La Guerra Civil, con letra de mujer extranjera

Pocos temas han seducido tanto a los escritores extranjeros como la Guerra Civil espa?ola. George Orwell, John Dos Passos, Indro Montanelli o Ernest Hemingway son s¨®lo unos cuantos nombres de los muchos intelectuales que escribieron sobre la tragedia a pie de trinchera. Su mirada ha sido fundamental para comprender lo ocurrido durante los tres a?os que dur¨® la guerra. Pero faltaba algo. Entre la amplia lista de autores, m¨¢s de uno buscaba nombres de las muchas mujeres que por aquellos a?os eran firmas consagradas en el mundo literario.

Y, ciertamente, no fue un tema reservado a los hombres. Autoras tan conocidas como Dorothy Parker, Lillian Hellman, Virginia Woolf o Martha Gelhorn relataron sus impresiones sobre aquel terrible episodio de la historia de Espa?a. La historiadora y catedr¨¢tica Ar¨¢nzazu Usandizaga (Madrid, 1943) acaba de publicar Escritoras al frente. Intelectuales extranjeras en la Guerra Civil (Nerea), un estudio en el que se proponen nuevas hip¨®tesis sobre las causas por las que se movilizaron tantos intelectuales extranjeros.

Usandizaga ha realizado una detallada antolog¨ªa en la que se explica qui¨¦nes son esas autoras y en qu¨¦ momento se implican intelectualmente en la Guerra Civil. La mayor parte proced¨ªa de Inglaterra, Estados Unidos, Canad¨¢ y Australia. Por ese orden. Los textos seleccionados intentan ser una importante aportaci¨®n al estudio de la guerra, a lo ocurrido en el mundo durante la d¨¦cada de los a?os treinta y a la cultura de la mujer. Sus mejores testimonios y reflexiones se fueron publicando en forma de libro. Lanzaban sus mensajes en sus autobiograf¨ªas, poes¨ªas y ensayos. La pura prensa escrita les sirvi¨® s¨®lo de soporte espor¨¢dico. Muchas vinieron como enfermeras o ayudantes sociales y aprovecharon para escribir sin parar.

Hasta ahora se conoc¨ªan los escritos de muy pocas. Puede que la m¨¢s conocida sea la poetisa norteamericana Gamel Woolsey (1985-1968), esposa de Gerald Brenan, enterrada en el Cementerio de los Ingleses, en M¨¢laga. En la novela autobiogr¨¢fica El otro reino de la muerte contaba sus vivencias en M¨¢laga, en el pueblo de Churriana, durante los primeros momentos de la guerra. Adem¨¢s de criticar a los componentes de la colonia inglesa que decidieron marcharse y que consideraron la guerra como un fastidio que estropeaba su temporada de ba?os, describe con gran emoci¨®n la vida cotidiana de aquellos primeros meses.

Pero la primera escritora brit¨¢nica que viaj¨® a Espa?a fue Leah Manning. Ex parlamentaria laborista y afiliada al partido comunista, lleg¨® en pleno agosto. Con ella vinieron la tambi¨¦n escritora filocomunista Charlotte Haldane y la poetisa Katherine Atholl, duquesa de Atholl. En la autobiograf¨ªa encuentran el mejor g¨¦nero para contar lo visto y vivido en la Guerra Civil.

Uno de los testimonios m¨¢s contundentes es el de Virginia Woolf. En su ensayo titulado Tree Guineas, publicado en 1938, denuncia los peligros del fascismo y la guerra a partir de las fotograf¨ªas de la guerra publicadas en los peri¨®dicos brit¨¢nicos. Tiempo despu¨¦s, a ra¨ªz de la muerte de su sobrino Julian, que hab¨ªa venido a Espa?a como brigadista, Woolf escribe sobre la idealizaci¨®n y la ignorancia que empujaron a muchos j¨®venes extranjeros a defender la Rep¨²blica.

Desde Nueva York viajaron muchas autoras y periodistas. Algunas fueron tachadas de simples turistas que ven¨ªan a ver morir siguiendo la moda literaria de algunos circuitos, pero, en general, no s¨®lo difundieron testimonios escritos sobre el horror que sufr¨ªa la poblaci¨®n, sino que ayudaron todo lo que pudieron a los heridos y, posteriormente, a los refugiados. Dorothy Parker, Lillian Helman, Martha Gellhorn, Josephine Herbst, Edna Ferber, Mary McCarthy, Marianne Moore o Muriel Rukeiser, son unos cuantos nombres de mujeres que dedicaron sus mejores p¨¢ginas a la Guerra Civil espa?ola.