El legado de Juan de la Cierva

Aeronaves de seis cent¨ªmetros. De 120 miligramos de peso. La investigaci¨®n no se detiene y tanto en Francia como en Estados Unidos hay proyectos que se centran en obtener las llamadas lib¨¦lulas, min¨²sculas aeronaves no tripuladas que permiten recabar informaci¨®n en zonas contaminadas, o de dif¨ªcil acceso. Pero los aviones no tripulados no han sido los ¨²nicos protagonistas del sal¨®n de Le Bourget de este a?o.

Los cuellos se estiran, las gafas de sol brillan. El Mig 29 est¨¢ a punto de despegar. "Prep¨¢rense para el momento estelar, ?el vuelo de un avi¨®n que ejecuta maniobras que van en contra de las leyes de la f¨ªsica y de las costumbres del pilotaje!", se anuncia con tono entusiasta desde megafon¨ªa. Un avi¨®n ruso con una gigantesca estrella a sus espaldas inicia su despegue. No hay m¨¢s que recordar las maniobras de las aeronaves en La guerra de las Galaxias para describir c¨®mo se mueve por el cielo. Tumbados, giros sobre s¨ª mismo, paradas en seco, dobles saltos mortales. Es lo que ejecuta el Mig 29 en el cielo de Par¨ªs. Este avi¨®n, que fue concebido a principios de los ochenta y es uno de los m¨¢s vendidos del mundo, empieza de pronto a desplazarse por el cielo como si estuviera de pie, formando una perfecta perpendicular con el suelo. El p¨²blico alza la vista, ensimismado. A pesar de la espectacularidad, los aplausos del final de la exhibici¨®n, arrancan t¨ªmidos y se sofocan de inmediato. Las m¨¢quinas que surcan el cielo no son juguetes. Son armas para la guerra.

El nombre de Juan de la Cierva y el de su c¨¦lebre autogiro suenan de pronto en la megafon¨ªa de Le Bourget. Son los precedentes que se citan para presentar el Bell Augusta 609, una de las estrellas de este sal¨®n, una mezcla de helic¨®ptero y avi¨®n, un convertible de aviaci¨®n civil. El BA 609 despega en vertical, como un helic¨®ptero. Tomada una cierta altura, sus h¨¦lices rotan y se convierten en h¨¦lices propulsoras. Entonces pasa a comportarse como un avi¨®n. Tiene capacidad para nueve pasajeros y pesa ocho toneladas. Manuel Mulero, gran experto espa?ol en UAV, est¨¢ intentando sacar adelante un proyecto similar: el transformable del proyecto Hada. Despega como helic¨®ptero y vuela como avi¨®n.

Pero si una estrella ha habido en los cielos de Le Bourget estos d¨ªas, ha sido el gigantesco A-380, que aparte de haber conseguido records hist¨®ricos en sus ventas durante el sal¨®n, ha impresionado en sus vuelos y sobre la pista: con sus 73 metros de largo y sus m¨¢s de 24 metros de altura, es el avi¨®n civil m¨¢s grande del mundo. Por no hablar del actor John Travolta, que, ni corto ni perezoso, se plant¨® en Le Bourget a los mandos de un Boeing 707 del a?o 1958. S¨ª, lleg¨® pilotando su propio avi¨®n, comprado a la compa?¨ªa Qantas. Travolta es un apasionado de los aviones pero no s¨®lo eso, tambi¨¦n un experimentado piloto. Cont¨® que estaba totalmente seducido por el A-380, la estrella de Airbus, un avi¨®n que, cont¨®, ¨¦l ya prob¨® hace a?o y medio en Australia.