Internet engorda O Corpi?o
El santuario acoge durante la novena y la romer¨ªa de este fin de semana unas 20.000 almas, pero el lugar recibe visitantes todos los d¨ªas del a?o y su fama se extiende gracias a la Red
"La cosa de Internet me tiene hasta los ... timbales". Jos¨¦ Donsi¨®n, rector del san
tuario de Nosa Se?ora do Corpi?o, roc¨ªa de agua bendita a los fieles que se agolpan en el altar con un vaporizador de pl¨¢stico, de ¨¦sos que se utilizan para refrescar las plantas. Y mientras, informa de los horarios de misa, recuerda a todo el mundo que ya es hora de comer y el alimento espiritual no basta, y atiende a la prensa sin perder el hilo. "Uso esto", dice levantando el aspersor, "porque hay que adaptarse a los tiempos", y porque "el hisopo" no es un instrumento pr¨¢ctico, "reparte mal" el agua y "moja mucho" donde cae.
Jos¨¦ Donsi¨®n, el exorcista m¨¢s c¨¦lebre de Galicia, incluso m¨¢s que Jos¨¦ Luis Portela, el de la parroquia de San Campio, en Tomi?o, ve c¨®mo ¨²ltimamente se le multiplica el trabajo, y todo, por culpa de la Red y de algunos programas de cadenas estatales que recurren a la c¨¢mara oculta para elaborar sus reportajes. "Dos veces me vinieron a grabar sin que yo me enterase, y tambi¨¦n los de la prensa escrita contaron con pelos y se?ales algunos exorcismos sin mi permiso". Desde entonces, sus superiores en la di¨®cesis de Lugo le dieron un aviso al sacerdote. Y desde entonces, Donsi¨®n, chit¨®n. El cura ya no quiere contar, pero recibe m¨¢s cuerpos y almas en pena que nunca.
"Silencio, por favor", dice el cura, "que si hacemos tanto ruido Dios no nos escucha"
"Me llaman de todas partes, gente de toda Galicia y de otros pa¨ªses, gente de Catalu?a, de Vascongadas, de Andaluc¨ªa, se?oras y se?ores que tienen problemas gord¨ªsimos y creen que est¨¢n endemoniados". Pero luego, cuando al fin vienen a este templo de la parroquia lalinesa de Santa Baia de Los¨®n, resulta que "no es un diablo lo que tienen en el cuerpo, porque posesiones diab¨®licas s¨®lo se da una de entre cada mil personas".
"Muchas personas est¨¢n dominadas", s¨ª, por una fuerza ajena, "pero en la mayor¨ªa de los casos se trata de posesiones espirituales. Casi siempre", seg¨²n el veterano exorcista, "m¨¢s dif¨ªciles de curar, porque el demonio huye del agua bendita y la cruz, pero algunas personas" que se instalan en los cuerpos "no tienen miedo a Dios ni a los santos" y se dan muchos palos de ciego antes de saber c¨®mo combatirlas.
Seg¨²n la Guardia Civil, entre la novena de los d¨ªas anteriores y la romer¨ªa, que se estren¨® ayer a las 9 de la ma?ana y dura todo el fin de semana, por este lugar pueden llegar a pasar 20.000 personas, una marejada humana equivalente a toda la poblaci¨®n del municipio de Lal¨ªn. Hoy es el d¨ªa grande de la fiesta de Nosa Se?ora do Corpi?o, y los religiosos esperan la mayor afluencia de devotos. Los religiosos, y los agentes del orden; y los de Protecci¨®n Civil; y los santones espont¨¢neos que vienen a repartir bendiciones haci¨¦ndole la competencia a los curas; y los vendedores de cerezas aut¨®ctonas, del Bierzo y del Jerte a 4 euros el kilo; y los propietarios de una docena de leiras que reparten el negocio de los aparcamientos (y cobran a 3 euros la plaza); y los puestos de pulpo y churrasco (de 6 a 9 euros m¨¢s otros 2 de pan por barba).
En la carretera que lleva a O Corpi?o se apelotonan hasta ocho parroquias y santuarios (Os Remedios, Os Dolores, Anzo, Santa Eulalia, Olalla o Baia...), pero a los pies de ninguna de ellas, salvo de la de O Corpi?o, han crecido los bares. Aqu¨ª, los restaurantes y tabernas ocupan los bajos de casi todas las casas.
Los mercaderes rodean el templo de forma permanente porque permanentemente hay clientela. "?ste es el ¨²nico santuario que yo conozca que abre todos los d¨ªas -todas las tardes, al menos- y que todos los d¨ªas est¨¢ repleto de gente", presume Jos¨¦ Donsi¨®n. A diario, en el templo de O Corpi?o, se celebran "bendiciones" bajo la mirada pintada con sombra azul de una Virgen que luce un manto de terciopelo verde; una capa que bord¨® en oro una fiel ferrolana, "ciega y trasplantada", y que est¨¢ valorada en m¨¢s de "un mill¨®n de pesetas". Hoy cuesta un poco m¨¢s porque lleva 145 euros en billetes prendidos del encaje con imperdibles.
En estas ceremonias, se puede asistir a exorcismos ocasionales y a cotidianas luchas entre Donsi¨®n y otro tipo de fuerzas sobrenaturales. ?l no quiere hablar, pero algunas de las asistentes a estos rituales, que hoy tampoco fallan, hablan en su lugar.
Seg¨²n Mercedes Vi?as, "todo lo que se pueda contar es poco". "Aqu¨ª, por las tardes, se juntan enfermos por fuera y por dentro, gente separada y con hijos que tiene depresi¨®n, mujeres de marineros que andan angustiadas y muchos pose¨ªdos por los muertos". El demonio, tal y como revela otra romera que no da su nombre pero viene con frecuencia desde Moa?a, "no hace tanto da?o como los difuntos. Aqu¨ª se dice que al morir quedan vagando porque no quieren irse a las tinieblas y se agarran a la luz". La semana pasada, no hay que buscar m¨¢s lejos, los fieles presenciaron un enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre el rector del santuario y "una chica de Lugo" que "estaba pose¨ªda por dos difuntos".
Los que aqu¨ª saben de este tipo de dolencias del esp¨ªritu dicen que es f¨¢cil diagnosticar el mal, porque "los pose¨ªdos huelen a muerto y tienen la mirada cansada". A veces padecen dolores en el cuerpo o "no pueden andar", y eso es porque el fallecido, al expirar, estaba enfermo o "cojeaba de una pierna". Es famoso en O Corpi?o, el caso de un hombre que fue degollado y enterrado "bajo las ra¨ªces de un pino y al lado de un regato". Este muerto, seg¨²n los devotos, todav¨ªa se le resiste a Donsi¨®n, y sigue morando en el cuerpo de una mujer que aqu¨ª viene a tratarse.
La joven en cuesti¨®n, sentada en uno de los bancos de la iglesia que hoy, para dejar espacio a los peregrinos, se apilan encadenados sobre la hierba, emit¨ªa ruidos y "contagiaba su agresividad". Donsi¨®n enseguida la percibi¨®, se dirigi¨® a ella y empez¨® a preguntarle, cada vez m¨¢s fuerte, a los muertos que "qu¨¦ quer¨ªan". "?Quieres cuatro misas?, ?quieres m¨¢s?, ?habla!", dice Florinda Pintos Riobo¨® que grit¨® el cura. "Y entonces, la chica entr¨® en trance y el cuerpo empez¨® a levantarse. Y los muertos, primero uno y luego el otro, comenzaron a gru?ir por la boca de ella, que no se estaba enterando de nada".
Al final, el sacerdote agarr¨® a la chica por la cintura "para que no subiese" y "no se sabe c¨®mo", los muertos "liscaron". Como hab¨ªan conseguido arrancar la promesa de unos rezos por sus almas, dejaron a la mujer en paz. "Y la chica, al despertar, sinti¨® tal alivio y tal agradecimiento que se abraz¨® a don Jos¨¦ y empez¨® a besarle la cara toda".
Estas "bendiciones" que terminan en batalla y que siguen produci¨¦ndose en este escenario, aunque el obispado intente silenciarlas, no se ven en los d¨ªas de romer¨ªa. Ayer y hoy, el espect¨¢culo son las misas que Jos¨¦ Donsi¨®n, este cura amable y dicharachero, que adem¨¢s es gaiteiro y fabricante de gaitas, anima a trav¨¦s del meg¨¢fono con mensajes gloriosos: "Ese se?or de ah¨ª, que apague la vela, que hoy somos muchos y si prende puede haber muchos muertos", "silencio, por favor, que si hacemos tanto ruido Dios no nos escucha".
Pero el momento cumbre son las dos procesiones, una ayer y otra hoy, que discurren antes de comer alrededor de la iglesia y que, solamente en dar una vuelta de 300 metros, emplean hora y media. La peculiaridad no son los penitentes que avanzan hacia el templo descalzos o de rodillas, y que claramente van a menos (esta vez, s¨®lo hinc¨® la r¨®tula el palense Eduardo S¨¢nchez Rivas), sino el hecho de que el p¨²blico camine en sentido contrario a la marcha que llevan la Virgen y sus porteadores. Mientras ¨¦stos levantan lo m¨¢s que pueden las andas, un barullo de fieles, que la Guardia Civil logra ordenar a medias, se cuela por debajo y sale por detr¨¢s.
Lo tienen que hacer tres veces (amor, dinero y salud) o tantas como quieran pero siempre en n¨²mero impar. Las rondas pares, eso lo sabe todo el mundo, se anulan y gafan el milagro.
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