El dec¨¢logo
Confieso que no vivo desde que me he enterado que parece imprescindible que el Ibex se coloque por encima de los 14.800 puntos. Si baja o sube, pero no los alcanza, lo vivo como un fracaso personal, de modo que les pido indulgencia hacia lo que sigue porque, como comprender¨¢n, no resulta f¨¢cil escribir cuando se tiene la cabeza tan ocupada y el coraz¨®n en continua zozobra. Por eso me he agarrado como a un clavo ardiendo a la noticia de que Zapatero y Rajoy han puesto fin -o han acordado un alto el fuego- a sus hostilidades, unas hostilidades que tambi¨¦n eran las nuestras, porque de ellas s¨®lo se estaba alimentando ETA. Desde luego, no se trata m¨¢s que de un peque?o rayo de luz en medio del nublado de una ETA que ha regresado a lo que suele y a lo que le constituye, pero, al fin y al cabo, un rayo de luz. Esperemos que dure, pero, sobre todo, que consiga resultados y que ETA vuelva pronto a donde estuvo, a la UCI. Esta golondrina que a¨²n no hace verano podr¨ªa, con todo, permitir darse a un cierto relajo (para el optimismo hacen falta m¨¢s mimbres), pero el fantasma del Ibex a 14.800 no me deja en paz. Porque trae, entre otras, las pestes del ladrillazo y de cierta burbuja hecha de casas a punto de reventar como si fueran p¨²stulas en lugar de hogares (o tal vez de inversiones, cualquiera sabe).
No me ha quedado, pues, m¨¢s remedio que refugiarme en unos papeles viejos que estoy estudiando para que, una vez digeridos, se trasformen, lo temo por ustedes, en libro. Y ha sido en ellos donde he encontrado motivos para la sonrisa. Ver¨¢n, all¨¢ por los a?os 50 alg¨²n humorista ingl¨¦s redact¨® lo que a continuaci¨®n voy a transcribirles y que he descubierto debido a la curiosidad de un miembro del Ateneo Guipuzcoano que tuvo a bien traducir la nota y archivarla en un legajo. El papel lleva por t¨ªtulo Dec¨¢logo del perfecto asociado y tendr¨ªa que figurar en el frontispicio de todas las asociaciones y partidos (aunque me temo que en un pa¨ªs como Espa?a acabar¨¢ en uno de esos azulejos de bares y ventas junto a los consabidos Se f¨ªa ma?ana y muchas lindezas macho-ib¨¦ricas). Pues bien el dec¨¢logo dice as¨ª: 1) No acudas nunca a las reuniones. 2) Si alguna vez acudes, llega tarde. 3) Si hace mal tiempo, no te molestes, aunque se vaya a tratar un asunto de importancia. 4) Si asistes a alguna reuni¨®n, saca faltas a todo lo que hagan los dem¨¢s y habla pestes de los consejeros y miembros de la junta directiva. 5) No aceptes jam¨¢s cargo alguno, pues es mucho m¨¢s f¨¢cil criticar que desempe?arlos. 6) Sin embargo, enf¨¢date, si no te ofrecen un cargo; si te obligan a aceptarlo, no vayas jam¨¢s a las reuniones. 7) Si el presidente te pregunta tu opini¨®n sobre alg¨²n asunto importante, responde que no tienes nada que decir, pero cuando se haya terminado la reuni¨®n, explica a todos c¨®mo se debieran haber hecho las cosas. 8) No hagas nada como no sea absolutamente necesario y, cuando veas que los dem¨¢s miembros, voluntariamente o a la fuerza, emplean sus habilidades y energ¨ªas, estate quieto. 9) Procura estar lo m¨¢s retrasado posible en el pago de tus cuotas, y mejor a¨²n si no las pagas. 10) No te molestes en buscar nuevos socios ni en hacer propaganda de tu asociaci¨®n; que la haga Rita.
Hombre, se echa de menos alg¨²n mandamiento sobre la pol¨ªtica del grup¨²sculo o la tendencia dentro de la asociaci¨®n, que podr¨ªa revestir una forma parecida a ¨¦sta: 11) Si te encuentras con una tendencia, ap¨®yala, pero corre enseguida a denunciarla a la directiva, procurando que sea en secreto. Y quiz¨¢s se necesitara alg¨²n otro sobre la pol¨ªtica de alianzas del partido, pero ah¨ª confieso que no se me ocurre ni siquiera decir nada sobre Na-Bai, ahora que la ruptura del alto el fuego le impide a Zapatero adelantar las elecciones (se suicidar¨ªa, porque no le dar¨ªa tiempo a apuntarse algunos tantos en la lucha antiterrorista para maquillar el fracaso de la negociaci¨®n), aunque tambi¨¦n ser¨ªa necesario un dec¨¢logo completo para los dirigentes, pero el Ibex me acaba de tocar el hombro y me ha cortado el aliento.
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