Las caras de Norteam¨¦rica
"Podr¨ªa parecer que la Am¨¦rica del siglo XX fue inventada por sus fot¨®grafos; que cada instant¨¢nea era no s¨®lo un recuerdo, sino tambi¨¦n una predicci¨®n o un decreto... Estados Unidos se ha construido con im¨¢genes, y posee un bagaje de iconos fotogr¨¢ficos al que recurren cuando no se sienten seguros de su identidad". As¨ª resume Luc Sante, en un texto titulado precisamente Una naci¨®n de im¨¢genes, la ¨ªntima relaci¨®n existente entre la evoluci¨®n de la fotograf¨ªa norteamericana y el propio desarrollo de EE UU como naci¨®n a lo largo del siglo pasado. A esta evidencia, claramente contrastada por la fuerza de las im¨¢genes provenientes de ese pa¨ªs, y que todos hemos experimentado en alguna ocasi¨®n, ha recurrido el Museo Esteban Vicente (Segovia) para plantear una exposici¨®n titulada Una mirada americana, 1936-1996, elaborada a partir de los fondos del IVAM. Una muestra que recorre la espina dorsal de la fotograf¨ªa norteamericana y con la que se pretende ilustrar la realidad y la atm¨®sfera en la que se desenvolvi¨® la trayectoria de Esteban Vicente, artista espa?ol que lleg¨® a Estados Unidos en 1936, donde se nacionaliz¨® en 1940, y donde vivi¨® y desarroll¨® su carrera art¨ªstica, ligada al movimiento expresionista americano y a la Escuela de Nueva York, hasta su muerte, en 2001.
A lo largo de seis d¨¦cadas fueron de la mano la fotograf¨ªa y la sociedad de EE UU, una naci¨®n de im¨¢genes
Una exposici¨®n que repasa seis d¨¦cadas de fotograf¨ªa americana, de miradas, actitudes y experiencias frente a la realidad del pa¨ªs y frente al propio medio fotogr¨¢fico, a trav¨¦s de las obras de buena parte de sus principales protagonistas: Berenice Abbott, Walker Evans, Weegee, Lisette Model, Robert Frank, Harry Callahan, Irving Penn, Diane Arbus, Lee Friedlander, Cindy Sherman, Richard Avedon, Robert Mappelthorpe, Nan Goldin o William Klein, entre otros nombres bien conocidos.
Walter Evans es el pionero en el registro de lo puramente americano, con un estilo documental neutro, liberado de cualquier marca de estilo. Su famoso retrato de Allie Mae, la mujer de un aparcero de Alabama, muestra bien su inter¨¦s por los sujetos populares, modestos, que encarnan lo esencial y lo aut¨®ctono. Una mujer de 27 a?os prematuramente envejecida por las duras condiciones de vida y los efectos de la Gran Depresi¨®n de 1929. Tambi¨¦n Berenice Abbott -que, como Evans, recibi¨® durante su estancia en Par¨ªs la influencia europea y la del fot¨®grafo Eugene Atget- explor¨® en su trabajo nuevas dimensiones de la imagen documental. Volvi¨® su mirada hacia la calle y retrat¨® Nueva York como una ciudad en continua transformaci¨®n, donde se cruza la vida cotidiana con las grandes construcciones, como en esa imagen donde el metal de las escaleras de incendios y de los balcones dialoga con la grandiosidad del puente, en un contraste entre lo vecinal y lo monumental. La fotograf¨ªa documental de ambos muestra c¨®mo se volvi¨® la mirada hacia la dura realidad del pa¨ªs en la d¨¦cada siguiente a la Gran Depresi¨®n, pero con una postura claramente alejada ya de los t¨®picos y de la f¨¢cil moralidad.
La d¨¦cada de los cincuenta, tras la posguerra, aparece dominada, sin embargo, por una nueva prosperidad. El optimismo de esos a?os aparece bien representado por la omnipresencia del autom¨®vil. El coche ser¨¢ el elemento simb¨®lico y caracter¨ªstico de la sociedad norteamericana, como refleja la fotograf¨ªa de George S. Zimbel, descriptivamente titulada Cap¨®s levantados, o la de Ralph Steiner, donde la actriz de variedades Rose Lee posa con las chicas de su compa?¨ªa junto a un flamante y lujoso autom¨®vil. Son el reflejo de una sociedad confiada, optimista y que se sabe pr¨®spera y poderosa tras los duros a?os de la depresi¨®n y la guerra.
Esa d¨¦cada tambi¨¦n asiste al desarrollo de las revistas de moda, antes reducidas a selectos grupos de lectores y ahora popularizadas. Es la ¨¦poca de esplendor de Harper's Bazaar y Vogue, desde donde se renovar¨¢ la fotograf¨ªa de moda, especialmente de la mano de dos maestros incontestables: Irving Penn y Richard Avedon. La mujer con rosas, de Penn, es un ejemplo perfecto de su estilo, elegante, equilibrado y contenido, tan capaz de construir una atm¨®sfera et¨¦rea como de ahondar en la individualidad de la modelo o en la materialidad de esas rosas que cuelgan de su brazo. Pero tanto Irving Penn como Richard Avedon simultanearon su trabajo de moda con otros proyectos m¨¢s personales. Es el caso del retrato de Avedon de un trabajador de un campo petrol¨ªfero de Oklahoma, perteneciente a la serie In the American West, donde registr¨® una galer¨ªa de personajes dedicados a duros trabajos.
Pero en los a?os cincuenta y, sobre todo, en los sesenta aparece tambi¨¦n una postura m¨¢s esc¨¦ptica y ¨¢cida sobre la sociedad americana. Los dos principales representantes de esta corriente, consciente de las turbaciones y enfermedades del esp¨ªritu americano, son Robert Frank y Diane Arbus. El primero, con The americans, un retrato del pa¨ªs sombr¨ªo y por momentos desolado; Arbus realizar¨ªa m¨²ltiples retratos, como el de las Tres bailarinas circenses, en los que mostr¨® la distancia entre lo ideal y lo real a trav¨¦s de seres poco corrientes. La gran ciudad, su ritmo y su energ¨ªa, fue otro de los referentes fotogr¨¢ficos a partir de los cincuenta, y su principal exponente es sin duda William Klein, que convirti¨® Nueva York en el referente de ese nuevo territorio.
A lo largo de la d¨¦cada de los ochenta aparece la gran renovaci¨®n de lo fotogr¨¢fico, tanto en los temas como en sus propuestas est¨¦ticas, al filo de las profundas transformaciones sociales y culturales de la ¨¦poca. Mappelthorpe y Nan Goldin son claros exponentes de esa nueva sensibilidad. El primero, con obras en las que reformula modelos y referentes cl¨¢sicos atravesados por cuestiones de g¨¦nero -como en esa foto de Lisa Lyon, su modelo predilecta- y en las que cuestiona los estereotipos asociados a la imagen tanto del hombre como de la mujer. O la obra de Nan Goldin, que supone la entrada definitiva del territorio de lo ¨ªntimo, de la cr¨®nica de los sentimientos, en el ¨¢mbito de la fotograf¨ªa documental. Goldin registra pormenorizadamente su propia vida y la de su c¨ªrculo ¨ªntimo, configurando al mismo tiempo un potente retrato de los ambientes alternativos, como en esa imagen de la actriz y escritora Cookie Mueller en el Tin Pan Alley, local de referencia de la contracultura.
As¨ª, a lo largo de estas seis d¨¦cadas, es posible ver c¨®mo fueron de la mano la fotograf¨ªa y la sociedad norteamericana, un camino paralelo que hace justicia a la idea de que EE UU es una naci¨®n de im¨¢genes formada en parte a partir de su propio testimonio visual.
1.605 Am¨¦rica'Una mirada americana, 1936-1996' puede verse en el Museo de Arte Contempor¨¢neo Esteban Vicente, en Segovia, hasta el pr¨®ximo 9 de septiembre.
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