Listas para el embarazo
En los pa¨ªses desarrollados, un gran n¨²mero de los embarazos en parejas estables son deseados y programados. Algunos estudios sugieren que si las mujeres en edad f¨¦rtil que desean tener un hijo consultaran al ginec¨®logo antes de quedarse embarazadas, se reducir¨ªa en un 30% el gasto sanitario perinatal (mantenimiento de prematuros y soporte de ni?os con defectos y problemas). La Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (SEGO) recomienda la consulta pregestacional ?previa al embarazo? desde el momento en que se desea tener un hijo. As¨ª se reduce notablemente el riesgo de problemas para la madre y trastornos al feto.
Como afirma el doctor Jos¨¦ Manuel Bajo Arenas, presidente de la SEGO y catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, en el libro divulgativo El embarazo contado con sencillez, "el bienestar de la futura madre depende de su estado de salud o de enfermedad previo a la gestaci¨®n y del estilo de vida m¨¢s o meno saludable que lleve".
De modo que los expertos recomiendan esta consulta ante la planificaci¨®n de traer un hijo al mundo y antes de la fecundaci¨®n. Su relevancia ha sido respaldada por numerosas sociedades cient¨ªficas. El informe de un organismo perteneciente al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Washington (EE UU) ya destacaba en 1989 que esta visita "puede ser la consulta m¨¢s importante de la asistencia a la salud en el contexto de sus efectos sobre el embarazo".
Por tanto, pueden resumirse como pilares b¨¢sicos de la preparaci¨®n para ser padres los siguientes: preservar la salud (especialmente la materna), mediante una alimentaci¨®n equilibrada para mantener el cuerpo sano y el peso adecuado (nada de dietas de adelgazamiento durante embarazo) y un estilo de vida saludable (ejercicio f¨ªsico moderado regularmente, ausencia de h¨¢bitos nocivos, como el tabaco, el alcohol u otras drogas, respeto por las horas de descanso y sue?o?). Y de todos los procedimientos posibles, tal vez sea la ecograf¨ªa el que m¨¢s beneficios reporta, tanto para la confirmaci¨®n de la gestaci¨®n como para su correcto seguimiento m¨¦dico.
Durante esta traves¨ªa, como se subraya en El embarazo contado con sencillez, el m¨¦dico o ginec¨®logo se convertir¨¢ en el mejor aliado, sin que por ello se deba someter a diagn¨®stico permanente un estado fisiol¨®gico y normal como ¨¦ste. Las nuevas ecograf¨ªas en tres y cuatro dimensiones aportan una gran cantidad de informaci¨®n sobre el buen desarrollo fetal, nos confirman pronto el sexo del beb¨¦ y permiten acercarnos a ¨¦l a lo largo de nueve meses (se considera un embarazo a t¨¦rmino de 37 a 42 semanas). Adem¨¢s de constituir un elemento de gran ayuda emocional: la primera fotograf¨ªa de nuestro hijo. Esta t¨¦cnica tambi¨¦n detecta precozmente problemas y malformaciones fetales ?algunos de los cuales pueden ser corregidos prenatalmente? y ayuda a preparar el parto.
A tenor de las palabras del presidente de los ginec¨®logos espa?oles, los avances en diagn¨®stico prenatal por imagen y mediante otras pruebas m¨¦dicas (como los an¨¢lisis gen¨¦ticos) han crecido espectacularmente, pero "no en consonancia con el saber terap¨¦utico". En los a?os setenta empez¨® a practicarse en Estados Unidos cirug¨ªa fetal experimental en animales. Pero no fue hasta bien avanzados los ochenta cuando se ejecutaron las primeras operaciones de este tipo en humanos, seg¨²n las publicaciones cient¨ªficas The New England Journal of Medicine y The Journal of Pediatric Surgery.
En Espa?a nacen actualmente cada a?o unos 400.000 beb¨¦s, de los que 12.000 tienen alg¨²n tipo de defecto cong¨¦nito (aparecido durante la concepci¨®n o el embarazo) y 10.000 de ellos presentan alg¨²n grado de s¨ªndrome de Down o discapacidad mental. Se calcula que en el 60% de los casos es de origen desconocido; en un 25%-30%, la causa es identificada, y en un 10%-20% se atribuye a factores ambientales. Este tipo de trastornos en pa¨ªses desarrollados constituye una de las primeras causas de mortalidad fetal, neonatal e infantil, as¨ª como de diversos grados de invalidez y minusval¨ªas.
"La intervenci¨®n prenatal que m¨¢s vidas fetales salva es la soluci¨®n del problema de isoinmunizaci¨®n o incompatibilidad Rh. Surge cuando una mujer Rh negativa (15% de las personas) concibe un hijo con un hombre Rh positivo (85%). En el supuesto de que el peque?o herede el Rh positivo del padre, tendr¨¢ que convivir con el Rh negativo de la madre, y esto, si no se corrige, representa numerosos riesgos, incluso el de muerte fetal", explica el doctor Bajo Arenas. La SEGO, de acuerdo con otras sociedades cient¨ªficas internacionales, tiene bien definidos unos protocolos de control m¨¦dico durante el embarazo. Desde que en los pa¨ªses desarrollados se ha generalizado el seguimiento m¨¦dico de la gestaci¨®n y la instauraci¨®n del parto hospitalario, la mortalidad perinatal ha descendido notablemente y es incomparablemente inferior a la morbi-mortalidad (complicaciones y muerte) materno-fetales en los pa¨ªses subdesarrollados o en v¨ªas de desarrollo.
Para el doctor Jos¨¦ Antonio Vidart, jefe del servicio de ginecolog¨ªa y obstetricia del hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, la defensa del parto domiciliario s¨®lo es sostenible en aquellos pa¨ªses con infraestructura adecuada: "?ste no es el caso de Espa?a, ni de la mayor¨ªa de los Estados europeos, cuya sanidad p¨²blica est¨¢ orientada para seguir el parto en un centro asistencial".
Durante varias d¨¦cadas del siglo XX era relativamente com¨²n el empleo de f¨¢rmacos para el embarazo. A partir de 1961, con la tragedia de la talidomida, que produjo el nacimiento de miles de ni?os con malformaciones cong¨¦nitas, se extendi¨® un gran miedo al efecto terat¨®geno (inducci¨®n de malformaciones fetales) de estos productos. "Sin embargo", como destaca el doctor Vidart, "numerosos procesos, como la fiebre, son terat¨®genos. Los conocimientos actuales permiten manejar un gran n¨²mero de medicamentos durante la gestaci¨®n para tratar problemas que incidir¨ªan negativamente en su buen desarrollo".
Mayka S¨¢nchez es autora de 'El embarazo contado con sencillez', publicado por
Ediciones Maeva.
Los mimos de mam¨¢
Numerosos estudios observacionales demuestran que el cerebro infantil en sus primeros meses de vida posee una receptividad emocional a los est¨ªmulos externos. Antes del desarrollo del lenguaje, los beb¨¦s saben discernir las emociones de confort e incomodidad y reaccionan con la mirada, el llanto, la sonrisa y los cambios gestuales y posturales.
Cada vez m¨¢s estudios demuestran la receptividad emocional del beb¨¦ en el claustro materno, especialmente ante la madre (su voz y el latido de su coraz¨®n, sus caricias en el vientre, su estado de ¨¢nimo). De ah¨ª que los mimos de mam¨¢ sean fundamentales desde que el beb¨¦ se encuentra en el ¨²tero. Autores m¨¢s esc¨¦pticos sostienen que aceptar que un ni?o nacer¨¢ m¨¢s fuerte o ser¨¢ m¨¢s feliz s¨®lo constituyen reflexiones sin constataci¨®n cient¨ªfica por el momento. Sin embrago, los pediatras sostienen que los peque?os no deseados son m¨¢s nerviosos y problem¨¢ticos.
El papel del padre
Tener un hijo es cosa de dos. Idealmente, desde que la pareja desea traerlo al mundo es conveniente que ambas partes se manifiesten implicadas. Aunque el papel biol¨®gico es sensiblemente diferente, el futuro padre debe participar en la gestaci¨®n acompa?ando a la madre al m¨¦dico, compartiendo las tareas de casa, preocup¨¢ndose por su estado y mim¨¢ndola.
Cuando el peque?o llegue al mundo es importante que la pareja est¨¦ unida para mantener el equilibrio familiar. El padre no debe sentirse excluido, sino todo lo contrario, tiene que implicarse en todos los cuidados (ba?o, cambio de pa?ales, paseo, visitas al pediatra) y derrochar mimos, muchos mimos.
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