su expansi¨®n, sin perder su inescindible naturaleza social. Su predicci¨®n tuvo un indiscutible ¨¦xito. Su apuesta por las cajas de ahorros fue certera.
Juan R. Quint¨¢s Seoane es presidente-director general de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros.
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