Decepci¨®n en las filas del PP con la actuaci¨®n de Rajoy en las r¨¦plicas
Hasta los dirigentes del PP m¨¢s entusiastas de la labor de Mariano Rajoy como parlamentario admit¨ªan ayer en privado que su l¨ªder no estuvo bien, especialmente en las r¨¦plicas, all¨ª donde se gana o se pierde un debate. Ninguno de la decena larga de dirigentes consultados defend¨ªa el papel de su presidente, aunque los m¨¢s duros, los que siempre insisten en centrar el debate en ETA porque es donde se ven m¨¢s claras las carencias de Zapatero, estaban contentos por el fondo, no tanto por la forma.
El l¨ªder del Partido Popular despreci¨® el trabajo de semanas de sus asesores, que prepararon datos y propuestas para construir una alternativa
Las proposiciones de resoluci¨®n contienen todas las iniciativas que el jefe de la oposici¨®n descart¨® para hablar casi ¨²nicamente de ETA
Claro que todos ellos, enseguida, buscaban una excusa: el formato del debate, que favorece siempre al Gobierno, como casi todo en el Congreso, sostienen. De hecho, una de las resoluciones del PP exige el cambio del reglamento. El propio Rajoy, en un gesto in¨¦dito de inseguridad, apel¨® al tiempo para justificar por qu¨¦ habl¨® casi en exclusiva de ETA. "Ten¨ªa que elegir porque mi tiempo est¨¢ limitado, no como el del presidente", coment¨® a los periodistas nada m¨¢s concluir el debate. Y ayer en el Congreso segu¨ªa con la cantinela, esta vez armado de un estudio de tiempos: "Mirad, 57 minutos ¨¦l en su primera r¨¦plica y 17 yo".
El debate dej¨® pues mal sabor de boca, y eso era muy evidente en la tarde del martes. Sin embargo, los pol¨ªticos tienen una extraordinaria capacidad de recuperaci¨®n, de mirar adelante, y siempre buscan un term¨®metro: la prensa. Como quiera que ni los peri¨®dicos ni las radios conservadoras, al contrario que otros a?os, hicieron sangre con Rajoy, los diputados respiraban ayer algo m¨¢s tranquilos. "Todos sabemos que perdi¨®, est¨¢bamos aqu¨ª. Pero viendo la prensa est¨¢ claro que el mensaje ha calado, y al final eso es lo importante. Nadie lee la letra peque?a", se justificaba un miembro de la c¨²pula.
La mayor¨ªa admit¨ªa que Zapatero hab¨ªa preparado bien el debate. "Por primera vez se hab¨ªa le¨ªdo los papeles sobre su gesti¨®n, y supo sacarle partido", reconoc¨ªa uno de los habituales de maitines. Y cuando el jefe del Gobierno fall¨®, seg¨²n esta misma visi¨®n, esto es, cuando sac¨® a relucir los trapos sucios de la gesti¨®n del PP, algo f¨¢cil de replicar, Rajoy cometi¨® un error de libro. "No puede entrar al trapo con lo de los hilillos de plastilina. Los asuntos que no te interesan no se contestan. Zapatero lo hizo con lo de las actas, ni siquiera las cit¨®. Esa explicaci¨®n de que eso se lo hab¨ªa dicho un t¨¦cnico, aunque sea cierta, son¨® muy rara. La carcajada en el hemiciclo fue terrible", se lamenta otro diputado que siempre defiende a Rajoy. Todos admiten que al l¨ªder le perjudica su desprecio al presidente. Dicen que le hace perder perspectiva. S¨®lo eso explica, aseguran, esas r¨¦plicas deslavazadas, en las que repet¨ªa siempre la misma idea.
Lo que m¨¢s ha sorprendido, aunque aqu¨ª s¨ª hay divisi¨®n de opiniones, ha sido el asunto de las actas de las reuniones con ETA. Las fuentes consultadas achacan esta idea, y toda la parte del discurso sobre el terrorismo -nueve de los 21 folios iniciales-, al soci¨®logo Pedro Arriola, hombre de confianza de Rajoy, y antes de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Arriola estuvo en la ¨²nica reuni¨®n con ETA del Gobierno del PP en Z¨²rich. Esas actas aparecieron m¨¢s tarde, porque ETA las filtr¨® a Gara, ya que el Gobierno nunca las hizo p¨²blicas. "El problema de las actas es que s¨®lo pueden salir de ETA. Si no, el centro de mediaci¨®n que las tiene, que basa su prestigio en la discreci¨®n, tendr¨ªa que cerrar", sentencia un dirigente del sector m¨¢s conservador. Otro de su misma l¨ªnea no comparte esta opini¨®n: "Lo importante ahora es que cuando salgan las actas, que saldr¨¢n, nosotros ya habremos instalado la idea de que ¨¦sa es la clave de todo".
Si los dirigentes m¨¢s relevantes estaban decepcionados, sobre todo porque este debate era muy importante -es el ¨²ltimo antes de las elecciones y ahora llega el verano con esta mala imagen-, la obsesi¨®n del l¨ªder con el asunto de ETA descoloc¨® a sus asesores. Hab¨ªan preparado durante semanas fichas, cifras, propuestas, de todo con la intenci¨®n de construir la imagen de la alternativa. Y el l¨ªder las despreci¨®. Lo hizo incluso visiblemente, cuando algunos diputados de su equipo le ofrecieron un libro de Educaci¨®n para la ciudadan¨ªa para replicar a Zapatero, y ¨¦l lo rechaz¨® con aspavientos. "No va a hacer falta", se pudo leer claramente en sus labios. Efectivamente, Rajoy se concentr¨® en ETA y olvid¨® todos los dem¨¢s asuntos en las r¨¦plicas.
Esa alternativa a la que Rajoy renunci¨® est¨¢, sin embargo, contenida en algunas de las 12 propuestas de resoluci¨®n que el PP registr¨® ayer. Hay ideas detalladas sobre pol¨ªtica de familia, violencia de g¨¦nero, respeto a la lista m¨¢s votada en las elecciones, dependencia, educaci¨®n, cultura, discapacidad, inmigraci¨®n, seguridad ciudadana y, sobre todo, medidas econ¨®micas para mejorar la competitividad. Algunas de ellas ser¨¢n apoyadas por CiU y Coalici¨®n Canaria, con lo que el PP podr¨¢ decir que no est¨¢ solo. Precisamente por eso los dirigentes m¨¢s moderados se preguntaban el martes y ayer por qu¨¦ Rajoy no se concentr¨® m¨¢s en esta parte de su discurso, la que busca el voto de centro cr¨ªtico con Zapatero, y se obsesion¨® hasta el hast¨ªo con ETA.
Otros, los m¨¢s duros, creen que habr¨¢ tiempo hasta las elecciones para fabricar la alternativa, que el debate de ayer ten¨ªa que servir para desacreditar al presidente, para tratar de instalar en la sociedad la idea de que no tiene talla para conducir el Gobierno.
Descartado pr¨¢cticamente el congreso interno que estaba inicialmente previsto para oto?o, los populares empiezan a pensar en una gran convenci¨®n -con los mismos efectos propagand¨ªsticos y sin debate sobre nombres- para lanzar ya esa alternativa que Rajoy despreci¨® el martes. Entonces, sin r¨¦plicas ni d¨²plicas ni l¨ªmites de tiempo, todo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil.
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