Holanda logra reforzar el poder de los parlamentos nacionales

Despu¨¦s de que el 62% de sus ciudadanos votaran no en el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n Europea, Holanda pens¨® que era urgente fomentar la participaci¨®n de los ciudadanos en la Uni¨®n. El primer ministro, el liberal Jan Peter Balkenende, achac¨® la derrota a la percepci¨®n de que la Constituci¨®n daba demasiado poder y soberan¨ªa a la UE. Tras declararse pro europeo, Balkenende propuso (como Reino Unido) suprimir los s¨ªmbolos que sonaran a s¨²per Estado (himno, Constituci¨®n, bandera) y abog¨® por dar a los Parlamentos Nacionales m¨¢s tiempo y poder para fiscalizar las decisiones que toma la Uni¨®n Europea.

La medida holandesa, conocida ya como la Tarjeta Naranja (en alusi¨®n a que el mecanismo funciona como una advertencia al legislador europeo), fue incluida anoche en la ¨²ltima propuesta alemana con nuevos detalles que refinan su funcionamiento. Pleno ¨¦xito de Holanda, que se complet¨® con una menci¨®n a las condiciones de adhesi¨®n que deben cumplir los nuevos pa¨ªses.

La filosof¨ªa de la nueva herramienta de subsidiariedad es que la Uni¨®n Europea no podr¨¢ imponer directivas si estas cuentan con la oposici¨®n de una mayor¨ªa simple de los votos atribuidos a los Parlamentos Nacionales (que son un total de 54, dos por pa¨ªs).

Seg¨²n el borrador del nuevo Mandato, si una mayor¨ªa simple objeta un proyecto de ley, la Comisi¨®n podr¨¢ mantenerlo, retirarlo o enmendarlo. Pero si lo mantiene deber¨¢ justificar en un informe razonado por qu¨¦ cree que el texto cumple el principio de subsidiariedad (es decir, si se aprueba en la instancia m¨¢s cercana al lugar de la decisi¨®n).

Recorte de poder

Para muchos socios, la idea supone un recorte del poder de la instituci¨®n que dirige Dur?o Barroso. Y de hecho, el primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Junker, mostr¨® su rechazo frontal a la idea al advertir que el "refuerzo de los Parlamentos Nacionales no debe conllevar una disminuci¨®n total o parcial del rol de iniciativa de la Comisi¨®n Europea".

La reforma, adem¨¢s, aumenta de seis a ocho semanas el periodo de tiempo que las C¨¢maras tienen para examinar las directivas. Alberto Navarro, secretario de Estado espa?ol para asuntos europeos, consider¨® la ampliaci¨®n del plazo como positiva, ya que conceder¨¢ m¨¢s tiempo a los Parlamentos auton¨®micos para pronunciarse.

En la cuesti¨®n de los criterios de adhesi¨®n, los holandeses tambi¨¦n se apuntan un tanto. Aunque quer¨ªan incorporar los criterios de Copenhague (respeto al Estado de Derecho y la Democracia, econom¨ªa de mercado y aplicaci¨®n de la legislaci¨®n europea), la propuesta alemana no los incluye tal cual, pero en un p¨¢rrafo invita a tomar en cuenta las condiciones de admisi¨®n decididas por el Consejo Europeo.