Tener dinero y no poder gastarlo
Per¨² vive una bonanza econ¨®mica sin precedentes que la Administraci¨®n es incapaz de aprovechar para luchar contra la pobreza
Los pobladores del peque?o distrito de Echarate, en Cusco, nunca hab¨ªan tenido tanto dinero en sus manos. El a?o pasado, el Gobierno peruano transfiri¨® a la autoridad local 60 millones de soles (casi 15 millones de euros) para realizar obras de infraestructura. Este a?o se proyecta que la cifra puede llegar a duplicarse. Cantidades inusuales para una localidad rural de 60.000 habitantes, que en 2003 recibi¨® por el mismo concepto apenas tres millones de soles (unos 700.000 euros), en un pa¨ªs donde el salario m¨ªnimo bordea los 110 euros mensuales y, seg¨²n cifras oficiales, la mitad de la poblaci¨®n vive en condiciones de pobreza.
Esta situaci¨®n -que se repite en diversas localidades de todo el pa¨ªs- es un ejemplo del in¨¦dito problema que afronta el Gobierno de Alan Garc¨ªa: por primera vez, Per¨² tiene m¨¢s dinero del que es capaz de gastar. El pa¨ªs vive un boom econ¨®mico; el a?o pasado el producto interior bruto (PIB) creci¨® un 8,03% y este a?o se calcula que crecer¨¢ al menos un 7% m¨¢s. El ¨ªndice general de la Bolsa de Lima aument¨® un 160% en 2006 y este a?o las estimaciones m¨¢s prudentes aseguran que ganar¨¢ otro 70%. Gran parte de este crecimiento se sostiene gracias a los ingresos del sector minero, que vive un gran momento por el alto precio que han alcanzado las materias primas en todo el mundo. Adem¨¢s, esta industria deja importantes sumas, en concepto de grav¨¢menes a la producci¨®n, a las localidades donde desarrolla su actividad.
El crecimiento se sostiene gracias a los altos ingresos del sector minero
La gran duda de muchos expertos es si los gobiernos de esas ciudades y esos pueblos tienen capacidad para invertir correctamente el dinero que les est¨¢ llegando. Lo cierto es que hasta el momento muchas ni siquiera han sido capaces de gastarlo en lo que sea. En agosto del a?o pasado el presidente Garc¨ªa anunci¨® una enorme inyecci¨®n de dinero para inversiones, mediante la aprobaci¨®n de un desembolso de 460 millones de euros para la construcci¨®n de caminos, obras de irrigaci¨®n, ampliaci¨®n de la red el¨¦ctrica rural y otras infraestructuras. Pero un informe del Gobierno se?ala que hasta el 31 de marzo de este a?o s¨®lo se hab¨ªa gastado un 43,1% del dinero concedido.
?nicamente tres ministerios (Agricultura, Relaciones Exteriores y Mujer y Desarrollo Social), adem¨¢s del Tribunal Electoral han invertido m¨¢s de un 90% de los fondos que se les entreg¨®. En cambio, las autoridades regionales no gastaron ni la tercera parte (31,93%) de los 60 millones de euros que se les asign¨®. De hecho, nueve regiones no hab¨ªan gastado ni un c¨¦ntimo hasta la fecha en que se dio a conocer el informe.
Las explicaciones para esta lentitud son diversas. "Es cierto que en muchas localidades falta personal cualificado para elaborar y llevar a cabo los proyectos de inversi¨®n", se?ala el economista Eduardo Mor¨®n, director del Centro de Investigaci¨®n de la Universidad del Pac¨ªfico. Pero el Gobierno ha apuntado como principal responsable a su propio mecanismo de control, el Sistema Nacional de Inversi¨®n P¨²blica (SNIP), encargado de evaluar y dar luz verde a los proyectos de inversi¨®n, al que se acusa de poner demasiados obst¨¢culos. En los ¨²ltimos meses, el Ejecutivo ha dado medidas para acelerar la aprobaci¨®n de proyectos, pero Mor¨®n asegura que el SNIP no es el problema. "Proyectos hay", asegura. Seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa, hay cerca de 12.000 ya aprobados. Los m¨¢s antiguos datan de 2004.
El problema tiende a crecer porque el dinero sigue llegando. La semana pasada el presidente anunci¨® una nueva transferencia, de 1.000 mil millones de euros para las regiones que se benefician de las tasas que pagan las empresas mineras. "Jam¨¢s en la historia de la descentralizaci¨®n se han transferido tantos recursos a las regiones", anot¨® Garc¨ªa, y a?adi¨®: "que no se quejen las autoridades locales o regionales (...), ah¨ª tienen los recursos para hacer obras".
Garc¨ªa se ha propuesto reducir la pobreza a un 40% para el final de su mandato, en 2011. Para lograrlo, aprovechar este periodo de bonanza es fundamental, porque se trata de una situaci¨®n transitoria. "Los recursos los tendremos este a?o y el pr¨®ximo", se?ala Eduardo Mor¨®n. "Para tenerlos siempre, necesitar¨ªamos un boom minero perpetuo, y eso no existe. En alg¨²n momento, las utilidades de las mineras caer¨¢n y las regiones se quedar¨¢n sin esos recursos". Para cumplir su objetivo, el gran reto que afronta Garc¨ªa consiste en lograr que su ambicioso programa de inversiones alcance para reanimar al paciente.
![Un ni?o lleva agua en un poblado de chabolas de la periferia de Lima.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RP2WIXGONCVGKROFL3ISVVVVHM.jpg?auth=62b95dc3677182eae919b2ee40914908092e956d4929b564cfe606475588d995&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.