Familia de ca¨ªnes

Alg¨²n programador televisivo ya lo tiene en mente. Tras los ¨¦xitos internacionales de formatos como Supernanny y SOS adolescentes, pronto llegar¨¢ algo as¨ª como ?Socorro, treinta?eros!, en el que los padres acudir¨¢n a soci¨®logos y psic¨®logos para intentar que, de una vez por todas, sus hijos rompan el cord¨®n umbilical y den el salto a la independencia.

Cierto que la situaci¨®n econ¨®mica est¨¢ dif¨ªcil fuera de la burbuja hogare?a, pero de ah¨ª a la vagancia del privilegiado hay s¨®lo una delgada l¨ªnea. Como la que hace tiempo que sobrepasaron los hermanos de la interesante, austera y antip¨¢tica Propiedad privada, segunda pel¨ªcula del belga Joachim Lafosse, que presenta un panorama en el que padres e hijos rivalizan en soberbia, holgazaner¨ªa, desconsideraci¨®n, ego¨ªsmo y groser¨ªa.

A trav¨¦s de planos fijos, sin apenas acompa?amiento musical, y de una diab¨®lica recopilaci¨®n de actitudes, Lafosse analiza el mito de Ca¨ªn y Abel para transportarlo a un territorio m¨¢s terror¨ªfico, en el que Abel es casi m¨¢s tel¨²rico que Ca¨ªn, Ad¨¢n pasa por esconderse detr¨¢s de una supuesta nueva vida y Eva parece encantada por la serpiente.

El espectador queda as¨ª sin asideras ¨¦ticas o de empat¨ªa a las que agarrarse, a la intemperie esquizofr¨¦nica y moral, ya que el autor no abre ventana alguna con la que ofrecer una m¨ªnima defensa a los personajes. El estallido de violencia se ve venir desde la lejan¨ªa. Sin embargo, Lafosse lo impone s¨®lo formalmente (una demoledora m¨²sica disonante que reverbera en los o¨ªdos como una u?a en una pizarra), mientras en el fondo se escapa con un desenlace abierto un tanto cobarde.

Tr¨¢iler 'Propiedad privada'