La 'singularidad' de la Sagrada Familia ampara la falta de control p¨²blico
El Ayuntamiento y el patronato del templo han negociado s¨®lo aspectos del entorno
La singularidad de la Sagrada Familia es el gran paraguas que cubre las obras en curso, las cuales avanzan sin ning¨²n control p¨²blico ni por parte de la Generalitat ni del Ayuntamiento. Pero el t¨²nel del AVE, que est¨¢ previsto construir bajo la calle de Mallorca, puede convertirse en el gran catalizador que lleve a todas las partes implicadas a sentarse y superar el actual vac¨ªo legal. Hasta ahora, el Ayuntamiento de Barcelona s¨®lo se ha reunido con los responsables de los trabajos para tratar asuntos relacionados con el entorno.
La singularidad de la Sagrada Familia proviene de que las obras arrancaron en 1882 amparadas por el silencio administrativo del Ayuntamiento de Sant Mart¨ª de Proven?als, municipio posteriormente anexionado a Barcelona. Es decir, ni este ¨²ltimo Consistorio ten¨ªa competencias iniciales sobre el templo ni mucho menos las ten¨ªa la Generalitat, creada en 1931 y recuperada en 1977. Todo ello, adem¨¢s, afecta a un recinto que tiene car¨¢cter expiatorio: seg¨²n el credo cat¨®lico, contribuir a la finalizaci¨®n del templo descuenta tiempo de penitencia en el m¨¢s all¨¢. Adem¨¢s, en 1998 los obispos catalanes dieron luz verde al proceso de beatificaci¨®n de Antoni Gaud¨ª. Y por si todo ello no bastara, en 2005 la Unesco concedi¨® el rango de Patrimonio Mundial a la fachada del Nacimiento y a la cripta (no a la obra reciente), que se a?ad¨ªan a la lista de obras gaudinianas que ya gozaban de ese reconocimiento.
Seg¨²n reconocen diversos responsables municipales, el Ayuntamiento no ha visado nunca las obras en su conjunto. Tampoco ha intervenido su comisi¨®n de calidad, un organismo creado hace ocho a?os que emite dict¨¢menes -puede instar modificaciones o pronunciarse en contra- sobre los edificios singulares de la ciudad. Por ese dictamen han pasado, por ejemplo, desde el hotel de ?scar Tusquets en Diagonal Mar hasta la torre de las Aguas de Jean Nouvel, pasando por toda la zona del F¨®rum.
Las ¨²nicas reuniones que ha habido entre los responsables municipales y los del templo han sido para abordar temas como las molestias a los vecinos debidas a las obras o las afectaciones de la v¨ªa p¨²blica. "Se ha hablado tambi¨¦n del t¨²nel del AVE, pero no del proyecto en su conjunto, que es lo que nosotros queremos", resumi¨® un edil.
La falta de licencia de obras en regla motiva otras exenciones peculiares en la Sagrada Familia. Por ejemplo, el informe extendido por la direcci¨®n general de Patrimonio de la Generalitat cuando se trata de intervenciones en edificios catalogados. "Si quieres tocar un estucado m¨ªnimo de la casa Batll¨® interviene Patrimonio con un informe", ejemplific¨® un empleado de urbanismo a prop¨®sito de otro edificio gaudiniano catalogado de titularidad privada. Un portavoz del Departamento de Cultura confirm¨®, por su parte, que Patrimonio no ha elaborado ning¨²n informe de este tipo. "Por ley, la direcci¨®n general act¨²a cuando el Ayuntamiento le presenta un proyecto. La comisi¨®n de patrimonio redacta el informe y s¨®lo entonces el municipio autoriza o no la obra". "En el caso de la Sagrada Familia", a?adi¨®, "esta direcci¨®n general s¨®lo ha sido requerida por el Ministerio de Medio Ambiente para evaluar el impacto del t¨²nel en la obra. El departamento ha trasladado esa solicitud al Departamento de Obras P¨²blicas, que tiene los medios t¨¦cnicos y humanos adecuados para hacerlo. Pero s¨ª se ha asegurado estar presente en el proceso". Aparte de ¨¦sta, no ha existido m¨¢s relaci¨®n entre Patrimonio y Sagrada Familia.
Tampoco el Colegio de Arquitectos de Catalu?a, creado en 1931, posee planos visados del conjunto, aunque s¨ª de aspectos parciales. "La documentaci¨®n fechada entre 1931 y 1986 est¨¢ escrita a mano, por lo que no sabemos con exactitud qu¨¦ hay", declar¨® un responsable del archivo colegial. "Desde 1986 est¨¢ informatizado. Hay informes sobre aspectos menores, como la construcci¨®n del taller de la obra".
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