Suspense en el Atano

En el deporte, las primeras rondas de los torneos sirven para completar un cuadro, alargar el campeonato, dar oportunidades a los j¨®venes o permitir el lucimiento de los veteranos. Quienes empiezan desde abajo suelen acabar como carne de ca?¨®n de las figuras, reservadas para los cuartos de final, especialmente en la pelota, un deporte de castas demasiado definidas. Sin embargo, a veces surge una sorpresa en forma de meteoro, que engarza victoria tras victoria y deja un halo de admiraci¨®n tras cada comparecencia. Este a?o, ese papel le ha correspondido a Abel Barriola.

Te¨®ricamente, el de Leitza poco tiene que demostrar: fue campe¨®n del Manomanista en 2002 y siempre ha descollado en competiciones como el Cuatro y Medio. Pese a ello, su presente parec¨ªa m¨¢s tenebroso que su pasado. Tras innumerables lesiones, especialmente el mal de manos que atacaba su diestra, Barriola no consegu¨ªa recuperar el nivel que se le esperaba. Hasta ahora. Desde que comenz¨® la competici¨®n, en abril frente a Galarza V, no ha dejado de sorprender por su potencia, seguridad y buen manejo de los partidos. Mart¨ªnez de Irujo y Xala, por ejemplo, a¨²n se aprietan los tacos de rabia cuando piensan en la fulminante capacidad del zaguero que, cuando se encuentra en los cuadros alegres, podr¨ªa pasar como un delantero rematador.

Desde que comenz¨® la competici¨®n en abril, Barriola no ha dejado de sorprender

Hoy (18.00, Atano III, ETB-1), Aimar Olaizola ser¨¢ el encargado de medir esa sorprendete recuperaci¨®n. Y es que el de Goizueta parece abocado a llegar a las finales. De los ¨²ltimos cinco manomanistas, ha participado en cuatro finales, aunque s¨®lo logr¨® una txapela tras batir a Mart¨ªnez de Irujo en 2005. Olaizola II apenas ha comparecido en dos ocasiones en este campeonato: contra Patxi Ruiz, donde pudo haber perdido de no ser por un atxiki injusto que se?alaron al estell¨¦s y que le sac¨® fuera del partido, y, ya en semifinales, contra Gonz¨¢lez, en el que el de Goizueta por fin exhibi¨® su juego.

Su brazo diestro est¨¢ tambi¨¦n bajo vigilancia, m¨¢s de los pelotazales que de los galenos, quienes lo dan por recuperado tras una lesi¨®n grave hace cuatro a?os. Pese al convencimiento de Olaizola, los cr¨ªticos del delantero navarro no ven la misma potencia ni la chispa de antes. Sus rivales, sin embargo, siguen apretando los dientes para sujetar sus latigazos cargados de plomo, si bien con menor brillo que anta?o. Lo que nadie puede poner en duda es su profesionalidad.

Las dos caras que ha exhibido en cuartos y semifinales dan mucho que pensar. Esa irregularidad frente al paso firme de Barriola han motivado que el dinero salga a la par, aunque con el delantero un poco m¨¢s favorecido por la c¨¢tedra. Queda por ver si el leitzatarra podr¨¢, cinco a?os despu¨¦s, soportar la presi¨®n como su rival, fr¨ªo y siempre capaz de enmendar un mal inicio y que no regala ni un tanto. Velocidad, capacidad de remate, templanza en la resoluci¨®n de los tantos y la buena combinaci¨®n de saque-remate podr¨ªan ser claves para que uno de los contendientes se calce la txapela del mano a mano antes de un verano que se promete interesante para saber qui¨¦n va a ser el verdadero dominador de los frontones.