El campe¨®n de la fe
El Madrid gana su 30? t¨ªtulo tras otra noche angustiosa, esta vez ante un exigente Mallorca, y con Reyes como inesperado protagonista
El embrujo de Fabio Capello, la confianza de un vestuario que arranc¨® la temporada como un gremio de soledades, una conjugaci¨®n astral o vaya usted a saber qu¨¦ hechizo devolvieron al Madrid al trono de la Liga. Lo hizo a su manera, de forma apurada, al l¨ªmite de sus fuerzas, en los ¨²ltimos instantes, con protagonistas inesperados como Reyes, actor secundario durante toda la temporada. Como tantos otros de sus compa?eros, muchos de los cuales tuvieron su momento de ¨¦xtasis. Y la suma de todos los momentos resucit¨® al Madrid. A falta de otras sutilezas, el equipo fue el campe¨®n de la fe. No se rindi¨® jam¨¢s, ni siquiera cuando se sinti¨® en el pozo, azotado por todos los costados, desde el banquillo y desde el palco principal.
REAL MADRID 3 - MALLORCA 1
Real Madrid: Casillas; Salgado, Ramos, Cannavaro, Roberto Carlos; Diarra, Emerson (Guti, m. 45) ; Beckham (Reyes, m. 65), Ra¨²l, Robinho; y Van Nistelrooy (Higua¨ªn, m. 31). No utilizados: Diego L¨®pez; Cicinho, Pav¨®n y Gago.
Mallorca: Moy¨¢; H¨¦ctor, Ballesteros, Nunes (Ramis, m. 35), Navarro; Varela, Pereyra (Trejo, m. 88), Basinas, Jon¨¢s Guti¨¦rrez; V¨ªctor (Maxi L¨®pez, m. 66) y Arango. No utilizados: Prats; Dorado, Jordi y Tuni.
Goles: 0-1. M. 16. Varela, s¨®lo ante Casillas, a pase de Arango. 1-1. M. 67. Robinho cede a Higua¨ªn, que pasa atr¨¢s a Reyes. 2-1. M. 80. Diarra, de cabeza y tras rebotar en un defensa. 3-1. M. 82. Reyes desde la frontal tras un rechace.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a V¨ªctor, Jon¨¢s Guti¨¦rrez, Roberto Carlos, Guti, Reyes, Maxi L¨®pez, Ballesteros y Salgado.
80.300 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
Durante 65 minutos el Bar?a fue campe¨®n; pero el equipo de Capello no se ha rendido jam¨¢s
Anoche, ante el Mallorca, tuvo que superar otra prueba exigente. Y cumpli¨®. Sin alardes ofensivos, pero con la punter¨ªa justa. Sin la mejor trinchera defensiva -jam¨¢s Capello hab¨ªa ganado una Liga con 40 goles en contra-. Y tras soportar que durante 65 minutos el Bar?a, el m¨¢ximo goleador del torneo y el menos goleado, fuera campe¨®n.
Cuarenta segundos tard¨® el Mallorca en mostrar sus buenas intenciones. Lo que tard¨® Arango en rematar contra el poste izquierdo de Casillas. Un preludio de la noche de angustias que le esperaba a los fieles de Chamart¨ªn, que acudieron con confetis a una fiesta con la que empezaron a so?ar hace apenas un mes y cuya espera se hab¨ªa demorado cuatro a?os. Demasiado para la entidad m¨¢s premiada del universo, para un club que de vuelta a la tierra se puso en manos de un reputado fabricante de t¨ªtulos, Fabio Capello. Una transici¨®n compleja incluso para este ilusionista italiano, que a base de rectificar una y mil veces hab¨ªa logrado remar hasta la orilla. El Madrid estaba a un dedo de su trig¨¦simo t¨ªtulo, pero su trayectoria hacia presagiar alg¨²n desvelo final. Al fin y al cabo el equipo hab¨ªa llegado al pie del trono de forma ag¨®nica, con mucha fe, poco f¨²tbol y varias carambolas.
Del descuento al Bar?a, al margen de los desprop¨®sitos azulgrana, mucho hab¨ªa tenido que ver Van Nistelrooy, tan liberado como el resto del vestuario tras la marcha de Ronaldo. Emigrado el brasile?o, en la caseta cuaj¨® el discurso m¨¢s capellista: el compromiso innegociable, la preponderancia del colectivo por encima de ilustres violinistas. El toque de corneta de Capello ilumin¨® a Van Nistelrooy, al contrario que Ronaldo, un ariete que precisa del grupo para despuntar. Ante el Mallorca, el holand¨¦s se rompi¨® en el peor momento, el d¨ªa clave, y cuando el equipo de Manzano se hab¨ªa adelantado con un gol de Varela. Del Madrid no hab¨ªa huellas, como en tantos otros encuentros en el Bernab¨¦u, pero el holand¨¦s siempre hab¨ªa acudido al rescate. Su lesi¨®n congel¨® a la hinchada madridista, que se vio al borde del precipicio y carg¨® contra Emerson y Diarra, merecidas dianas de sus protestas durante la temporada, y se desga?it¨® en favor de Guti. A falta del gran goleador y con el equipo en su l¨ªnea del curso -tieso con la pelota, con Cannavaro a la deriva y poco activo ante la porter¨ªa adversaria- el p¨²blico quer¨ªa encomendarse al f¨²tbol, al juego bien trenzado e imaginativo. Tan escu¨¢lido estaba el equipo que Michel Salgado, exiliado desde hace meses, era el m¨¢s notorio. Enfrente, el Mallorca tiraba de oficio y se enganchaba a Arango, estupendo toda la noche. Como en una asistencia magn¨ªfica a Varela, con 0-1, al que se le escap¨® el remate por un mil¨ªmetro.
El Madrid no encontraba ant¨ªdoto. Esta vez, ni siquiera Guti, relevo de Emerson, era capaz de pegar las l¨ªneas. Y, de repente, el Madrid, por arte de magia, volvi¨® a ser el Madrid de esta temporada, y de la chistera sali¨® el futbolista m¨¢s inesperado: Reyes. En el Manzanares fue Cassano, en Huelva, Roberto Carlos, ante el Espanyol, Higua¨ªn... Cada d¨ªa un solo diferente. Pero nadie, ni los parroquianos m¨¢s optimistas, ten¨ªan a Reyes en mente. Del andaluz no hab¨ªa noticias ni en los entrenamientos. El destino le ten¨ªa reservado el gran d¨ªa.
Robinho e Higua¨ªn se asociaron en el costado izquierdo de la porter¨ªa de Moy¨¤ y la pelota lleg¨® a la pierna de plomo de Reyes, la derecha. M¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: su remate emboc¨® en la red del Mallorca. El t¨ªtulo m¨¢s cerca. A un gol. Ya no estaba Beckham, que disimul¨® una lesi¨®n al ser retirado. Sin el ingl¨¦s el Madrid perd¨ªa opciones en el juego parado, siempre la ¨²ltima soluci¨®n que le queda a un equipo cuando se ve desesperado. Pero tras un c¨®rner lanzado por Higua¨ªn remat¨® Diarra, otro inesperado goleador. Su cabezazo fue desviado por Moy¨¤, pero de nuevo la ruleta sonri¨® a Capello. El bal¨®n rebot¨® en Bassinas, que escoltaba el primer poste, y el Madrid glorificado. Reyes, en su particular cabalgata, cerr¨® el campeonato y Chamart¨ªn recuper¨® la sonrisa que perdi¨® hace cuatro a?os.
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