Bush y Putin se unen contra un Ir¨¢n nuclear

Los presidentes de Estados Unidos y Rusia coincidieron ayer en la preocupaci¨®n que representa el desarrollo de tecnolog¨ªa para la fabricaci¨®n de armas nucleares en Ir¨¢n, y decidieron enviar "un fuerte mensaje" conjunto para presionar al Gobierno iran¨ª con el prop¨®sito de que colabore con los inspectores de la ONU en esa materia. En una cumbre destinada a detener el deterioro sufrido por las relaciones bilaterales en los ¨²ltimos meses, los dos l¨ªderes decidieron tambi¨¦n "trabajar juntos" en la b¨²squeda de un sistema alternativo al escudo antimisiles que Washington tiene proyectado instalar en el este de Europa. Por encima de todo, el logro mayor de la reuni¨®n de dos d¨ªas en Kennebunkport (Maine, EE UU) fue el nuevo ambiente de cordialidad aparentemente creado.

Muchas sonrisas, muchos signos de afecto y muchas palabras de cordialidad aparecieron en la breve comparecencia de George W. Bush y Vlad¨ªmir Putin ante los periodistas en la residencia del padre de Bush, que ha actuado como anfitri¨®n y mediador del encuentro. "Hemos revisado diversos aspectos bilaterales e internacionales, y frecuentemente con coincidencias", dijo Putin. "Ha sido un di¨¢logo consistente, transparente e importante", coment¨® Bush.

Poco, por supuesto, en cuanto a acuerdos precisos sobre temas concretos. Pero mucho, por la impresi¨®n dada, en cuanto a la creaci¨®n de un clima de cooperaci¨®n que permitir¨ªa superar en el futuro las diferencias sin nuevas tensiones.

El mayor avance parece haberse producido en relaci¨®n con Ir¨¢n. Bush manifest¨® que tanto Rusia como Estados Unidos eran conscientes de que cuando hablan con una sola voz en asuntos internacionales, se escucha "un mensaje claro y fuerte". "?ste es el mensaje que queremos enviar ahora al Gobierno de Ir¨¢n", afirm¨®.

El presidente norteamericano dijo que ambos jefes de Estado hab¨ªan estado de acuerdo en "la preocupaci¨®n" que representa el desaf¨ªo nuclear de Ir¨¢n. Putin quiso a?adir, no obstante, que ¨²ltimamente se hab¨ªan observado "algunos signos de cooperaci¨®n" por parte de las autoridades iran¨ªes. Ning¨²n paso anunciado respecto a la posibilidad de aprobar nuevas sanciones contra Teher¨¢n.

Putin asinti¨® visiblemente con la cabeza cuando Bush explic¨® que ambos hab¨ªan decidido "trabajar juntos, y en colaboraci¨®n con la OTAN", con vistas a resolver el litigio sobre el sistema antimisiles que Estados Unidos quiere instalar en la Rep¨²blica Checa y en Polonia y al que se opone rotundamente Rusia.

Aunque Bush y Putin han estado juntos durante muchas horas, la cumbre se ha caracterizado por m¨¢s momentos de charla familiar e informal que por verdaderas conversaciones pol¨ªticas. Adem¨¢s del rato de pesca al que los dos presidentes fueron invitados por el ex presidente George Bush, compartieron una larga cena el domingo y una comida ayer dedicadas a charlar sobre asuntos diversos sin un orden del d¨ªa previo. Entre otras cosas, seg¨²n portavoces de ambos pa¨ªses, hablaron sobre las elecciones que tendr¨¢n lugar el a?o pr¨®ximo en ambos pa¨ªses y que servir¨¢n para encontrar sustitutos a ambos.

En cuanto a la aproximaci¨®n personal entre Bush y Putin, estos dos d¨ªas de reuniones parecen haber sido un ¨¦xito. "No pod¨ªamos anticipar la calidez y la hospitalidad con la que Bush nos ha recibido. El presidente est¨¢ muy satisfecho", dijo ayer el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov.

El m¨¢ximo compromiso de la cumbre ser¨ªa, por tanto, el de estar de acuerdo en discrepar, como suele decirse en los casos en los que las posiciones de las dos partes est¨¢n muy alejadas y no se han producido resultados concretos.

En efecto, aunque sea en un tono m¨¢s cordial, EE UU y Rusia mantienen sus diferencias en asuntos como la independencia de Kosovo, a la que se opone Mosc¨², el futuro de los tratados de desarme o, m¨¢s importante a¨²n, la calidad de la democracia rusa y la pol¨ªtica internacional de la Administraci¨®n norteamericana.

Ambos presidentes se han presentado en Kennebunkport como los l¨ªderes de grandes potencias que no aceptan intromisiones en sus propias pol¨ªticas. Nunca hubo duda de que Bush lo era, pero hac¨ªa tiempo que Washington no conoc¨ªa a nadie en el Kremlin que reclamase tambi¨¦n ese papel.

Esta cumbre ha servido, desde ese punto de vista, para recordar a Estados Unidos que sus relaciones con Rusia tienen que seguir siendo una prioridad y que de ellas depende en gran medida la estabilidad internacional. Con la cordialidad de un escenario favorable al entendimiento, Putin ha venido a decirle a Bush que cualquier intento de aislar a Rusia, de marginar a su pa¨ªs en el contexto internacional, puede tener consecuencias peligrosas para todos.