Un amor por fin correspondido
Juande Ramos y el f¨²tbol han vivido un cortejo largo, con diversas etapas de incertidumbre y que finalmente ha alcanzado algo muy cercano al ¨¦xtasis. Juan de la Cruz Ramos (Pedro Mu?oz, Ciudad Real; 1954) siempre quiso al f¨²tbol, pero ha tardado en sentirse correspondido. Incluso es posible que tras las dos temporadas que lleva en el Sevilla, en las que ha conseguido cuatro flamantes trofeos para su vitrina y el elogio pr¨¢cticamente un¨¢nime a su desempe?o, a¨²n se proteja ante su pasi¨®n.
Ramos se dio cuenta bastante pronto de que su relaci¨®n con el f¨²tbol tendr¨ªa m¨¢s futuro en el plano intelectual que en el f¨ªsico. Lo mejor que se puede decir de su carrera como futbolista es que le sirvi¨® para profundizar en el roce y, como consecuencia, en el embeleso por el juego. Sab¨ªa lo que hab¨ªa que hacer pero no era capaz de hacerlo.
"Estoy muy satisfecho conmigo mismo, mi carrera siempre ha ido en ascenso y he alcanzado metas que no pod¨ªa so?ar cuando empezaba", destacaba Ramos en una entrevista con este diario la pasada semana. Desde sus comienzos en las categor¨ªas inferiores del Elche, su trayectoria siempre ha estado marcada por una aproximaci¨®n cient¨ªfica al f¨²tbol en busca de la ecuaci¨®n que mejor conjugara los elementos disponibles con el resultado deseado.
Tras su paso por el Alcoyano y el Levante, y tras dejar al Logro?¨¦s en Primera, el Barcelona le fich¨® para que se hiciera cargo de su equipo filial. Eso le cre¨® uno de los principales conflictos de su carrera. Ramos ve¨ªa su trabajo de entrenador como el responsable de encontrar el mejor modelo para gestionar a una plantilla. Pero en los filiales, sobre todo en el azulgrana, lo que se pide es el mayor mimetismo posible con lo que se conoce como el primer equipo.
Tras pasar por el Lleida, en el Rayo encontr¨® el mejor sitio para modelar una obra propia. Primero convenci¨® con su trabajo a la familia Ruiz Mateos de que no hab¨ªa por qu¨¦ cambiar de entrenador todos los a?os. Llev¨® al equipo a Primera con la proeza a?adida de alcanzar los cuartos de final del Copa de la UEFA en 2001. "Es el mejor estratega que he conocido en el mundo del f¨²tbol", dice de ¨¦l Julen Lopetegui, el portero del conjunto vallecano en esa etapa.
El caprichoso propietario del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, se lo llev¨® al conjunto andaluz, en donde, a pesar de dejar al equipo clasificado para la UEFA y haber ocupado el liderato durante varias jornadas, no fue capaz de mitigar la visi¨®n saturnina del f¨²tbol de Ruiz de Lopera, que acord¨® meses antes del final de la temporada un contrato con V¨ªctor Fern¨¢ndez. "Si puedo ir en un Mercedes para qu¨¦ voy a tener un Renault", resumi¨® a su estilo el presidente verdiblanco.
Este batacazo, junto al que se dio en el Espanyol, al que entren¨® durante cinco jornadas y del que sali¨® entre gritos y descalificaciones mutuas, avinagraron el car¨¢cter del manchego y alimentaron su sensaci¨®n de estar infravalorado en el negocio.
La buena temporada 2003-2004 en el M¨¢laga le devolvi¨® gran parte de su autoestima y le proporcion¨® las fuerzas para decidirse a pasar un a?o en barbecho a la espera de una oferta que ¨¦l considerara a su altura. Y ¨¦sta lleg¨®. El presidente sevillista, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, daba por finalizado el ciclo de Joaqu¨ªn Caparr¨®s y escogi¨® a Ramos para construir un nuevo Sevilla. La historia posterior ya se sabe: dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y, sobre todo, la admiraci¨®n de todos los que hacen su mismo trabajo.
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