El ¨¦xito amaga con ahogar al 'bicing'
Los usuarios del nuevo transporte p¨²blico, 70.000, se quejan de la escasez de bicicletas, un parque de 1.500
En biolog¨ªa se dice que un insecto sobrevive porque es peque?o, pero que si aumentara hasta el tama?o de una vaca se asfixiar¨ªa. Algo parecido podr¨ªa pasarle al bicing, cuyo ¨¦xito en Barcelona es arrollador. El sistema de transporte p¨²blico puesto en marcha por el Ayuntamiento en marzo pasado ya ha seducido a 70.000 usuarios, cifra que crece con 1.000 nuevas solicitudes diarias. El n¨²mero de bicicletas disponibles es muy inferior: 1.500 ancladas en 100 estaciones.
Esta diferencia entre la oferta y la demanda ya est¨¢ generando muchos problemas para hacerse con una bicicleta.
Estaciones vac¨ªas gran parte del d¨ªa, colas para conseguir el preciado transporte y usuarios que, superadas las primeras fases de escepticismo y entusiasmo por el innovador servicio, empiezan a mostrar su impaciencia. "El otro d¨ªa tuve que ir a tres estaciones hasta que encontr¨¦ una bicicleta. Si hubiera ido a casa a pie desde el principio, habr¨ªa llegado antes", relata Ana en la parada de la catedral. "Al principio no hab¨ªa problema, pero cuando salgo de trabajar es un milagro encontrar bici", se?ala Antoni en el Eixample.
El usuario medio tiene m¨¢s de 35 a?os, estudios universitarios y vive en el Eixample
Aunque la mayor¨ªa de los usuarios consultados creen que el bicing es una iniciativa excelente, se muestran muy cr¨ªticos con el d¨¦ficit de bicicletas.
Sin embargo, los responsables de la iniciativa no se alteran: "No creo que haya un desequilibrio grave entre oferta y demanda. De todos modos, el servicio no est¨¢ implantado al 100%", se?ala un portavoz de Barcelona de Servicios Municipales (BSM), la empresa p¨²blica que gestiona este nuevo sistema de transporte urbano. Antes de que acabe el a?o, el Ayuntamiento prev¨¦ haber puesto en circulaci¨®n 3.000 bicicletas repartidas por 200 estaciones en toda la ciudad. Pero, ?cu¨¢ntos usuarios se habr¨¢n registrado para entonces? "Ahora estamos en un punto de inflexi¨®n. Llega el verano y se acaba la oferta promocional de seis euros anuales. No parece probable que el n¨²mero de peticiones siga a este ritmo a partir de septiembre".
El sistema est¨¢ pensado como una alternativa al transporte p¨²blico, por lo que s¨®lo se pueden realizar trayectos de media hora. En caso de superarse ese tiempo, el usuario es penalizado con 30 c¨¦ntimos. De esta manera las bicicletas se mueven constantemente. Clear Channel, la empresa que ha puesto en marcha el servicio en Barcelona, afirma que ya se han registrado m¨¢s de 500.000 desplazamientos en bicicleta. "Seg¨²n nuestros c¨¢lculos, cada bicicleta es utilizada una media de 12 veces al d¨ªa y creemos que esas rotaciones subir¨¢n a 15 a finales de a?o. As¨ª que cuando se habla de que hay pocas bicicletas, hay que tener en cuenta que est¨¢n en continuo movimiento", defiende el Ayuntamiento.
En BSM prefieren que las cosas discurran por los cauces naturales. "Lo l¨®gico es que en el futuro algunos usuarios se den de baja del servicio cansados de no encontrar bicicleta. As¨ª se equilibrar¨¢ la oferta y la demanda", explica el portavoz municipal. "De todos modos a¨²n es muy pronto para especular sobre esa cuesti¨®n. El sistema es nuevo. Partimos de cero y necesitamos un a?o para estudiar d¨®nde est¨¢n los desajustes y ponerles soluci¨®n", afirma este portavoz.
Las ventajas del bicing son innegables y explican por qu¨¦ los barceloneses se han rendido a los pies de este servicio. Es c¨®modo, ecol¨®gico y barato. El usuario medio de este transporte tiene m¨¢s de 35 a?os (48%), es un profesional con estudios de grado superior (30,6%), vive en el Eixample (26,4%) y usa la bici una media de 15 minutos, de acuerdo con un perfil elaborado por el Ayuntamiento.
Para absorber semejante demanda de usuarios, el consistorio trabaja a marchas forzadas para instalar una nueva estaci¨®n cada d¨ªa. El mapa del bicing ya cuenta con 75 paradas que se extienden por toda la capital. Los seis kil¨®metros que separan la plaza de Espanya de la de las Gl¨°ries, por ejemplo, pueden recorrerse en 28 minutos circulando casi en l¨ªnea recta por la Gran Via. El calor y el estr¨¦s originado por coches en doble fila, peatones que cruzan la calle sin mirar y taxistas furibundos aconsejan hacer el camino de vuelta en metro. Las ocho estaciones que separan ambas plazas se recorren en 12 minutos.
El sistema es necesario, dicen muchos ciudadanos, sobre todo en una urbe que siempre ha presumido de tratar bien a la bicicleta. Pero de ¨¦xito, tambi¨¦n se muere y la avalancha de usuarios amenaza con restar eficacia al servicio. "Hay cosas por afinar, pero en julio ya contaremos con 150 personas de mantenimiento y distribuci¨®n, 10 veh¨ªculos con remolque para llevar bicicletas y otros cuatro veh¨ªculos de mantenimiento. As¨ª llenaremos m¨¢s r¨¢pidamente las estaciones que est¨¦n vac¨ªas", sentencia el Ayuntamiento.
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