El puerto de la ciudad

Hace ahora diez a?os, el 3 de julio de 1997, se produjo en los astilleros del puerto de Valencia (UNL) un accidente laboral en el que perdieron la vida 18 trabajadores, otros 7 resultaron heridos, de entre los que trabajaban en la construcci¨®n del buque Proof Spirit, a los que hay que unir otros dos heridos m¨¢s de los bomberos y equipos de rescate movilizados por el accidente.

Hay duelos muy dif¨ªciles de hacer, que parecen no finalizar nunca, y diez a?os son o no son nada. Por esto, por respeto y solidaridad con las v¨ªctimas, no hay que insistir en los momentos dram¨¢ticos vividos, en el dolor del recuerdo, en las causas del accidente o en las responsabilidades. Para todos, m¨¢s pr¨®ximos o lejanos, estas p¨¦rdidas son irreparables.

Sin embargo, despu¨¦s de diez a?os, si algo parece oportuno es hablar del accidente, relacionarlo con los instrumentos de acci¨®n preventiva, los existentes y los que pudieron establecerse a ra¨ªz de ¨¦l, definir la que deber¨ªa ser una estrategia s¨®lida de prevenci¨®n, para un ¨¢mbito y un espacio unitario que es la actividad en el puerto, en las nuevas circunstancias de crecimiento y desarrollo econ¨®mico que experimenta. Esto es lo que s¨ª merece atenci¨®n y una acci¨®n consecuente.

Aqu¨¦l fue el accidente laboral m¨¢s importante desde la entrada en vigor de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales (Ley 31/95 de 8 de noviembre), que, en aquellos momentos, despu¨¦s de un a?o y medio en vigor, era objeto de debate sobre su aplicabilidad. Sin embargo, en el tratamiento informativo sobre el accidente, prim¨® el ¨¦nfasis sobre la consternaci¨®n o las im¨¢genes de impacto y apenas se habl¨® de los instrumentos que aquella ley preve¨ªa: los delegados de prevenci¨®n, los comit¨¦s de seguridad y salud, el deber empresarial de protecci¨®n de los trabajadores, la necesidad de coordinaci¨®n de actividades empresariales en un mismo centro de trabajo, la informaci¨®n y formaci¨®n a los trabajadores, propios de UNL o de empresas prestatarias de servicios, o sobre los riesgos espec¨ªficos del desarrollo del trabajo. S¨®lo se mencion¨® algo sobre las normas de carga de combustibles o sobre la incompatibilidad de tareas mientras ¨¦sta se realizaba.

Hubo que esperar la reuni¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Seguridad y Salud, de 29 de julio, para acordar la creaci¨®n de un grupo de trabajo "de construcci¨®n naval" que elaborara un informe que actualizara la visi¨®n sobre el sector y propusiera algunas recomendaciones. Entre otras: la necesidad de proceder al desarrollo reglamentario del art¨ªculo 24 de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales, relativo a coordinaci¨®n de actividades empresariales; o en materia de operaciones de toma de combustible o de prevenci¨®n de riesgos de incendio y/o explosi¨®n en buques en reparaci¨®n en astilleros.

Despu¨¦s de este documento, que lleva fecha de 4 de diciembre de 1998, poco o nada m¨¢s. No se ha conseguido un reglamento espec¨ªfico para el sector desde el punto de vista preventivo. De modo que la adopci¨®n de medidas relativas a accesibilidad y movilidad, la realizaci¨®n de ces¨¢reas en los cascos despu¨¦s de la botadura, la reducci¨®n de la presencia del personal en procesos de carga de combustible, las iniciativas de formaci¨®n e informaci¨®n... siguen quedando a la discrecionalidad de la empresa y, en el mejor caso, como elemento de acuerdo entre sus representantes y los de los trabajadores. Es m¨¢s, ni siquiera la Iniciativa Legislativa Popular para conseguir la ordenaci¨®n de los procesos de contrataci¨®n y subcontrataci¨®n en edificaci¨®n mereci¨® el apoyo del grupo parlamentario popular, cuando fue el propio ministro Arenas quien convoc¨® aquella comisi¨®n nacional a la que hac¨ªa referencia y que hizo tan evidente la necesidad de regular el conjunto de la responsabilidad empresarial en tareas preventivas en todos los sectores. Ha habido que esperar al di¨¢logo social promovido por el actual gobierno para que se aprobara la ley de subcontrataci¨®n para el sector de construcci¨®n de edificios, que evidentemente tampoco incluye el sector de construcci¨®n naval.

Hoy el sector de construcci¨®n naval valenciano es muy residual. Ha vivido la crisis de la fuerte competencia asi¨¢tica (coreana, sobre todo) y la no renovaci¨®n de su capacidad que le permitir¨ªa insertarse en la nueva estrategia europea de creciente especializaci¨®n (LeaderSHIP 2015). Ha padecido los problemas a?adidos de su dependencia de decisiones ajenas (societarias, administrativas...), que le han dejado en una posici¨®n subalterna en un proceso de creciente internacionalizaci¨®n. Si alguna salida tiene ser¨¢ mediante una fuerte especializaci¨®n en determinadas producciones o interviniendo en actividades auxiliares.

Sin embargo, el conjunto de la actividad portuaria ha experimentado un espectacular crecimiento como espacio de concentraci¨®n de actividades relacionadas con el transporte y log¨ªstica, tr¨¢fico interior y exterior, estiba p¨²blica y privada, construcci¨®n de infraestructuras y naval, marina mercante y pesca, vigilancia y administraci¨®n comercial..., de modo que los grandes temas de las relaciones laborales, preventivas y sindicales presentan una gran heterogeneidad y plantean las mismas exigencias que para el limitado sector que motiva este recordatorio, ampli¨¢ndose a otros muchos temas porque el crecimiento portuario no se ha producido con equilibrio entre su significaci¨®n econ¨®mica y el inter¨¦s social de trabajadores y usuarios. Y, entre ellas, adem¨¢s de la siniestralidad y de la prevenci¨®n, habr¨ªa que demandar instalaciones adecuadas, asistencia sanitaria, servicios sociales y profesionales.

Por esto, creemos que es preciso establecer un espacio de debate y negociaci¨®n, permanente y unificado, sobre salud laboral y prevenci¨®n de riesgos, pero tambi¨¦n sobre planes sectoriales, de empleo y formaci¨®n, de modo que sea posible conseguir procesos participados entre todos los agentes, en un espacio que es com¨²n y que merece un desarrollo ordenado, sostenible y seguro.

Si en julio de 1997 el puerto fue ciudad... al cumplirse los diez a?os, las necesidades y la l¨®gica de desarrollo del puerto no debe sustraerse a la consideraci¨®n y evaluaci¨®n ciudadana. Aquellas v¨ªctimas lo merecen. Nos lo reclaman.

Joan Sifre Mart¨ªnez es secretario general Comisiones Obreras del Pa¨ªs Valenci¨¤.