Estrat¨¦gico Brasil

Ser¨ªa un interesante partido de f¨²tbol, pero se trata de una no menos apasionante asociaci¨®n estrat¨¦gica la que ayer inauguraron en Lisboa el presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, y el de turno de la UE, el primer ministro de Portugal, el socialista Jos¨¦ S¨®crates, junto al tambi¨¦n luso Dur?o Barroso, de la Comisi¨®n Europea. Es una excelente y muy medida manera de empezar el semestre portugu¨¦s en la Uni¨®n, marcado por una intensa actividad exterior, con cumbres bilaterales con Rusia, China, India y ?frica.

Brasil viene as¨ª a sumarse a una corta lista de pa¨ªses -¨¦stos, m¨¢s EE UU, Canad¨¢ y Jap¨®n- con los que la UE tiene una relaci¨®n estrat¨¦gica que viene jalonada por las respectivas cumbres. En el caso brasile?o no se trata de un mero gesto. Es el quinto pa¨ªs del mundo en superficie y poblaci¨®n y el principal socio comercial de Europa en Am¨¦rica Latina. Su experiencia y producci¨®n de biocombustible revisten una importancia renovada, que ayer qued¨® plasmada por la firma paralela de un acuerdo para constituir una empresa mixta en este campo entre las petroleras Galp y Petrobras.

Esta nueva relaci¨®n estrat¨¦gica con la UE est¨¢ cargada de futuro, aunque no conviene que disminuya el acuerdo que la Uni¨®n est¨¢ intentado concluir con Mercosur (entre o no la Venezuela de Ch¨¢vez poco importa), y que S¨®crates y Lula consideran una "prioridad inmediata". Anoche acudieron a Lisboa para cenar con Lula junto al presidente y al primer ministro de Portugal, Zapatero, Sarkozy y Prodi. Se perfila as¨ª una nueva configuraci¨®n en el sur de Europa interesada en Brasil y Am¨¦rica Latina. Si act¨²a como vanguardia para impulsar las relaciones, cumplir¨¢ su cometido. Si lo que refleja es que los otros socios de la UE no se interesan por esa parte de lo que tambi¨¦n cabe llamar relaciones transatl¨¢nticas, estaremos avanzando hacia una Europa m¨¢s descoyuntada.

Adem¨¢s de esta cargada agenda exterior, la presidencia portuguesa quiere impulsar durante este semestre el avance en las cuestiones sociales, como la lucha contra la pobreza o la igualdad de g¨¦nero en la Uni¨®n. Pero sobre todo, el primer ministro luso tiene la responsabilidad de que Europa eche a andar y concluya, a pesar de las nuevas reticencias polacas, la Conferencia Intergubernamental que ha de redactar el nuevo Tratado de Reforma, suced¨¢neo de la difunta Constituci¨®n europea, y cuyos rasgos principales cerr¨® el ¨²ltimo Consejo Europeo. Portugal no tiene una presidencia comunitaria f¨¢cil, pero la ha empezado con acierto.