La ¨²ltima final

No m¨¢s de cien kil¨®metros separan el Camp Nou del Nou Estadi de Tarragona, donde hoy el Barcelona y el N¨¤stic echan el cierre a la temporada, con el t¨ªtulo en juego. Un desplazamiento c¨®modo que ofrec¨ªa muchas alternativas de viaje. Frank Rijkaard decidi¨® que los 19 convocados -s¨®lo son baja los lesionados Edmilson, Sylvinho y Gudjohnsen- pasaran la noche de ayer en un balneario de El Vendrell, junto a la playa de Sant Salvador, donde quedaron concentrados. El t¨¦cnico le ha dado al partido el tratamiento de una final. "Y es que es una final", certific¨® Puyol, capit¨¢n del Barcelona. As¨ª lo interpreta tambi¨¦n el equipo al completo. "Para nosotros es una final que tenemos que ganar", expuso Iniesta. "No podemos fallar; si no ganamos, no tenemos opci¨®n". El problema es que la final de esta noche tiene trampa. "Aunque estamos muy motivados, no dependemos de nosotros. Necesitamos que el Mallorca punt¨²e en Madrid", precis¨® Puyol. "Y, sobre todo, ganar nosotros, porque de lo contrario no hay alternativa. No somos los favoritos".

"Estamos muy motivados, pero no somos los favoritos", anuncia el capit¨¢n Puyol

Ocurre, adem¨¢s, que la palabra final no genera muy buenas sensaciones en el Camp Nou desde el pasado verano. A golpe de derrotas se ha esfumado incluso el recuerdo del triunfo en Par¨ªs, sede de la final de la Copa de Europa ganada al Arsenal, porque la temporada que hoy acaba ha estado trufada de resultados adversos en partidos sin retorno. "Lucharemos por siete t¨ªtulos", anunci¨® el presidente azulgrana, Joan Laporta, durante la disputa de la Supercopa espa?ola. "El a?o puede ser hist¨®rico".

Jugada a doble partido, entre Montju?c (0-1) y el Camp Nou (3-0), la victoria frente al campe¨®n de Copa, el Espanyol, dispar¨® la euforia entre el barcelonismo, igualmente satisfecho por la goleada endosada al Bayern M¨²nich en el Gamper. El secretario t¨¦cnico, Txiki Begiristain, fue de los pocos que se desmarcaron de la euforia y su opini¨®n fue premonitoria: "No me ha gustado el equipo. Vald¨¦s nos ha salvado de que el contrario se pusiera por delante en el marcador en los dos partidos".

Aunque Vald¨¦s sigui¨® parando, y mucho, el Bar?a no ha vuelto a ganar una final desde aquella noche del 20 de agosto de 2006, a excepci¨®n de la Copa Catalunya, tambi¨¦n conquistada al Espanyol. Al triunfo en la Supercopa espa?ola sigui¨® la p¨¦rdida de la Supercopa de Europa en M¨®naco ante el Sevilla, la derrota en la final de la Copa Catalunya del curso anterior con el Espanyol y, especialmente, el fracaso en la final del Mundial de clubes ante el Internacional de Porto Alegre. "La culpa es solo m¨ªa", se flagel¨® Rijkaard, contrariado por haber dado una jornada de descanso a sus jugadores despu¨¦s del triunfo en la semifinal contra el Am¨¦rica de M¨¦xico. "No se ha quitado de la cabeza aquella decisi¨®n", comentan desde el cuerpo t¨¦cnico azulgrana. "Tal vez por eso, ha concentrado al equipo ante el partido en Tarragona".

"No hay una raz¨®n que aclare por qu¨¦ hemos ido perdiendo un t¨ªtulo tras otro, salvo que hemos hecho mucho el bobo", se?ala Xavi, siempre autocr¨ªtico. "No pusimos los cinco sentidos, confiamos en nosotros excesivamente y se nos escap¨® el a?o".

"No puede pasar lo de la semana pasada, que falle el Madrid y tambi¨¦n lo hagamos nosotros", recuerda Puyol. Los t¨¦cnicos sosten¨ªan hasta esta temporada que el equipo agradec¨ªa la tensi¨®n y respond¨ªa en situaciones de m¨¢xima exigencia. La situaci¨®n, sin embargo, ha variado esta temporada porque el Bar?a fue igualmente eliminado de la Liga de Campeones por el Liverpool y de la Copa por el Getafe. ?nicamente se recuerda un partido bien resuelto en situaci¨®n de m¨¢ximo apuro, y fue el de Copa en Zaragoza, cuando Rijkaard recurri¨® a un 3-4-3. La actuaci¨®n azulgrana frente a los rivales m¨¢s cualificados de la Liga tampoco ha sido muy certera: no ha podido con el Madrid ni el Valencia, mientras que gan¨® al Sevilla en la ida y perdi¨® en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Frente a los equipos peor clasificados, en cambio, ha sido la mayor¨ªa de veces contundente, y en sus tres visitas a Tarragona en la d¨¦cada de los cuarenta suma dos victorias y un empate. El N¨¤stic, su rival de hoy, est¨¢ ya descendido. Los grana, sin embargo, han derrotado al Sevilla y Zaragoza en el Nou Estadi, empataron con el Valencia y le disputaron el triunfo al Madrid en Chamart¨ªn.

La din¨¢mica derrotista azulgrana contrasta, en cualquier caso, con su capacidad para saber manejarse en la ¨²ltima jornada de Liga desde la llegada de Cruyff al banquillo y la conquista de tres Ligas en el ¨²ltimo partido: dos coincidiendo con las derrotas del Madrid en Tenerife (1991-92, 1992-93) y otra con el penalti fallado por Djukic en A Coru?a (1993-94).

El recuerdo del dream team de Cruyff estimula al Barcelona de Rijkaard ante un partido que congregar¨¢ a 600 periodistas y 150 agentes, preocupados sobre todo por la posible presencia de Boixos Nois en el Nou Estadi, que previsiblemente registrar¨¢ una gran entrada. El N¨¤stic se despide de Primera y el Bar?a aspira a ser campe¨®n.