Fellini y el goce del psiquiatra
Una muestra de 50 dibujos del cineasta italiano ense?a en la Filmoteca su obsesi¨®n por las formas femeninas, los rostros decr¨¦pitos o la Iglesia
Desde la infancia en R¨ªmini el cineasta italiano Federico Fellini (1920-2003) estuvo unido a un l¨¢piz. Garabateaba desternillantes caricaturas y retratos que en su adolescencia se convirtieron en un negocio pr¨®spero. Vi?etista, articulista, guionista y por fin director de cine en Roma. Y, entre medias, un amor fiel a su primer amor: la pintura. La exposici¨®n El cine pintado por Fellini recorre en la Filmoteca Espa?ola, con 50 dibujos, la comuni¨®n de estos dos artes durante toda su carrera, incluida su publicidad para la Banca di Roma y los proyectos que su enfermedad y despu¨¦s su muerte, en 1993, le impidieron llevar a cabo.
Improvisaba un boceto de cualquiera que se pusiese enfrente -sus amigos, sus actores, sus colaboradores y hasta quienes se presentaban a sus castings-, ideaba decorados, vestuarios e incluso autoretratos. Porque "primeramente me ven¨ªa la idea de dibujar y despu¨¦s escrib¨ªa la historia relacionada con esa ilustraci¨®n", asegur¨® en su libro Io Fererico Fellini (1995)
"Primero me ven¨ªa la idea de dibujar y luego contaba la historia de esa ilustraci¨®n", escribi¨®
"Toda esa pacotilla que har¨ªa gozar a un psiquiatra, acaso sea una especie de rastro, un hilo al final del cual me encuentro en un plat¨®, con las luces encendidas, el primer d¨ªa de trabajo", resumi¨® Fellini su trabajo gr¨¢fico en Fare un film (1980). Se confesaba carne de analista por su producci¨®n autom¨¢tica de "anatom¨ªas femeninas obsesivamente hipersexuadas, rostros decr¨¦pitos de cardenales y llamas de cirios, y nuevamente, tetas y culos..."
Apuntes, aderezados con n¨²meros de tel¨¦fono, cifras de impuestos, citas, direcciones, versos y jerogl¨ªficos. Algunos estaban preparados para convertirse en secuencias cinematogr¨¢ficas y otros los garabate¨® tras rodar, a?adiendo detalles u ocurrencias de ¨²ltima hora. "Yo nunca pens¨¦ en hacer dise?os inspirados en escenas ya filmadas: eso ser¨ªa como parecerme a un sastre que reelabora un vestido ya perfectamente terminado", escribi¨® en el pr¨®logo de una exposici¨®n en la Pierre Matisse Gallery de Nueva York en 1986. Otro museo de la ciudad, el Guggenheim, record¨® al cineasta cuando se cumplieron diez a?os de su muerte con una retrospectiva de 150 dibujos, curiosamente no escogidos siguiendo criterios cinematogr¨¢ficos sino est¨¦ticos.
"Fellini no dej¨® de dibujar en ning¨²n momento, ni siquiera mientras hablaba por tel¨¦fono o en la servilleta de un restaurante", explic¨® el director de la Fundaci¨®n Federico Fellini de R¨ªmini, Vittorio Boarini, en la presentaci¨®n de la muestra esta semana en Madrid.
Los 50 dibujos pertenecen a la colecci¨®n de 150 de esta fundaci¨®n, Y, a diferencia de la muestra expuesta en el Museo Pushkin de Mosc¨² en 2005, est¨¢ muy ligada a su faceta cinematogr¨¢fica al tener su sede en el Palacio de Perales. Paralamente y hasta el 27 de julio el Cine Dor¨¦, tambi¨¦n de la Filmoteca, proyecta los largos l¨ªricos y po¨¦ticos del realizador de Amarcord o La dolce vita.
Dibujaba y dibujaba pero sin "finalidad est¨¦tica" sino para "dar materializaci¨®n visual inmediata a una emoci¨®n, a un pedazo de alguna imagen pasajera o a una fantas¨ªa demasiado apremiante". Quiz¨¢ por ese motivo una parte importante de su obra pict¨®rica se ha perdido, aunque el corpus es bastante significativo. La fundaci¨®n de R¨ªmini pretende editar pr¨®ximamente un diario on¨ªrico e ilustrado que el realizador de Ocho y medio con paciencia escribi¨® y abocet¨® durante 30 a?os.
En el posoperatorio, sabedor de que nunca m¨¢s iba a ponerse tras una c¨¢mara, pidi¨® caballetes, pinturas y pinceles. Un encargo in¨²til pues cay¨® en coma para morir en su casa de Roma.
El cine pintado por Fellini. Palacio de Perales. Magdalena, 10. Hasta el 29 de septiembre. De martes a s¨¢bados de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas. Cine Dor¨¦. Santa Isabel, 3. Hasta el 27 de julio. 2,50 euros la entrada. 20 euros abono de 10.
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