La maldici¨®n de los 170 herederos
Margherita Agnelli destapa la caja de los truenos al reclamar un nuevo reparto de la herencia
En las ¨²ltimas pesadillas de Gianni Agnelli aparec¨ªan 170 personas. Eran sus herederos. El patriarca de la gran dinast¨ªa industrial italiana muri¨® con el temor de que alg¨²n miembro de esa multitud familiar rechazara su testamento, acudiera a los tribunales e hiciera que el imperio de los Agnelli estallara en pedazos.
Cuatro a?os despu¨¦s de su desaparici¨®n, los temores del Avvocato parecen hacerse realidad. Fiat, al borde del colapso en 2003, vuelve a ganar dinero. Eso ha despertado ciertos apetitos. Margherita Agnelli, ¨²nica hija superviviente del patriarca, ya no se conforma con los 109 millones de euros, las fincas y el yate que acept¨® en 2004 a cambio de renunciar a las acciones del grupo. Pide m¨¢s. Y ha llevado a juicio a su madre, a su hijo mayor y a los tres abogados que gestionaron el testamento de Gianni Agnelli.
Margherita ya no se conforma con los 109 millones, las fincas y el yate que acept¨® en 2004
Algunas estimaciones se?alan que el 'Avvocato' ocult¨® en el exterior patrimonio por valor de 3.000 millones
La familia real de la Italia republicana est¨¢ habituada a pleitos y a desgracias. Las peleas, los esc¨¢ndalos y las muertes prematuras son casi una tradici¨®n. En este caso, tanto la demandante como los demandados subrayan que no est¨¢ en peligro la integridad de un imperio econ¨®mico que abarca desde la automoci¨®n (Fiat, Ferrari, Maserati, Alfa Romeo) hasta el f¨²tbol (Juventus), pasando por prensa (el diario La Stampa), turismo (Alpitour), papel (Sequana Capital), participaciones bancarias (Intesa-San Paolo) y servicios inmobiliarios (Cushman & Wakefield). El riesgo, sin embargo, existe. La propia Margherita amenaza en su demanda con la nulidad del pacto sucesorio de 2004, que puso a su hijo mayor, John Yaki Elkann, al frente de la familia y del grupo.
El Avvocato no ten¨ªa una gran opini¨®n sobre las cualidades de sus dos hijos. El var¨®n, Edoardo, era muy distinto al padre. Se aficion¨® a la astrolog¨ªa, tuvo problemas con la hero¨ªna, pareci¨® aproximarse al islam hacia el final de su vida, y muri¨® en noviembre de 2000 a consecuencia de una ca¨ªda desde un viaducto que la polic¨ªa consider¨® suicidio. Margherita, poetisa y pintora de vocaci¨®n, tuvo tres hijos (John, Lapo y Ginevra) de su primer matrimonio, con el escritor Alain Elkann, y otros cinco (Pietro, Sofia, Maria, Anna y Tatiana) del segundo matrimonio, con Sergio de Pahlen. El Avvocato bromeaba con crudeza sobre la fertilidad de Margherita, a la que llamaba "la prol¨ªfica".
A Gianni Agnelli le gustaban m¨¢s, como herederos, los hijos de su hermano Umberto. Y tuvo muy claro que deb¨ªa sucederle su sobrino mayor y casi hom¨®nimo Gianni Alberto Giovannino Agnelli. Pero Giovannino muri¨® de c¨¢ncer en 1997, con s¨®lo 33 a?os. Quedaba Andrea, hermano de Giovannino. Andrea trabajaba en el grupo, era (y es) profesionalmente apreciado por sus colaboradores y llevaba el apellido de la dinast¨ªa. Parec¨ªa el mejor candidato. Por alguna raz¨®n, sin embargo, cuando sinti¨® cercana la muerte, el Avvocato volvi¨® la vista hacia los hijos mayores de Margherita. Eligi¨® al primog¨¦nito, John, como nuevo cabeza de familia, y con s¨®lo 23 a?os le introdujo en el Consejo de Administraci¨®n. En 2003, a los 27 a?os, el ingeniero John Elkann asumi¨® las riendas del imperio.
No fue sencillo aplicar el testamento del Avvocato. Hab¨ªa que satisfacer a sus dos herederas naturales: la esposa, Marella Caracciolo, y la hija, Margherita. Y evitar que se desperdigaran las acciones de Ifi e Ifil, sociedades que controlaban el holding familiar. Gianluigi Gabetti, Franzo Grande Stevens y Sigfried Maron, los tres abogados de confianza de Gianni Agnelli, hab¨ªan creado una red de subsidiarias en para¨ªsos fiscales y una sociedad-caja fuerte, la Gianni Agnelli & Cia Sapaz, que depend¨ªa a su vez de otra sociedad-caja fuerte llamada Dicembre. El objetivo era que John tuviera m¨¢s de un tercio de Dicembre, y que, ali¨¢ndose con algunos familiares, pudiera dominarlo todo.
Junto a los tres abogados, en la aplicaci¨®n del testamento fue esencial la figura de Susanna Suni Agnelli, hermana del patriarca difunto. Suni, de 84 a?os, ex enfermera voluntaria en la guerra, ex diputada italiana y europea, ex ministra de Asuntos Exteriores y autora de un c¨¦lebre consultorio sentimental, es la encarnaci¨®n de la autoridad moral. "Mientras viva Suni, los asuntos de los Agnelli no se desmandar¨¢n", comenta una persona allegada a la familia.
La viuda no plante¨® ning¨²n problema. Margherita, s¨ª. No se declar¨® satisfecha con las explicaciones de los abogados y consider¨® que se le ocultaba informaci¨®n sobre las propiedades reales de su padre. Pero acab¨® aceptando una golosa oferta que inclu¨ªa 109 millones de euros, un palacio del siglo XVII con una inmensa finca alrededor, la maravillosa nave F100 y diversas propiedades inmobiliarias. A cambio, se retir¨® a su mansi¨®n suiza. Los dem¨¢s herederos, m¨¢s de 170, aceptaron el statu quo.
Contra pron¨®stico, Sergio Marchionne y Luca Cordero di Montezemolo, de quienes se rode¨® John Elkann para salvar Fiat, realizaron el milagro. Volvi¨® a entrar dinero en la caja familiar, y el resto del grupo recomenz¨® a funcionar normalmente.
Margherita debi¨® pensar en los cinco hijos de su matrimonio con Sergio de Pahlen y en que el dinero y las propiedades que hab¨ªa conseguido no bastar¨ªan quiz¨¢ para asegurarles una vida digna de la dinast¨ªa Agnelli. Seg¨²n algunas estimaciones, en las sociedades que el Avvocato hab¨ªa distribuido por el mundo para ocultar su patrimonio hab¨ªa unos 3.000 millones de euros, y a ella le hab¨ªan correspondido poco m¨¢s de 100. Margherita empez¨® a hablar con abogados. Algo debi¨® de llegar a o¨ªdos de Gabetti, Grande Stevens y Maron, los custodios del testamento del Avvocato, porque a mediados de mayo modificaron un cap¨ªtulo clave de los estatutos de la sociedad-caja fuerte, el referido a la cesi¨®n de acciones, para blindarla todav¨ªa m¨¢s.
El 31 de mayo, Margherita anunci¨®, a trav¨¦s de The Wall Street Journal, que citaba ante los tribunales a su madre y a sus hijos mayores para ser informada con exactitud sobre el patrimonio real de la familia y para lograr "una amistosa repartici¨®n de los bienes", bajo amenaza de declarar nulos los "pactos sucesorios" que dieron el poder a John. "No quiere informaci¨®n, quiere m¨¢s dinero", coment¨® un abogado que participa en los asuntos de la familia. John, el heredero, se declar¨® "dolorido como hijo" y "asombrado" ante la actitud de su madre. El hermano de John, Lapo, coment¨® que no sab¨ªa nada de su madre y que hac¨ªa mucho tiempo que la hab¨ªa borrado de su vida. "Suena duro, pero es as¨ª", dijo.
Las comparecencias judiciales comenzar¨¢n en oto?o, si no hay pacto previo. Los Agnelli entran de nuevo en fase de turbulencias.
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