El fin de la ocupaci¨®n
Los propietarios de unas viviendas de Sevilla tardan un a?o en conseguir un desolojo
"Hemos tardado m¨¢s de un a?o en conseguir que se vayan. No se puede echar todo a perder por la lentitud de la burocracia del Ayuntamiento", advert¨ªa por tel¨¦fono a media ma?ana de ayer la propietaria de una manzana de viviendas ubicada frente al puente de la Barqueta de Sevilla, en el barrio de la Alameda. El aviso se lo est¨¢ lanzando a un interlocutor de la empresa municipal de limpieza (Lipasam), que le acaba de dar un plazo de "dos o tres d¨ªas" para ir a limpiar los desechos que han dejado alrededor de un centenar de ocupas, en su mayor¨ªa de origen rumano, que abandonaron ayer el inmueble por orden judicial.
La propietaria lo tiene todo listo para tapiar las casas y evitar que vuelvan a entrar, pero no puede hacerlo hasta que retiren la basura que se acumula en algunas casas. La ocupaci¨®n ilegal, que empez¨® en marzo de 2006, se ha resuelto al final en cinco d¨ªas. Los que marcaba el plazo de la orden de desalojo dictada por el Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Sevilla. "Ha sido m¨¢s f¨¢cil de lo que esper¨¢bamos", reconoce la propietaria, que prefiere no dar su nombre. "Porque las calumnias quedan. A m¨ª me han acusado de traer a los rumanos para echar a los inquilinos, de querer que esto se cayera", explica.
"Me han acusado de traer a los rumanos para echar a los inquilinos legales"
El ultim¨¢tum del juez cumpl¨ªa ayer y aunque la polic¨ªa se present¨® en el edificio a primera hora de la ma?ana, no tuvo que intervenir. Todos los ocupas (una decena de espa?oles y casi un centenar de rumanos) hab¨ªan ido abandonando las casas en los ¨²ltimos d¨ªas para evitar problemas con la justicia. Aunque, seg¨²n la propietaria y las cinco familias con t¨ªtulo legal de alquiler, antes de marcharse se han llevado tuber¨ªas, sanitarios y cualquier objeto susceptible de ser vendido. Atr¨¢s han dejado algunas tablas de madera, restos de comida y un olor nauseabundo.
La sociedad propietaria (Barqueta Sociedad Civil) y la Oficina T¨¦cnica de Asesoramiento a Inquilinos en Situaci¨®n de Abuso (Otainsa) se reunir¨¢n hoy para decidir el futuro del edificio. "Lo l¨®gico es rehabilitarlo. Los inquilinos con contrato tendr¨¢n que irse fuera mientras duren las obras y luego podr¨¢n volver", aseguraba ayer la due?a. Pero los arrendatarios no terminan de cre¨¦rselo. Sospechan que la intenci¨®n es construir viviendas de renta libre y aseguran que llevan tiempo soportando "presiones" para que abandonen el edificio. "Me parece bien que lo arreglen pero me tendr¨¢n de alojar en otro sitio porque yo no tengo dinero para irme a ninguna parte", explicaba ayer Mar¨ªa Barrera.
Se supon¨ªa que ten¨ªa que ser un d¨ªa de alivio tras los meses de dif¨ªcil convivencia con los ocupas, pero Mar¨ªa, su marido y su vecina m¨¢s cercana llevan un d¨ªa sin agua. "Como han robado las tuber¨ªas esto pasa cada dos por tres. Se lo he dicho a la due?a, pero dice que hoy tiene cosas m¨¢s importantes que solucionar", lamenta la vecina.
Mientras una cuadrilla de tres alba?iles tapian las puertas de las viviendas que han quedado vac¨ªas y sin basura en su interior, dos guardias de seguridad contratados por la due?a colocan candados en las puertas de las casas a las que a¨²n no han llegado los obreros. "Los guardias vigilar¨¢n el edificio d¨ªa y noche hasta que todas las casas est¨¦n tapiadas", explica la due?a.
Alg¨²n ex ocupa de origen rumano merodea todav¨ªa al mediod¨ªa por el edificio, pero desiste ante la presencia de dos agentes de la polic¨ªa local. El que s¨ª se atreve a protestar es un ex inquilino ilegal espa?ol, que ha estado viviendo en el inmueble con su mujer dos a?os y, como el resto, se tuvo que marchar ayer. "Ahora estoy en la calle y no me queda m¨¢s remedio que delinquir", aseguraba. "Pod¨ªan haber hecho alguna excepci¨®n. Yo no daba problema como otros".
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