Lucha por la 'tarta' de la Ley de Dependencia
Las cooperativas piden prioridad en los concursos de la Administraci¨®n frente a las multinacionales
La Ley de Protecci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y de las Personas en Situaci¨®n de Dependencia ha desatado una enconada lucha entre el sector cooperativo y las grandes empresas multinacionales que operan en los servicios sociales. El objetivo no es otro que hacerse con el mayor trozo posible de una tarta que, s¨®lo en Andaluc¨ªa, va a repartir este a?o 128 millones de euros en el incremento de recursos y personal para atender a las 40.000 personas consideradas de gran dependencia en la comunidad. Las cooperativas defienden su papel social para reclamar que se les prime en los concursos de la Administraci¨®n, pero las grandes empresas dicen que eso ser¨ªa incurrir en competencia desleal.
El sector sociosanitario de las cooperativas andaluzas, que agrupa a m¨¢s de 120 entidades que emplean a unas 7.000 personas, ha reclamado de la Administraci¨®n un pacto por la dependencia en el que plantean la inclusi¨®n de cl¨¢usulas sociales en las concesiones administrativas que primen a las entidades a la hora de gestionar servicios como la ayuda a domicilio o las residencias o centros de estancia diurna para personas dependientes.
"El Estado del bienestar responde a los principios de solidaridad por el que se rige el mundo de la econom¨ªa social, y las cooperativas son las entidades m¨¢s id¨®neas para la prestaci¨®n de servicios sociales, ya que su toma de decisiones se basan en la persona y no en el capital", apunta Andr¨¦s Rodr¨ªguez, presidente del sector sociosanitario de la Federaci¨®n Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Faecta). A su juicio, el modelo utilizado en sectores como la educaci¨®n, donde existen m¨¢s de 200 cooperativas en Andaluc¨ªa, puede servir como ejemplo para repetir la experiencia en el campo de la atenci¨®n a dependientes.
La reacci¨®n de las cooperativas tiene su fundamento en la p¨¦rdida de peso espec¨ªfico que est¨¢n sufriendo en los ¨²ltimos a?os en el campo de los servicios sociales, frente a las grandes empresas multinacionales. Si hace una d¨¦cada, m¨¢s del 50% de los centros de atenci¨®n a personas dependientes estaba gestionado por entidades sociales, hoy est¨¢n presentes en menos de un tercio. La ¨²ltima semana se ha conocido un nuevo caso donde se pone de manifiesto el poder las multinacionales. El Ayuntamiento de Granada ha adjudicado el servicio de ayuda a domicilio a la multinacional Clece -perteneciente al grupo ACS- porque su oferta hab¨ªa sido m¨¢s barata que la de la cooperativa granadina Abenzonar, que llevaba 21 a?os gestionando esta prestaci¨®n a m¨¢s de 2.000 ancianos impedidos. Sin embargo, la oferta m¨¢s barata se ha convertido ahora en la m¨¢s cara, puesto que los usuarios del servicio van a tener que pagar casi un 20% m¨¢s, una medida que ha sido duramente criticada por los grupos de la oposici¨®n del ayuntamiento granadino por entender que se ha "mercantilizado" con los mayores. No s¨®lo el grupo ACS est¨¢ apostando fuerte por los servicios sociales, tambi¨¦n hay otras multinacionales como Sacyr Vallehermoso y otras entidades como Caja Madrid o Mapfre y hasta importantes grupos inmobiliarios.
"Primar a las cooperativas en los concursos p¨²blicos ser¨ªa incurrir en competencia desleal, las empresas estamos m¨¢s fiscalizadas y t¨¦cnicamente estamos al mismo nivel, o incluso por encima, para prestar el servicio", se?ala una portavoz de la delegaci¨®n andaluza de Clece, una multinacional que gestiona 16 contratos de ayuda a domicilio en Andaluc¨ªa y seis centros de atenci¨®n a mayores. Esta empresa, que se dedica tambi¨¦n a la obra p¨²blica, la limpieza o la restauraci¨®n de inmuebles, ha experimentado un crecimiento superior al 15% anual en la gesti¨®n de centros de mayores, y ya controla m¨¢s de 3.500 plazas residenciales en toda Espa?a.
Tampoco los sindicatos permanecen ajenos al debate social de una Ley que, seg¨²n los c¨¢lculos, generar¨¢ cerca de 300.000 puestos de trabajo. Antonio Hurtado, de Comisiones Obreras en Ja¨¦n, apuesta por la calidad del empleo bajo la premisa de la estabilidad laboral y de los ratios de plantillas suficientes para prestar los servicios encomendados. Desde la Junta de Andaluc¨ªa, que dispone de un tel¨¦fono de informaci¨®n (902 166 170) para atender todo tipo de consultas sobre la puesta en marcha del sistema de atenci¨®n a la dependencia, se elude entrar en la controversia entre cooperativas y empresas. No obstante, entre las primeras hay confianza en que se haga valer el apartado de la Ley de la Dependencia donde se califica a las entidades sociales (entre ellas Cruz Roja y C¨¢ritas) como el tercer sector en la aplicaci¨®n y desarrollo de la norma.
Durante la ¨²ltima asamblea general de Faecta, la directora general de Personas Mayores de la Junta, Soledad P¨¦rez, se brind¨® a firmar un convenio de colaboraci¨®n con las cooperativas de servicios sociales para la aplicaci¨®n de la Ley de Dependencia.
11 a?os de cuidadora
Desde hace 11 a?os, la vida de Encarnaci¨®n Sevilla, de 45 a?os y vecina de La Guardia (Ja¨¦n), se ha convertido en una rutina, que le condiciona cualquier proyecto personal o profesional. Adem¨¢s de llevar hacia delante a su familia, su marido y tres hijos, tiene que estar pendiente, de d¨ªa y de noche, de su suegra, Ana Mar¨ªa, de 89 a?os, que, desde que en marzo de 1996 sufri¨® un infarto cerebral, se encuentra en la cama como un vegetal.
Encarnaci¨®n se las tiene que apa?ar sola para cambiarla, limpiarla, darle de comer a trav¨¦s de una sonda por la nariz y, si le queda tiempo, hacerle compa?¨ªa. Ana Mar¨ªa es una de las 40.000 personas consideradas de gran dependencia que hay en Andaluc¨ªa. Por si fuera poco, Encarnaci¨®n tiene que cuidar tambi¨¦n de su suegro, de 85 a?os, que s¨ª puede valerse por s¨ª solo aunque sufre constantes depresiones.
"La Ley de Dependencia est¨¢ muy bien. En mi caso, lo m¨¢s importante no es que me den dinero por cuidar de mis suegros, sino que me pongan alguna ayuda para hacer el trabajo m¨¢s pesado porque cada vez me cuesta m¨¢s", se?ala Encarnaci¨®n. Encarnaci¨®n s¨®lo ha disfrutado tres meses, de forma gratuita, del servicio de ayuda a domicilio gracias al programa extraordinario de atenci¨®n del Gobierno central.
Guarder¨ªa de mayores
El Centro de Estancia Diurna Reina Sof¨ªa de Albolote (Granada) simboliza muy bien la pujanza del movimiento cooperativo sociosanitario en Andaluc¨ªa. El centro pertenece a Trassa (Transformaci¨®n Sociosanitaria Andaluza), una sociedad cooperativa de integraci¨®n compuesta por siete entidades: Sierra Nevada, Macrosad, Grupo Addu, Itaca Construcciones, Comec¨®n, Sierra Nevada Multiservicios y Promotora Inmobiliaria de Trebujena Conhogar.
"El centro es una especie de guarder¨ªa para mayores, personas con una alta dependencia que no pueden valerse por s¨ª solas", explica Alicia Carrillo, directora del centro Reina Sof¨ªa, que cuenta con 40 plazas, un tercio de ellas concertadas con la Junta.
Con precios que oscilan entre los 300 y los 600 euros mensuales, dependiendo de si hay o no transporte, el centro ofrece en horario diurno toda la atenci¨®n social y sanitaria que necesitan estas personas, la mayor¨ªa afectadas por patolog¨ªas severas. Adem¨¢s, el complejo cuenta con un centro de d¨ªa para mayores con unos 200 socios. Ambos centros est¨¢n ubicados en los bajos de un edificio de alojamientos para mayores con 60 viviendas gestionado en r¨¦gimen de alquiler por el Ayuntamiento de Albolote.
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