Un dilema entre dos pantallas
Entre los exhibidores, elemento clave del sector, coexisten modelos e intereses distintos
El lunes pasado 3.770 pantallas de cine, de las 4.053 que hay en Espa?a, cerraron como medida de protesta "ante la falta de voluntad y consenso del Gobierno" con el sector de la exhibici¨®n en el proyecto de ley de cine, en tramitaci¨®n parlamentaria.
Los exhibidores, agrupados en la FECE (Federaci¨®n de Cines de Espa?a), que engloba al 90% de las pantallas en nuestro pa¨ªs, exigen, entre otras cosas, la eliminaci¨®n de la cuota de pantalla -la obligaci¨®n de proyectar un d¨ªa de cine europeo por cada tres de t¨ªtulos norteamericanos- por considerarla "obsoleta" e "injusta", adem¨¢s de no remediar el objetivo que persigue: la afluencia de p¨²blico al cine espa?ol. En los primeros cinco meses de 2007 la cuota de mercado de las pel¨ªculas espa?olas ha sido del 7,86% frente al 76,49% del cine de Estados Unidos, una cifra sensiblemente inferior al resto de pa¨ªses europeos de nuestro entorno. Tambi¨¦n piden que el Gobierno ponga freno al dominio abusivo de las majors norteamericanas y la regulaci¨®n de las ventanas, los tiempos que tienen que transcurrir entre la proyecci¨®n en salas y la salida al mercado del DVD.
La exhibici¨®n no es uniforme. En Espa?a coexisten grandes complejos, en su mayor¨ªa en centros comerciales, frente al cine m¨¢s peque?o, que busca la fidelidad de un p¨²blico. Fernando ?vole y Enrique P¨¦rez comparten su amor por el cine y su rechazo a la cuota de pantalla, pero tienen dos formas diferentes de entender la exhibici¨®n e intereses distintos a la hora de afrontar un negocio. ?vole, consejero delegado de Yelmo Cineplex (350 pantallas, de las que s¨®lo 30 son en versi¨®n original), hizo huelga el lunes pasado. P¨¦rez, due?o de los Verdi (nueve pantallas en Barcelona y cinco en Madrid, todas en versi¨®n original), no cerr¨® sus cines. "Estamos dispuestos a ayudar a la industria con la cuota de pantalla, pero necesitamos compensaciones", asegura ?vole. "La ley de cine es un remiendo y no se enfrenta con valent¨ªa a una pol¨ªtica de desgravaciones fiscales y no de subvenciones para hacer un cine verdaderamente competitivo", dice Enrique P¨¦rez.
Regulaci¨®n estructural del sector
Fernando ?vole, consejero delegado de Yelmo Cineplex, defiende el cine espa?ol de calidad y que interese al p¨²blico
Fernando ?vole es el consejero delegado de Yelmo Cineplex, una empresa propiedad de su familia que se dedica al mundo de la exhibici¨®n desde hace m¨¢s de 25 a?os y que tiene en la actualidad 350 pantallas repartidas por todo el territorio nacional que el pasado lunes pusieron el cartel de cerrado.
Esas 350 pantallas, de las que 30 son en versi¨®n original subtitulada, est¨¢n agrupadas en 30 cines, 28 de ellos ubicados en centros comerciales. La empresa tiene 1.300 empleados.
?vole entiende la industria cinematogr¨¢fica como una cadena entre la producci¨®n, la distribuci¨®n y la exhibici¨®n. "Nosotros somos necesarios en esa cadena, pero en la industria espa?ola somos los aut¨¦nticos desamparados. Lo que m¨¢s nos interesa es una industria s¨®lida. Hay que proteger y mimar a las tres patas porque si no la mesa se rompe", asegura este empresario de 28 a?os, que defiende la libertad del espectador para ver lo que quiera ver y no lo que le impongan desde la cuota de pantalla. "Soy el primer interesado en que el cine espa?ol sea fuerte, pero defiendo las pel¨ªculas de calidad y que interesen al p¨²blico, sean de la nacionalidad que sean. Si tenemos que cumplir la cuota de pantalla la cumpliremos pero exigimos una regulaci¨®n del sector, como se ha hecho con otros, en base a desgravaciones fiscales, ayudas para el mantenimiento de las salas o subvenciones para el avance tecnol¨®gico del cine digital".
Para Fernando ?vole, la exhibici¨®n es la pantalla que sirve para dar valor a un t¨ªtulo de cara a las siguientes ventanas de explotaci¨®n, para medir subvenciones, para ser el gran escaparate del producto del cine, que es la pel¨ªcula. El consejero delegado de Yelmo Cineplex cree que el sector est¨¢ necesitado de resolver importantes problemas estructurales, como la lucha real contra la pirater¨ªa, la regulaci¨®n de las ventanas de explotaci¨®n -piden que entre el estreno en salas y las ventas del DVD transcurran seis meses- y la necesidad de producir menos cine espa?ol pero de mayor calidad y solidez. "En nuestro negocio nos hace polvo que el cine espa?ol tenga una cuota de mercado de un 7%", a?ade.
Sus cines en versi¨®n doblada son los receptores de los grandes t¨ªtulos de ¨¦xito de las distribuidoras norteamericanas, acusadas en numerosas ocasiones de abuso de posici¨®n dominante. ?vole no quiere dar a conocer el porcentaje de la taquilla que se quedan las majors, que es un precio negociado pel¨ªcula a pel¨ªcula, pero en cualquier caso es mayor que el estipulado en otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, que ronda el 45%. "Nos cobran m¨¢s que en Europa, ha sido un tema de mercado y han sabido aprovecharse de su posici¨®n dominante. Aqu¨ª tambi¨¦n nos ha faltado el amparo del Gobierno", explica el exhibidor, que recalca: "Queremos ayudar al cine espa?ol, pero que tambi¨¦n nos ayuden a nosotros".
En los Yelmo Cineplex la pel¨ªcula norteamericana m¨¢s vista este a?o ha sido Piratas del Caribe III, la europea Mr. Bean y la espa?ola Ekipo Ja, dirigida por Juan Mu?oz.
A la b¨²squeda de peque?as joyas
Una programaci¨®n comprometida y de autor es la clave del ¨¦xito de Enrique P¨¦rez, propietario de los cines Verdi
El d¨ªa del anuncio del cierre de las salas, los Verdi pusieron un cartel en el vest¨ªbulo. "Estos cines no cerrar¨¢n el pr¨®ximo lunes porque la cuota de pantalla s¨®lo afecta a las pel¨ªculas dobladas". Enrique P¨¦rez est¨¢ absolutamente en contra de la cuota de pantalla -"el hecho de mantener una disposici¨®n franquista [se instaur¨® en 1941] para proteger nuestro cine refleja que algo estamos haciendo mal"-, pero ¨¦l se debe a su p¨²blico y ese p¨²blico, asegura el propietario de los Verdi, no entender¨ªa la medida, ya que no afecta a las salas que proyectan t¨ªtulos en versi¨®n original subtitulada. P¨¦rez tiene 52 a?os y hace 20 que cre¨® junto a su mujer la cadena de los Verdi, primero en Barcelona, con nueve pantallas, y desde marzo de 2002, con otras cinco en Madrid. En sus salas, el espectador s¨®lo encuentra cine de autor, comprometido. ?sa es la clave del ¨¦xito de los Verdi, que cuida especialmente no s¨®lo los t¨ªtulos que programa sino la calidad de la proyecci¨®n.
"Yo no tengo nada contra el cine de entretenimiento pero lo nuestro es otra cosa. Buscamos la coherencia y la independencia, no despistar al espectador que llega a nuestras salas y no cambiar nuestro esquema de programaci¨®n comprometida", asegura P¨¦rez, que reconoce que es la voz de su p¨²blico, entendido y cin¨¦filo, la que gu¨ªa su filosof¨ªa. "Llevo meses sin escuchar al p¨²blico. Debo de arrimarme m¨¢s a los hombros de la gente en el vest¨ªbulo del cine para saber lo que quiere", a?ade este exhibidor, que emprender¨¢ en oto?o una pol¨ªtica de b¨²squeda de peque?as joyas cinematogr¨¢ficas en los festivales de todo el mundo para comprarlas ¨¦l directamente y no esperar a que le vengan del distribuidor. Porque ¨¦se es uno de los problemas a los que se enfrenta un exhibidor como ¨¦l. "Nosotros estamos a expensas de lo que nos ofrezcan los distribuidores y, en muchas ocasiones, las pel¨ªculas de autor premiadas en los festivales nos llegan con un atraso de dos a?os y el estreno entonces pasa inadvertido. Por eso muchos cin¨¦filos, que van en busca de determinados t¨ªtulos y autores, al no verlos en las pantallas espa?olas se deciden a comprarlos por Internet. Somos v¨ªctimas de esa pol¨ªtica err¨®nea de los distribuidores, que desde hace tiempo no han sabido llevar una planificaci¨®n coherente en la fecha de salida de los estrenos", explica el due?o de la cadena de los Verdi, con 47 empleados.
P¨¦rez no se siente presionado a proyectar el cine que no quiere -"quiz¨¢ si tuviera una cadena con 200 pantallas s¨ª lo estar¨ªa"-, aunque confiesa que est¨¢ castigado por una de las majors norteamericanas, distribuidoras en gran medida de algunas importantes e interesantes pel¨ªculas de cine independiente, por negarse a proyectar lo que ¨¦l llama el blockbuster, el gran t¨ªtulo de ¨¦xito asegurado. Su mayor gozo es llegar un lunes a la oficina y, comprobando los datos del fin de semana, ver que el documental espa?ol Invisibles, producido por Javier Bardem, ha superado con creces a uno de los t¨ªtulos premiados en los Oscar. "De eso es de lo que me siento orgulloso".
La pel¨ªcula con m¨¢s espectadores este a?o en los cines Verdi ha sido la francesa Paris je t'aime, de Oliver Assayas. El a?o pasado fue Agua, un filme franco-argentino, dirigido por Ver¨®nica Chen.
Babelia
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