El ins¨®lito adi¨®s de Capello

Fabio Capello, que es del Friuli, se autodenomina "un hombre de frontera". Esto implica que organiza su vida con m¨¦todo, rutinas, y principios b¨¢sicos. El t¨¦cnico del Madrid no pudo marcharse de la ciudad sin antes pasarse ayer por su mes¨®n favorito, el Txistu, fiel a su costumbre: compartir una cerveza, un jam¨®n, unas gambas y unos chopitos con sus ayudantes.

"Ganar esta Liga ha sido como salir del pantano", reflexiona el entrenador italiano

Ah¨ª estaban todos. Franco Tancredi, Italo Galbiati, Massimo Neri y Toni Grande. Brindaron por el campeonato conseguido y se abrazaron antes de coger los aviones que los trasladaron a Mil¨¢n, Mallorca y Ancona. "?Ya te llamar¨¦ por tel¨¦fono!", se dec¨ªan. Por la ma?ana hab¨ªan contratado una empresa de mudanzas para que recoja sus cosas cuando regresen de las vacaciones el 19 de julio.

Despu¨¦s de 20 a?os de trabajo en com¨²n, tal vez el equipo de Capello no vuelva a reunirse. El t¨¦cnico medita la retirada. Ayer estaba completamente seguro de que no volver¨¢ a entrenar al Madrid. Su certeza se construye sobre indicios. Hay gente en el club que le ha dicho que se olvide de volver a dirigir al Madrid, que la decisi¨®n de que Schuster ser¨¢ el nuevo entrenador est¨¢ tomada desde hace meses y que el interludio actual es una pantomima. Luego est¨¢ la prensa, que asegura lo mismo. ?l, por su parte, se siente dolido porque el presidente, Ram¨®n Calder¨®n, no fue capaz de decirle a la cara si seguir¨¢ o no. Ambos se separaron en Tel Aviv, el martes, y posiblemente nunca vuelvan a verse.

"Nosotros nos vamos con la satisfacci¨®n del deber cumplido", dec¨ªa Galbiati, que acumula 10 Ligas y tres Copas de Europa. "?Quer¨ªan espect¨¢culo? Ah¨ª tienen los partidos contra el Sevilla, el Recre, el Espanyol...".

Ma?ana Capello viajar¨¢ de Italia al T¨ªbet, donde piensa pasar sus vacaciones. "Antes tendr¨¦ que aclimatarme, porque estar¨¦ a 4.000 metros de altura", contaba. El t¨¦cnico asegura que no le preocupa la final de Copa del Rey entre el Getafe y el Sevilla, ni su finiquito, ni los devaneos de la junta directiva. Si lo despiden ser¨¢ mientras ¨¦l est¨¦ en alg¨²n lugar de China.

"Ganar esta Liga ha sido como salir de un pantano", reflexionaba Capello mientras com¨ªa una gamba a la plancha. Sus ayudantes asienten. Est¨¢n tristes porque no quieren irse. Pero creen que la vida les ha regalado una buena aventura. Se sienten orgullosos de haber inculcado unos "valores" a la plantilla, una "personalidad". Dudan de que el equipo pueda resistir si Calder¨®n intenta controlar el vestuario, como hicieron otros presidentes en el pasado. "Entonces el Madrid se va a Segunda", ironizan.

Una vez m¨¢s, la conquista del campeonato ha dejado al Madrid en estado de convulsi¨®n. Ocurri¨® en 1998, cuando Sanz ech¨® a Heynckes despu¨¦s de ganar la Copa de Europa; se repiti¨® en 2003, cuando el Mot¨ªn del Txistu resumi¨® el enfrentamiento entre Florentino P¨¦rez y la plantilla que entonces lideraba Del Bosque; y podr¨ªa repetirse tras el alir¨®n del domingo. No s¨®lo se reproduce el escenario: el mes¨®n. De nuevo el vestuario y la junta directiva disienten. En 2003 los jugadores defendieron la continuidad de Del Bosque. Ahora apoyan a Capello.

La victoria supone un dilema para Calder¨®n. ?Qu¨¦ hacer con Schuster? El presidente firm¨® un precontrato con Bernd Schuster en febrero y se empe?¨® en defender a Capello hasta el final con la idea de que su tr¨¢nsito ser¨ªa infructuoso. Ahora que Capello ha ganado la Liga, el presidente guarda silencio. Contra las convicciones de Capello, que piensa que no seguir¨¢, en el entorno de Calder¨®n aseguran que no hay nada decidido. "El futuro del banquillo es el secreto mejor guardado del presidente", dicen. Los responsables del club aplazan la soluci¨®n al lunes. Una vez disputada la final de Copa, con Schuster liberado de sus obligaciones en el Getafe, el presidente convocar¨¢ a una junta. Calder¨®n quiere o¨ªr a sus directivos, a los ejecutivos, y a los t¨¦cnicos, con Mijatovic al frente. El caso del director de f¨²tbol es particularmente desgarrador. Calder¨®n espera que el montenegrino, siempre partidario de Capello, se despoje de sus principios y vote contra el italiano en el momento clave. "Lo har¨¢ porque su prioridad es seguir en el Madrid", dicen fuentes del club.

Calder¨®n quiere asegurarse de no asumir en solitario la responsabilidad de echar al entrenador que le brind¨® la Liga. Quiere a Schuster -o incluso a Laudrup, una propuesta de Mijatovic- pero teme que la destituci¨®n no sea pol¨ªticamente correcta. "Si optamos por mantener a Capello", dice un dirigente, "debemos comprometernos a aguantar hasta el final la clase de f¨²tbol que nos ofrece".