Vara de mando
Con extremo curvo es b¨¢culo de obispos que, como abades y abadesas, resultan proclives a lucirlos en el ornamento exterior de sus escudos. Cetro le llamamos si lo portan reyes y emperadores. Y si distinguen a modestos alcaldes o alcaldesas le decimos vara de mando, antes insignia de autoridad de ministros de justicia.
Tambi¨¦n es s¨ªmbolo grato, se?al de la real grandeza para diversos pueblos ind¨ªgenas. Y de la dignidad y el orgullo plebeyo: en La Peza, al pie de Sierra Nevada, durante la invasi¨®n de 1810 el "alcalde carbonero" rompi¨® su vara ante el general franc¨¦s y se arroj¨® al barranco.
Me gustan m¨¢s estos bastones cuando cambian de manos no por elecciones, sino por fiesta, esas bautizadas "de inversi¨®n" ya que por unos d¨ªas el mundo parece al rev¨¦s. En Zamarramala (Segovia) y otros lugares, las ?guedas nombran entre las casadas una alcaldesa que enseguida ordena a los hombres del pueblo cuidar casa e hijos mientras sus mujeres se van de juerga. Tradici¨®n que viene de cuando a ¨¦stas ni se les ocurr¨ªa aspirar a la buena vida o a ejercer la autoridad. Tambi¨¦n est¨¢ la Fiesta de Los Locos en Jalance, donde en dislocada y frenop¨¢tica rebeli¨®n arrebatan la vara al alcalde y cuelgan al cura.
En cambio, en los lugares de orden rinden honores a las fuerzas del m¨¢s all¨¢. El Cristo del Sudor es alcalde mayor perpetuo de Calpe, si alguien no ha revocado el nombramiento. Lo mand¨® un tal Jos¨¦ R. Bernabeu, producto de otro "dedazo" en plena dictadura: "Esta sesi¨®n extraordinaria tiene por fundamento un sentido profundamente cristiano y de fe ciega e incorruptible hacia el patr¨®n de la villa... el Ayuntamiento, haciendo p¨²blica su fe en forma colectiva y p¨²blica, considerando, y as¨ª lo propone a todos los se?ores asistentes ser¨ªa un acierto la proclamaci¨®n de Alcalde Mayor Perpetuo del Ayuntamiento de Calpe al Sant¨ªsimo Cristo del Sudor, y bajo su protecci¨®n y amparo, como corporaci¨®n cat¨®lica, apost¨®lica, romana, hacer de lo que hoy es una villa sin matices destacados, un pueblo modelo por su cultura, su urbanizaci¨®n y sobre todo por sus sentimientos religiosos...". Era 1949.
No hace ni una semana que se produjo en este pa¨ªs (y paiset) un importante trasiego de varas, tras el cual pudimos ver a Rita Barber¨¢ y Francisco Camps extasiados a los pies de La Geperudeta "implorando ayuda para mejor servir a los valencianos". Es 2007.
La vara de la alcaldesa de Valencia suma anillos de oro como las culatas en el Far West a?ad¨ªan muescas: uno por mandato, y van... A este paso se le van a salir del estilizado bast¨®n, que acabar¨¢ pesando tanto como para impedirle sostenerlo con levedad, posado entre el final de los dedos y el inicio de las palmas, vueltas hacia arriba como en demanda de la paz. Es la forma con que la mayor parte de las alcaldesas aparecen fotografiadas en la toma de posesi¨®n, mientras comprobamos que ellos tienden m¨¢s a agarrar el preciado s¨ªmbolo con la mano bien prieta y los nudillos casi blanquecinos. Uno lo mostraba oblicuo, como si encabezara un desfile de majorettes. Otro lo bland¨ªa a guisa de p¨¦rtiga, quiz¨¢ en espera de catapultarse hacia las alturas. Y dos alcaldes, el que daba y el que tomaba (con perd¨®n) lo sujetaban al un¨ªsono como en un baile de la escoba a tres. Tambi¨¦n en las im¨¢genes podemos comprobar la variedad de modelos, colores, materiales y combinaciones: los hay oscuros con cord¨®n dorado, y viceversa. De bronce o cedro del L¨ªbano...
Francesc Colomer, de nuevo al frente de Benic¨¤ssim, no quiere la vara de mando y la ha guardado en un armario "porque gobernar es compartir, no mandar".
Ah, no crean que el caso Calpe acab¨® all¨ª. El palo sigui¨® su aventura: un alcalde se lo regal¨® a otro, que al cesar se lo llev¨® a casa. Luego la viuda lo cedi¨® porque era para el Cristo. En 1982 notaron que hab¨ªa desaparecido y le ofrecieron uno nuevo que volvi¨® a esfumarse. En el 87 Violeta Rivera restituy¨® la vara al del Sudor. Ahora entra, tambi¨¦n entre sudores, alcalde socialista con tripartito. Aunque tal y como le han dejado la "urbanizaci¨®n", quiz¨¢ necesitar¨ªa mejor una varita m¨¢gica contra hoteles ilegales y Aguas corrompidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.