Somos 45 millones

El crecimiento de la econom¨ªa espa?ola tiene un reflejo directo en el constante aumento demogr¨¢fico que vive el pa¨ªs. Y eso, desde cualquier perspectiva, es positivo. Espa?a es un pa¨ªs cada vez m¨¢s viejo, debido al estancamiento del ¨ªndice de natalidad, y s¨®lo la llegada de extranjeros modifica algo esa tendencia. En apenas 10 a?os la poblaci¨®n ha aumentado en cinco millones, el mayor crecimiento dentro de la Uni¨®n Europea. Los datos provisionales del padr¨®n, que acaba de hacer p¨²blicos el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), indican que a 1 de enero de 2007 eran ya m¨¢s de 45,1 millones las personas que resid¨ªan en el territorio nacional, de los cuales casi cinco millones son extranjeros -m¨¢s de la mitad, extracomunitarios-, es decir, cerca del 10% de la poblaci¨®n total.

La radiograf¨ªa migratoria no ha cambiado sustancialmente durante el pasado a?o. En cualquier caso, hay algunos elementos interesantes que merecen ser rese?ados. De entrada, que el crecimiento demogr¨¢fico ha sido algo inferior al de 2005, pero bastante m¨¢s ordenado tras el proceso de regularizaci¨®n de ilegales. Y adem¨¢s, por vez primera la UE desplaza a Am¨¦rica Latina como lugar de procedencia gracias a que el n¨²mero de rumanos y b¨²lgaros ha aumentado m¨¢s que los extranjeros de otros pa¨ªses.

Los rumanos, que al igual que los b¨²lgaros ya no son catalogados como extracomunitarios desde su entrada en la Uni¨®n el pasado 1 de enero, se encuentran muy pr¨®ximos a desplazar a los marroqu¨ªes como mayor comunidad extranjera: 524.995 los primeros frente a 576.334 los segundos. El flujo de latinoamericanos parece, por el contrario, estancado, sobre todo a ra¨ªz de la obligatoriedad de presentar visado de entrada en conformidad con la norma comunitaria europea. La poblaci¨®n considerada como ilegal se calcula en unas 400.000 personas. Antes del proceso de regularizaci¨®n de 2005 ¨¦sta se estimaba en m¨¢s de un mill¨®n y medio.

No parece que Espa?a haya tocado techo en la capacidad de absorci¨®n de mano de obra extranjera, afirman empresarios, sindicatos y expertos. La llegada de inmigrantes garantiza el desarrollo econ¨®mico, aunque sobre un modelo de baja productividad, as¨ª como el futuro del sistema de pensiones. Es previsible que la tendencia contin¨²e, pero requerir¨¢ controles m¨¢s ordenados y contratos laborales previos. El gran reto ser¨¢ saber qu¨¦ suceder¨¢ cuando se entre en etapas econ¨®micas de no tanta bonanza.