Mudanza forzosa en El Cabanyal
El Ayuntamiento de Valencia acelera con expropiaciones el plan de Blasco Ib¨¢?ez en una calle de gente mayor de pensi¨®n baja
Se vende piso de 76 metros cuadrados por 216.000 euros. Zona, El Cabanyal. "?Ocasi¨®n!", aseguran el cartel de otra ganga de 65 metros cuadrados en el mismo barrio por 157.000 euros. Ninguno de los dos est¨¢ en la calle de San Pedro, donde ahora mismo est¨¢n los pisos m¨¢s baratos a espaldas del glamour de la Copa del Am¨¦rica. Un ejemplo: a Consuelo Serrano, de 85 a?os, s¨®lo le ofrecen 56.600 euros por dos viviendas unidas con salida a dos calles y que suman hermosos 150 metros cuadrados. Lo malo es que no puede elegir comprador ni ha puesto el precio. Le han notificado que la expropian. Quiera vender o no, quieren que deje su casa, en la que ha criado a sus dos hijos. "Lo lleva muy mal, est¨¢ acostumbrada a su planta baja y a su corral con plantas", cuenta uno de sus hijos, Antonio Juli, de 58 a?os, que acaba de consultar su caso en las oficinas de Cabanyal 2010, la sociedad del Ayuntamiento de Valencia y empresas de la construcci¨®n que ha puesto en marcha la expropiaci¨®n de 136 fincas que dan a las calles de San Pedro y de Luis Despuig. Medio kil¨®metro en el que se abrir¨¢n paso las m¨¢quinas en oto?o para construir un amplio bulevar. En un barrio de calles estrechas y casas bajas que son el testigo de un pasado marinero y del modernismo popular.
"Si nos echan, ya me dir¨¢ qu¨¦ hacemos. ?Para qu¨¦ quieren hacer una calle?"
La v¨ªa cruzar¨¢ perpendicularmente la futura prolongaci¨®n de la avenida de Blasco Ib¨¢?ez, en la que se empe?a desde 1999 la alcaldesa, Rita Barber¨¢, del PP. Renovada la mayor¨ªa absoluta, ha pisado el acelerador del plan de El Cabanyal, a medio a?o del pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre la prolongaci¨®n, que mantiene recurrida Salvem El Cabanyal.
"La calle de San Pedro era fant¨¢stica. En verano sal¨ªamos con la sillita a cenar, y de una mesa cog¨ªas un trozo de tortilla y de otra, unas cl¨®chinas", recuerda con nostalgia Antonio. El panorama ha cambiado mucho. La degradaci¨®n urbana y la marginaci¨®n se han apoderado de muchas calles de El Cabanyal, del que durante a?os han pasado de largo las inversiones. Muchos vecinos en este entramado reticular y Salvem El Cabanyal acusan al gobierno local de permitir y hasta apoyar la ruina del barrio para imponer su plan, que prev¨¦ una rehabilitaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la prolongaci¨®n apenas iniciada en estos a?os. El PP rechaza las acusaciones, recuerda que ha ganado las elecciones en el barrio y promete una y otra vez la ansiada recuperaci¨®n. "Al final, ?c¨®mo no se va a ir la gente?", reflexiona Antonio sobre la larga espera. En la calle de San Pedro se alternan casas cuidadas con otras cerradas y en un estado lamentable e insalubre. Algunas han sido ocupadas por familias gitanas que cocinan en la acera y enganchan la luz de donde pueden. Otras las ha comprado Cabanyal 2010, que ha salpicado la v¨ªa de solares. "Hay que estar aqu¨ª para saber lo que es esto. Han desaparecido los negocios y la gente joven", denuncia Rosendo Vilchez, partidario de los derribos aunque tocara a su casa. Su carpinter¨ªa est¨¢ en la acera que no ser¨¢ expropiada.
A pesar de todo, Consuelo Serrano no quiere marcharse. Su hijo medita sobre la oferta de Cabanyal 2010 de comprarle una vivienda protegida (VPO) de la sociedad, a la que tiene acceso por vivir en San Pedro desde antes de aprobarse el plan en 1999. Con el dinero de la expropiaci¨®n, que a juicio de Antonio est¨¢ como m¨ªnimo tres veces por debajo del mercado, no alcanza ni para la VPO de 53 metros cuadrados que propone la sociedad. Tendr¨ªan que coger una hipoteca. Aceptar o esperar a los tribunales, "un filo de dos hojas, acertar o no acertar".
Sebastiana Salmer¨®n, de 75 a?os, y Rosa Pastor, de 70, vecinas desde hace d¨¦cadas, viven en un edificio en buen estado y con el portal impoluto. Sebastiana muestra encantada su coqueto piso de unos 60 metros cuadrados. Decorado con mimo, desde que es viuda la acompa?an las fotos familiares -tiene tres hijos- y la arropan sus vecinas. La notificaci¨®n de la expropiaci¨®n fija en 38.600 euros el precio de su casa, cuando en la acera de enfrente, que seguir¨¢ en pie y ser¨¢ una de las fachadas desconchadas del bulevar, piden por un piso 180.000 euros. "Dejar esto, con lo poco que me queda...", se lamenta Sebastiana, que se apa?a con una pensi¨®n de 499 euros y no ve posibilidad de comprar una VPO municipal. "?C¨®mo se van a hacer cargo mis hijos de la hipoteca?", protesta. Rosa tampoco quiere moverse: "Si nos sacan de aqu¨ª nos matan". Ella y su marido luchar¨¢n contra la expropiaci¨®n. Tienen dos pisos en el edificio por los que cobrar¨ªan 13 millones de las antiguas pesetas. Muy poco dinero, y a estas alturas pensar en otra hipoteca... "Han dejado que la calle se vuelva marginal", protesta Rosa.
Como otros afectados, no entiende la urgencia de abrir a su costa un bulevar "que sale de una medianera y acaba en ning¨²n sitio", critica Faustino Villora, portavoz de Salvem El Cabanyal, que ha puesto en marcha una oficina de informaci¨®n para defender a los vecinos, y cuya familia est¨¢ afectada. "Si nos echan, ya me dir¨¢ qu¨¦ hacemos. ?Para qu¨¦ quieren hacer una calle?", pregunta entre l¨¢grimas Amparo Mart¨ªnez, de 80 a?os. A su lado, Jos¨¦ Tello, de 81 a?os, su marido, en silla de ruedas en un edificio sin ascensor: "Nunca ha venido el Ayuntamiento para bajarlo un ratito y yo apenas puedo caminar". Amparo est¨¢ angustiada. Una mudanza forzosa a su edad, con un marido enfermo... No quiere ni pensarlo.
Pedro Anrubia tambi¨¦n es octogenario y del barrio "de toda la vida". Y, como la mayor¨ªa, con una pensi¨®n baja. "No hay nada que hablar, si me tiran, que me den un piso", afirma. Este vecino tiene derecho a comprar una VPO de Cabanyal 2010 -que tambi¨¦n da vivienda en alquiler barato como alternativa-, pero Dj. B., argelino de 27 a?os, no cuenta con esa posibilidad. Adquiri¨® su casa en 2002, aprobado ya el plan, y parad¨®jicamente "con una subvenci¨®n de la Generalitat". A este electricista que a¨²n est¨¢ pagando sus cuatro paredes le dan 46.000 euros por casi 68 metros cuadrados. En el mercado libre, no llegar¨¢ lejos. El Ayuntamiento, que afirma que ha comprado o tiene acuerdos de un tercio de las casas, asegura que se estudiar¨¢ "caso por caso", que nadie se quedar¨¢ en la calle. Pero Manuel Moreno sigue preocupado por su hijo, "con dos chiquillas" y problemas de salud. "No s¨¦ qu¨¦ har¨¢", dice.
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