Pr¨¢cticas autodestructivas

El protagonista de esta historia, un joven que responde al extravagante nombre de P¨¤nic, se acuerda de un suceso ocurrido a los ocho a?os: est¨¢ en casa con sus padres viendo por televisi¨®n una pel¨ªcula emblem¨¢tica del movimiento de los j¨®venes airados, La soledad del corredor de fondo de Tony Richardson. Impresionado por la escena resolutiva del filme, aquella en que Tom Courtenay decide pararse cuando est¨¢ a punto de llegar vencedor a la meta de la prueba atl¨¦tica de fondo y as¨ª perder una carrera que ten¨ªa ganada, pregunta a su madre por el sentido de la escena. ?sta es su respuesta: "A veces, cuando pierdes, en realidad ganas". Actualmente, este hijo es un rebelde como aqu¨¦llos de los a?os cincuenta del siglo pasado, pero no est¨¢ muy convencido de la verdad de aquella afirmaci¨®n. El ni?o perdi¨® a sus padres en accidente y es educado por una t¨ªa abuela, estrafalario personaje, curiosa mezcla de barbarie y sensatez.

Kiko Amat (Sant Boi, cerca de Barcelona, 1971) sit¨²a el centro neur¨¢lgico de su novela en el barrio de Gracia con sus ocupas y sus bandas juveniles antisistema y cuenta la evoluci¨®n de un adolescente solitario y jactancioso, que encuentra un madero al que agarrarse al conocer a un enigm¨¢tico grupo de dandis anarquistas que tienen un proyecto secreto que no le cuentan pero al que, sin embargo, le proponen que se incorpore. Se enamora despu¨¦s de Rebeca, que pertenece a una familia muy rica de la ciudad, reedit¨¢ndose as¨ª en la ¨¦poca del posmodernismo, las anfetaminas y el sexo libre la relaci¨®n que mantuvieron el Pijoaparte y Teresa en la celebrada novela de Juan Mars¨¦. La novela se lee con facilidad, y, a veces, a carcajada limpia, aunque no tanto como el autor pretende. Es una narraci¨®n costumbrista con numerosas escenas que giran en torno al sexo, las drogas y el alcohol y cuyas referencias culturales fundamentales son las de la generaci¨®n del autor sobre todo en lo referido a grupos de m¨²sica pop, videoclips y c¨®mic. Es a este grupo generacional a quienes principalmente va dirigida con su intrascendente tono de comedia y sus frases humor¨ªsticas planas y sin complejidades. Sin embargo, a partir de un determinado momento, acreditando al autor como alguien con posibilidades, la narraci¨®n gana en hondura y todos los lectores podemos sentirnos m¨¢s implicados. Entre escenas fantasmag¨®ricas y carnavalescas, el desconcertado protagonista cuyo deterioro mental es manifiesto va de cabeza al abismo a pesar de las advertencias que algunos le hacen llegar, incluido el autor como un personaje m¨¢s. La novela pasa a ser la historia de un fracaso o una parodia de las historias de fracaso. Como el personaje interpretado por James Cagney en Al rojo vivo de Raoul Walsh, P¨¤nic en medio de una escena de humo, sangre y fuego cree hallarse en la cima. Pero no hay en ella ninguna grandeza y ¨¦l mismo sabe que a partir de entonces todo va a ser un r¨¢pido descenso. Ahora, puede contestar a las palabras o¨ªdas de su madre tantos a?os atr¨¢s: "Cuando pierdes, pierdes. A joderse".