El Supremo eleva a 1.084 a?os la pena de Scilingo por cr¨ªmenes contra la humanidad
El alto tribunal le condena por los 'vuelos de la muerte' y los secuestros clandestinos
El pleno de la Sala Penal del Supremo elev¨® ayer de 640 a 1.084 a?os de c¨¢rcel la condena para el represor argentino Adolfo Scilingo, al considerar que los delitos de asesinato y detenci¨®n ilegal que cometi¨® en la Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA) son "cr¨ªmenes contra la humanidad", de acuerdo con el derecho internacional. Scilingo es condenado por 30 asesinatos cometidos en dos de los denominados vuelos de la muerte, con los que la Armada hac¨ªa desaparecer a los subversivos, que eran arrojados al mar desde aviones en vuelo drogados pero todav¨ªa vivos.
Scilingo, que se present¨® en Espa?a voluntariamente en octubre de 1997, reconoci¨® ante el juez Baltasar Garz¨®n su participaci¨®n en dos de esos vuelos aunque luego lo neg¨® y dijo que se lo hab¨ªa inventado todo.
La sentencia del pleno, que obtuvo 10 votos a favor y cinco en contra, se har¨¢ p¨²blica a finales de septiembre. El Supremo ha condenado tambi¨¦n a Scilingo como autor de un delito de detenci¨®n ilegal y como c¨®mplice de otros 255 secuestros, tantos como se han acreditado que se cometieron durante el tiempo que ¨¦l estuvo en la ESMA.
No obstante, rebaja de 21 a 19 a?os cada pena de asesinato y no condena por torturas al acusado, aunque al atribuir a Scilingo la responsabilidad de los secuestros cometidos colectivamente, la pena se eleva hasta los 1.084 a?os de c¨¢rcel.
En todo caso, Scilingo cumplir¨¢ un m¨¢ximo de 25 a?os en prisi¨®n, de los que ya ha cumplido de forma preventiva seis a?os y dos meses. Al tratarse de hechos anteriores al C¨®digo Penal de 1995, tiene derecho a beneficios penitenciarios.
Sin embargo, lo verdaderamente trascendente de la sentencia es que el Supremo ha establecido que esos delitos cometidos por Scilingo constituyen "cr¨ªmenes contra la humanidad, seg¨²n el derecho internacional", lo que avala que los tribunales espa?oles puedan perseguir ese tipo de delitos.
La Audiencia Nacional hab¨ªa condenado a Scilingo por un delito de lesa humanidad, pero el Supremo no ha estimado esta tesis por entender que se trata de un delito incorporado en la reforma de 2003 y no se le puede aplicar retroactivamente. Tambi¨¦n ha rechazado la posible condena por genocidio, ya que, en sentido estricto, el genocidio persigue la destrucci¨®n de un grupo nacional, ¨¦tnico o religioso y el alto tribunal entiende que ese delito no es de aplicaci¨®n a lo ocurrido en Argentina entre 1976 y 1983.
Ahora, se le condena por los asesinatos y las detenciones ilegales que ha cometido, que son delitos que han existido siempre en Espa?a y por los que no se le ha juzgado en Argentina. Respecto a los delitos cometidos en centros clandestinos como la ESMA, se le aplica el criterio seguido contra las estructuras de poder, es decir, que es responsable de todos los delitos que se cometieron all¨ª y que son de dif¨ªcil atribuci¨®n a una persona determinada precisamente por los denominados pactos de silencio entre los conjurados. Lo mismo que se hace con los etarras. La ¨²nica diferencia es que en lugar de considerar a Scilingo autor de todos los delitos de detenci¨®n ilegal, se le considera c¨®mplice.
Esta construcci¨®n jur¨ªdica supone que son los acusados los que tienen que demostrar que no estaban en el centro clandestino cuando ocurrieron los hechos. Scilingo, en cambio, s¨ª estaba, alega que s¨®lo reparaba coches, pero sab¨ªa lo que pasaba y colaboraba cuando menos al poner a punto los veh¨ªculos a disposici¨®n de los autores, por eso se le condena como c¨®mplice.
Punto de conexi¨®n
Fuentes del Supremo aseguraron ayer que, a pesar de que se ha aplicado el concepto de cr¨ªmenes contra la humanidad, en la sentencia se recuperar¨¢ la necesidad de que haya un punto de conexi¨®n b¨¢sico para que estos delitos se persigan en Espa?a. En este caso, hab¨ªa v¨ªctimas espa?olas y Scilingo se entreg¨® en Espa?a, pero no ocurre lo mismo en otros casos. A pesar de todo, el Tribunal Constitucional ya anul¨® otra sentencia del Supremo que exig¨ªa esos requisitos. Habr¨¢ que esperar a la sentencia para ver la explicaci¨®n.
La fiscal Dolores Delgado, que acus¨® a Scilingo en la Audiencia Nacional, mostr¨® su satisfacci¨®n y precis¨® que "es una de las sentencias m¨¢s avanzadas y progresistas del mundo al incorporar el derecho internacional al derecho interno".
Carlos Slepoy, uno de los letrados que junto con Manuel Oll¨¦, Jos¨¦ Luis Gal¨¢n, Juan Puig de la Bellacasa, Carmen Lamarca y Jaime Sanz de Bremond recurri¨® la sentencia, afirm¨® que "se trata de un aporte sustancial a las causas que en Argentina se est¨¢n tramitando contra los genocidas. Es una reparaci¨®n muy grande a las v¨ªctimas que ven que la impunidad no ha logrado su prop¨®sito".
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