Espa?a planta cara a la pretensi¨®n de Blair de rebajar el nuevo tratado europeo

El Gobierno espa?ol ense?¨® ayer por primera vez las u?as en las duras negociaciones de un nuevo tratado que sustituya a la Constituci¨®n europea. De hecho, entr¨® en abierta colisi¨®n con la estrategia del Reino Unido, al anunciar en las Cortes por boca del secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, que est¨¢ preparado para vetar la institucionalizaci¨®n de una presidencia estable de la Uni¨®n, propuesta por los brit¨¢nicos. Navarro fue m¨¢s lejos. Calific¨® la actitud de Reino Unido y Polonia de "inaceptable", y anunci¨® m¨¢s medidas para una cumbre que viene llena de tensiones.

Los polacos han llegado a recordar a Alemania, en las negociaciones de estos d¨ªas, que su pa¨ªs perdi¨® en la ¨²ltima guerra seis millones de habitantes y que no se le puede imponer ahora un reparto de poder proporcional a la poblaci¨®n.

Margaret Beckett, la jefa de la diplomacia brit¨¢nica, centr¨® en cambio sus dardos en el futuro ministro comunitario de Exteriores, durante el Consejo de Ministros del pasado lunes. Espa?a, que hoy tiene a Javier Solana como Alto Representante de la UE, entiende que Beckett fue demasiado lejos y amenaza con vetar la introducci¨®n del presidente estable del Consejo que quieren los brit¨¢nicos, incluso, seg¨²n se ha dicho, con Tony Blair como candidato.

Para Espa?a y otros pa¨ªses menores, un canciller reforzado significa reforzar su presencia en el mundo a trav¨¦s de la Uni¨®n, en tanto que la presidencia rotatoria es una oportunidad de sentarse en la primera fila de la escena internacional, incluso en el G-8, cada cierto tiempo. El Reino Unido se opone al ministro de Exteriores por nacionalismo brit¨¢nico.

"Espa?a puede aceptar como m¨¢ximo que el ministro no se llame ministro, pero si se pretende que el representante no presida los Consejos de Exteriores ni disponga de un servicio comunitario para realizar su tarea, Espa?a no apoyar¨¢ la presidencia estable, porque se romper¨ªa el equilibrio de las instituciones", anunci¨® ayer Navarro ante la Comisi¨®n Mixta del Congreso y del Senado para Europa.

Cambio de tono

"Tenemos un profundo respeto por los que han fracasado en la ratificaci¨®n del Tratado [Constitucional, Francia y Holanda]. Pero nos parece inaceptable que los principales problemas vengan hoy del Reino Unido y Polonia, dos pa¨ªses que, tras firmarlo, ni siquiera intentaron ratificarlo, y que ahora quieren sacar ventaja", a?adi¨® Navarro.

Es la primera vez que los representantes espa?oles exhiben este lenguaje duro y plantean retroacciones concretas en una negociaci¨®n sobre la que, hasta ahora, s¨®lo hab¨ªan vertido gestos de flexibilidad y palabras de cooperaci¨®n. La obstinaci¨®n de brit¨¢nicos y polacos, soportes de un frente de rechazo en el que tambi¨¦n se integran los checos, y que refuerzan parcialmente, con otra orientaci¨®n, los holandeses, parece minar la confianza creada por la canciller alemana, Angela Merkel, en que se pueda salvar el 90% del contenido de la Constituci¨®n rechazada. De ah¨ª que se insista en las l¨ªneas rojas y se eleven los tonos.

Polonia no baja la guardia ni para dejar ver un resquicio de compromiso e ignora las sucesivas zanahorias que la presidencia alemana ha puesto en su camino. Varsovia ha rechazado, por ejemplo, la sugerencia de que una muestra de flexibilidad pudiera facilitar una reducci¨®n de los plazos impuestos por Berl¨ªn para que los polacos puedan emigrar libremente a Alemania. Razona que esa medida s¨®lo contribuir¨ªa a que Polonia pierda sus mejores trabajadores.

Insiste, en cambio, como el Reino Unido, en que los temas de cooperaci¨®n judicial y policial en materia penal no puedan ser decididos por mayor¨ªa cualificada. La Rep¨²blica Checa y Holanda exigen, por su parte, que se recorte dr¨¢sticamente la capacidad del Consejo para decidir por unanimidad que cualquier materia pueda ser tratada en el futuro por mayor¨ªa cualificada, inform¨® ayer Navarro.

El secretario de Estado anunci¨® tambi¨¦n en las Cortes que si estas exigencias prosperan, Espa?a pedir¨¢ que se agilicen significativamente las posibilidades de que varios Estados puedan avanzar en la integraci¨®n, dejando atr¨¢s a los reticentes. En concreto, Espa?a propondr¨¢ que los miembros del Eurogrupo, es decir, los que han adoptado como moneda el euro, puedan decidir estas cooperaciones reforzadas sobre cualquier materia y en cualquier momento.

El secretario de Estado subray¨® que al fijar estas posiciones expresa no s¨®lo el parecer del Gobierno espa?ol, sino el de la mayor¨ªa de los 18 pa¨ªses que ya han ratificado la Constituci¨®n, as¨ª como los de Irlanda, Suecia, Dinamarca y Portugal, que se han sumado a su Grupo de Amigos. "En total, 22 de 27" pa¨ªses, dijo.

Navarro puso especial empe?o en expresar el punto de vista espa?ol sobre los seis temas que cree que llegar¨¢n sin soluci¨®n al Consejo de ma?ana. Espa?a puede aceptar que el nuevo tratado enmiende, y no sustituya, a los precedentes si hay acuerdo sobre los contenidos; es contraria a que se limite el valor jur¨ªdico de la Carta de Derechos Fundamentales; se opone a la idea de que una mayor¨ªa de parlamentos nacionales pueda limitar la actividad normativa de la Comisi¨®n; defiende las llamadas "cl¨¢usulas pasarela" para que las decisiones por mayor¨ªa cualificada puedan expandirse y considera que no es el momento de incluir en el tratado los criterios para nuevos socios.

En cuanto al sexto punto, el sistema de voto en el Consejo, Espa?a entiende que, pese al empecinamiento polaco, el debate no debe reabrirse. "Pero si se reabriera, Espa?a estar¨ªa muy cerca de Polonia", precis¨® Navarro.

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, tiene concertada cita con su colega brit¨¢nico, Tony Blair, durante la cumbre. Es posible tambi¨¦n que vea a Nicolas Sarkozy, porque la propuesta hispano-francesa se tambalear¨ªa si se cumple la amenaza de vetar la presidencia estable, ya que Francia la apoya y figura en el segundo punto del documento conjunto. Para a?adir confusi¨®n, Gordon Brown, el pr¨®ximo jefe del Gobierno brit¨¢nico, dijo ayer que someter¨¢ el nuevo tratado a refer¨¦ndum, "si fuera necesario".