Una pel¨ªcula sobre un pueblo perdido de Brasil anima Cinema Jove

Una buena noticia surgi¨® ayer en la secci¨®n oficial de Cinema Jove: es posible hacer un cine diferente sin recurrir a la pedanter¨ªa y el aburrimiento. Lo demostr¨® Kirill Mikhanovsky, director norteamericano de origen ruso, con Sonhos de peixe, una magn¨ªfica pel¨ªcula, a medio camino entre el documental y la ficci¨®n, que narra la relaci¨®n amorosa entre dos j¨®venes en un pueblo perdido de la costa norte de Brasil.

Rodada en Bahia Formosa, Sonhos de peixe tiene la gran virtud de combinar la modernidad con la tradici¨®n, el orden y el progreso a trav¨¦s de una historia en la que un televisor de 61 pulgadas, que emite una famosa telenovela, funciona como aquella ic¨®nica moto acu¨¢tica de Barrio, de Le¨®n de Araona, como un s¨ªmbolo del progreso in¨²til. Magn¨ªfica met¨¢fora de la perversidad de la civilizaci¨®n occidental en los entornos rurales, la pel¨ªcula de Mikhanovsky no pretende "hacer un retrato de la pobreza, sino una descripci¨®n po¨¦tica y muy veraz de la realidad", explicaba Fernanda da Capua, una de las productoras del filme. La cinta brasile?a aport¨® una mirada diferente a una secci¨®n dominada hasta ahora por el tedio de pel¨ªculas con ambiciones art¨ªsticas -y presuntuosas- que aspiran a contar verdades universales y que terminan por ser autosatisfacciones que quieren demostrar m¨¢s talento del que tienen sus autores.