El des¨¢nimo reina en Ramala
Los enfrentamientos entre las principales facciones pol¨ªticas acaban con las esperanzas de crear un Estado palestino viable
"Est¨¢n locos los dos. ?Luchan por el poder? ?Qu¨¦ poder? Son dos hermanos de la misma madre. Y al final paga la gente de a pie". Las palabras encendidas de Mohamed reciben la aprobaci¨®n de los parroquianos que rodean su colorido puesto de frutas, en el mercado de Ramala. Una anciana regordeta, con la cabeza cubierta con un pa?uelo, interviene: "Yo nunca pens¨¦ que llegar¨ªa a ver a los palestinos mat¨¢ndose entre ellos de esa manera. Es muy doloroso". Asienten de nuevo los parroquianos. Las im¨¢genes de los crueles enfrentamientos desatados en Gaza entre Ham¨¢s y Al Fatah, los dos grupos dominantes de la pol¨ªtica palestina, han conmocionado a una poblaci¨®n curtida en el sufrimiento. No es s¨®lo el odio vertido. Ni siquiera los m¨¢s de cien muertos. Gaza y Cisjordania son hoy dos feudos enfrentados. El sue?o de tener un d¨ªa un Estado propio ha saltado en pedazos.
"Nunca pens¨¦ que ver¨ªa a los palestinos mat¨¢ndose entre ellos", dice una anciana
El bullicio reina en las calles de Ramala. Hasta la capital cisjordana llegan los s¨¢bados palestinos de todas partes, tambi¨¦n de Jerusal¨¦n, para hacer sus compras y pasar el d¨ªa.
Hileras de sombrillas multicolores protegen del sol los puestos de mercader¨ªa. Una marea humana inunda las calles, impregnadas del olor dulz¨®n del caf¨¦ con cardamomo. No faltan los vendedores de jarub, una bebida hecha con el fruto del algarrobo, con vistosos trajes rojos y unas enormes teteras doradas colgadas al hombro. Como en cualquier ciudad ¨¢rabe. Una ciudad ¨¢rabe empapelada, eso s¨ª, con carteles de milicianos de Al Fatah muertos o capturados por Israel en sus intervenciones "quir¨²rgicas".
Y es que mientras las tropas y los colonos israel¨ªes se retiraron de Gaza en 2005, Cisjordania, a 45 kil¨®metros de la franja, contin¨²a todav¨ªa ocupada. Parad¨®jicamente, la presencia del Ej¨¦rcito hebreo se ha convertido ahora en la principal salvaguarda de la Autoridad Nacional Palestina, que tiene su sede en Ramala. El presidente, Mahmud Abbas, y sus hombres de Al Fatah saben que las milicias islamistas de Ham¨¢s, del ahora ex primer ministro Ismail Haniya, no tienen ninguna posibilidad de intentar un golpe de mano como el que han dado en Gaza. Lo cual no quiere decir que Ham¨¢s, la rama palestina de los Hermanos Musulmanes, no goce de apoyo popular en estos territorios. En las elecciones legislativas de enero de 2006, los islamistas barrieron en ciudades como Hebr¨®n o Nablus. Ahora, sus diputados y milicianos se han escondido, temerosos de la venganza de Al Fatah.
Los incidentes son, de momento, aislados. Grupos armados irrumpieron ayer en la sede del Parlamento y en varios edificios ministeriales, controlados por Ham¨¢s, donde colocaron banderas de Al Fatah y lanzaron disparos al aire. Tambi¨¦n asaltaron las oficinas de Ismail Haniya, oficialmente destituido por Mahmud Abbas. En su lugar, el presidente ha nombrado al economista Salam Fayad al frente de un gabinete de crisis que, naturalmente, los islamistas, con Gaza bajo su control, no reconocen.
"El nuevo Gobierno de Fayad no va a funcionar. Es atizar el fuego, porque no va a contar con la oposici¨®n. El problema seguir¨¢ vivo en tanto no haya un acuerdo con Ham¨¢s", dice Atta Issa, sentado a la sombra de la mezquita de Al Bireh. Atta tiene 63 a?os, pero est¨¢ muy avejentado. Una enfermedad le ha paralizado el brazo izquierdo. Durante 37 a?os ense?¨® geograf¨ªa en una escuela del cercano campo de refugiados de Kalandia y ahora, jubilado y sin pensi¨®n, vive en Ramala de la ayuda de sus hijos. "Los dos, Ham¨¢s y Al Fatah, son responsables de lo que est¨¢ pasando. Los dos son iguales. Luchan por el poder. Nada m¨¢s". ?La soluci¨®n? Atta sonr¨ªe y agita la mano como si espantara una mosca. "Est¨¢ muy lejos. Ambas partes tienen sus apoyos, y reciben dinero y armas: Ham¨¢s, tiene a Siria y a Ir¨¢n. Fatah, a Estados Unidos. Son intereses geoestrat¨¦gicos que van m¨¢s all¨¢ de nosotros. Nosotros s¨®lo perdemos".
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