China descubre el Museo del Prado

La gran mayor¨ªa de los chinos no sabe qui¨¦n es Goya, tampoco ha o¨ªdo hablar nunca de Vel¨¢zquez. Con suerte, le suena el nombre de Pablo Picasso. Su pa¨ªs, nominalmente comunista aunque ya entregado al capitalismo -en la ¨²ltima d¨¦cada su econom¨ªa ha crecido un 9,5%-, no ha hecho m¨¢s que empezar a abrirse al exterior. Eso es lo malo. Y tambi¨¦n lo bueno. Despu¨¦s de tantos a?os de aislamiento, todo interesa, ya sea por nuevo, por diferente, por ex¨®tico o por hist¨®rico. O por una mezcla de todo eso, como ocurre, dicen, con el Museo del Prado, que hoy desembarca en el National Art Museum of China (Namoc) de Pek¨ªn con la exposici¨®n De Tiziano a Goya.

La muestra, organizada por la Sociedad Estatal para la Acci¨®n Cultural Exterior (Seacex) en el marco del A?o de Espa?a en China, descubre las entra?as del Prado a trav¨¦s de 52 ejemplos de la tradici¨®n del arte occidental de los siglos XVI a XIX. Con la abstracci¨®n refinada de Tiziano, el expresionismo de El Greco (Cristo abrazado a la cruz), la sensualidad de Rubens (Ninfas y s¨¢tiros), el realismo de Ribera y Zurbar¨¢n, el desenfado impresionista de Vel¨¢zquez o la modernidad de Goya (La gallina ciega), como dice su director, Miguel Zugaza. Pero lo hace con cautela. "Las meninas no deben salir del Prado", justifica el responsable de la pinacoteca. "?sta es la exposici¨®n posible para presentarse fuera de Espa?a. En todo caso, aqu¨ª hay obras representativas de Vel¨¢zquez". Entre ellas, y un tanto esquinada, Vista del jard¨ªn de la Villa Medici de Roma.

Zugaza: "Aspiramos a dejar claro que no se puede entender el impresionismo sin las aportaciones de la pintura espa?ola"

En un pa¨ªs en el que el Gobierno a¨²n mantiene, por ejemplo, el control de los medios de comunicaci¨®n, el comisario de la muestra, Juan Luna, no ha encontrado cortapisas a su trabajo. Ha planteado en cuatro cap¨ªtulos -renacimien-to del siglo XVI, barroco (inicios y apogeo con las escuelas italiana, francesa, espa?ola...) y obras m¨¢s representativas del siglo XVIII- exactamente el mismo relato que tuvo en mente desde el principio para explicar el Prado y el arte cl¨¢sico occidental. "He trabajado con total libertad", asegura entre flases fotogr¨¢ficos y deshumidificadores de aire. "Lo ¨²nico que le pidieron es La Venus recre¨¢ndose con el amor y la m¨²sica, de Tiziano. Y ah¨ª est¨¢, junto a El quitasol, de Goya, su particular gui?o a China, naturalezas muertas y otras piezas cargadas de referencias hist¨®ricas, mitol¨®gicas o religiosas ajenas a la cultura oriental".

"Para nosotros todo esto es nuevo, diferente y, por tanto, nos resulta ex¨®tico, interesante y nos atrae", dice Zhao Xu, periodista de la televisi¨®n CCTV. "Creo, adem¨¢s, que esta muestra

[que llegar¨¢ al Shanghai Art Museum el 12 de septiembre] ayudar¨¢ a conocer la Espa?a que se esconde tras los estereotipos, tras el flamenco y las corridas de toros. S¨¦ que su cultura, m¨¢s all¨¢ de lo ruidoso y lo pasional, tiene tambi¨¦n una vertiente silenciosa y seria".

Manet lo descubri¨® en 1865 cuando visit¨® el Prado y conoci¨® a Vel¨¢zquez, el pintor de pintores, seg¨²n le dijo a su amigo Fantin Latour. Con esta exposici¨®n que inauguran hoy los Reyes, se busca despertar esa misma fascinaci¨®n en alguno de los m¨¢s de 1.300 millones de habitantes de este pa¨ªs. ?se es uno de los retos; el otro, lo resume as¨ª Zugaza: "El director del Namoc, Fan Di'An, nos lanz¨® un desaf¨ªo, superar el ¨¦xito que lograron los franceses

con su exposici¨®n de los impresionistas". La visitaron 370.000 personas en 52 d¨ªas. "Pero nosotros a lo que aspiramos sobre todo es a dejar claro que no se puede entender el impresionismo sin las aportaciones de la pintura espa?ola".

"La mayor¨ªa de los chinos a¨²n no conoce a Vel¨¢zquez", asegura una colaboradora de Fan Di'An. "Ahora, estoy segura de que la mayor¨ªa de los espa?oles tampoco saben qui¨¦n es Shi Tao, uno de nuestros grandes pintores del siglo XVII. El camino hacia el conocimiento debe hacerse en los dos sentidos".