El poder de Asia
Si cab¨ªa alguna duda acerca del protagonismo de las econom¨ªas asi¨¢ticas en la fase c¨ªclica actual de la econom¨ªa mundial, los datos recientes no han hecho otra cosa que confirmar esa dependencia de la actividad en China y Jap¨®n. Al importante crecimiento econ¨®mico en Jap¨®n durante el ¨²ltimo trimestre del pasado a?o le ha sucedido en el primer trimestre del presente un ritmo del 3,3% anual, superior a los de EE UU y la eurozona. La firmeza de la demanda interna confirma la solidez de la recuperaci¨®n de la segunda econom¨ªa del mundo. El crecimiento de la inversi¨®n empresarial y la gradual recuperaci¨®n de la confianza de las familias avalan el mantenimiento de la expansi¨®n en los pr¨®ximos meses, aunque su ritmo sea algo inferior. A ello debe contribuir la prudencia del Banco de Jap¨®n en la dosificaci¨®n de sus aumentos de tipos de inter¨¦s, que se mantendr¨¢n en el nivel actual del 0,5% probablemente hasta el pr¨®ximo agosto.
El gran impulso de esa regi¨®n y del conjunto de la econom¨ªa mundial sigue estando en China, con ritmos de crecimiento del PIB del 10% durante casi una d¨¦cada. Acabamos de conocer que la producci¨®n industrial, estimulada por la inversi¨®n y las exportaciones, en mayo ha vuelto a crecer por encima del 18% (el 17,4% lo hizo en abril), un ritmo tanto m¨¢s sorprendente cuanto que se confiaba en el efecto de las medidas adoptadas meses atr¨¢s tendentes a enfriar la econom¨ªa. Aun cuando las importaciones de esa econom¨ªa siguen siendo importantes, responsables en gran medida de la extensi¨®n del crecimiento a otras econom¨ªas asi¨¢ticas, el saldo positivo del conjunto de su balanza comercial no deja de crecer.
No es s¨®lo la Administraci¨®n estadounidense la que reclama actuaciones tendentes a reducir esa brecha. Con la UE el super¨¢vit comercial chino alcanz¨® el pasado a?o los 128.000 millones de euros, que pueden superar los 170.000 millones al t¨¦rmino de este a?o. Cifras que han amparado esas reclamaciones del comisario de comercio Mendelson, en las recientes conversaciones bilaterales, de mayor apertura de aquella econom¨ªa y de mayor homologaci¨®n de las pr¨¢cticas comerciales, incluida la persecuci¨®n de la pirater¨ªa.
La continuidad de las medidas tendentes a enfriar esa econom¨ªa (la inflaci¨®n repunt¨® en mayo hasta el 3,4%), a reducir las tensiones especulativas en sus mercados de acciones y la participaci¨®n m¨¢s activa en las instancias multilaterales, deber¨¢ contribuir a reducir el contencioso de China con las econom¨ªas occidentales. Que esa normalizaci¨®n sea conducida con habilidad es crucial para que la gran locomotora de la econom¨ªa mundial no acabe grip¨¢ndose.
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