El hijo de un presidente de Audiencia con reputaci¨®n de noct¨¢mbulo

Francisco de Urqu¨ªa, de 38 a?os, ha llevado siempre su papel de juez con normalidad. Hijo de un reconocido magistrado de Alicante, ya jubilado, se habitu¨® a diligencias, fiscales y abogados desde muy peque?o. Su padre, Faustino de Urqu¨ªa, fue presidente de la Audiencia Provincial de Alicante y es profesor de Derecho Penal. "Es su referente, ha cogido las formas de su padre", comentaba sobre ¨¦l un abogado antes de conocerse su implicaci¨®n en el caso Malaya. Sus compa?eros de trabajo mantienen que De Urqu¨ªa es un magistrado "abiertamente progresista" y destacan que tiene "un trato muy humano con los justiciables".

De Urqu¨ªa est¨¢ casado y tiene una ni?a de pocos meses. Sus amistades destacan su sencillez y accesibilidad. "No se lo tiene nada cre¨ªdo, puedes hablar con ¨¦l con total normalidad", mantiene una amiga que adem¨¢s destaca su gran formaci¨®n y cultura. Es un ¨¢vido lector y cin¨¦filo.

Comenz¨® en la carrera judicial en el a?o 1999. Su primer destino fue V¨¦lez-M¨¢laga, donde en 2001 comparti¨® piso con el juez instructor del caso Malaya, Miguel ?ngel Torres, que hac¨ªa pr¨¢cticas en los juzgados de esa ciudad. Cuando ascendi¨® a magistrado le destinaron a Talavera de la Reina (Toledo). En los tres a?os que lleva como titular del juzgado n¨²mero 2 de Marbella se ha hecho popular. Suele asistir a fiestas y es habitual de algunos bares. En ocasiones se le ha visto tomando una copa con el juez Torres, el mismo que ha acabado por denunciarle.

Su bautismo medi¨¢tico lleg¨® con el caso Hidalgo, la ¨²ltima gran trama de blanqueo de capitales descubierta en la Costa del Sol. Le toc¨® la instrucci¨®n de este complicado caso, que ya suma 23 detenidos, y aguant¨® los flashes y las preguntas de los periodistas con profesionalidad, pero sin comentarios. Se le vio en los registros y en los descansos de las maratonianas declaraciones fumando o hablando por el m¨®vil. Sin embargo, no era habitual que estuviera en los juzgados hasta tarde, al contrario que el juez Torres: "A este juez no se le caen los juzgados encima, cuando llega la hora, cierra y hasta ma?ana".

Por el caso Hidalgo, recibi¨® varias llamadas amenazantes, sobre las que un fiscal ha abierto diligencias. La fama de noct¨¢mbulo de Urqu¨ªa cre¨® resquemor entre los investigadores. En uno de los seguimientos, los polic¨ªas se sorprendieron al ver c¨®mo uno de los sospechosos -finalmente detenido- le abordaba en un restaurante para saludarle con grandes abrazos.