Ros Casares pierde los motores de Izar

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales ha preferido liquidar la planta de motores de los Astilleros Izar en la localidad de Manises antes que adjudicarla al grupo metal¨²rgico valenciano Ros Casares. La SEPI alega que deb¨ªa maximizar el valor patrimonial para Izar. Ros Casares pierde una oportunidad, pero es un golpe menor para el primer transformador y distribuidor de acero de Espa?a.

Las manos de Francisco Juan Ros Garc¨ªa trazaban un c¨ªrculo en el aire cuando el consejero delegado de Ros Casares explicaba, hace apenas tres meses, la estrategia prevista para integrar la f¨¢brica de motores de los antiguos astilleros p¨²blicos Izar en el grupo metal¨²rgico.

El grupo invertir¨¢ 440 millones de euros en una planta laminadora de chapa en Sagunto capaz de producir un mill¨®n de toneladas

La empresa familiar, que se levant¨® en 1954 a partir de un almac¨¦n de hierros en Valencia, se encontraba por primera vez a punto de culminar un sue?o: "Ya producimos chapa y estructuras met¨¢licas, si integramos la f¨¢brica de motores de marinos ser¨ªamos capaces de servir todo lo que se necesita para hacer un barco".

Ros Casares comparte con Aceralia y con el naviero Vicente Boluda la adjudicaci¨®n para los pr¨®ximos 30 a?os de una terminal en el Puerto de Sagunto que ocupa una parcela de 20.000 metros cuadrados sobre el muelle, la ubicaci¨®n ideal para una f¨¢brica de motores marinos.

Ros Casares era la ¨²nica empresa que optaba a la compra de la planta de Izar en Manises. Los tres astilleros de Izar en Sevilla, Sestao y Gij¨®n fueron adjudicados en julio de 2006, pero la Uni¨®n Europea reclam¨® informaci¨®n suplementaria sobre el proceso de adjudicaci¨®n de la f¨¢brica de motores de Manises y dilat¨® el proceso.

La firma valenciana present¨® sucesivos planes industriales para garantizar el futuro de la factor¨ªa. "El plan prev¨¦ que el 65% de los ingresos procedan de la f¨¢brica de motores y el 35% restante de otras actividades, entre ellas la fundici¨®n que alberga la factor¨ªa", explicaba Francisco Ros antes de la negativa de la SEPI. El consejero delegado deslizaba que Ros Casares ya hab¨ªa optado a la fabricaci¨®n de varios motores. Si no era un farol, la jugada fue arriesgada.

Las instalaciones de Izar en Manises, los antiguos Astilleros El cano, se levantan sobre una parcela de 200.000 metros cuadrados que linda con la carretera de acceso al aeropuerto de Valencia. La consistencia e inmensidad de las naves refleja una ¨¦poca en que la grandeza intentaba ocultar la debilidad de la autarqu¨ªa. Grandes viales y jardines separan las instalaciones fabriles de otro sector, oculto entre inmensos pinos, donde se esconden las residencias de los antiguos responsables de la planta. Los 130 trabajadores que todav¨ªa emplea Izar Manises se pierden en la inmensidad de una parcela que miran con envidia todos los promotores inmobiliarios de Valencia cada vez que van al aeropuerto.

Cuando un portavoz de la SEPI explica que la empresa p¨²blica estaba obligada a "maximizar el valor patrimonial" de la planta de Manises da cuerpo a una reflexi¨®n que han compartido muchas veces los trabajadores. Tres a?os despu¨¦s de adjudicada, la SEPI habr¨ªa perdido cualquier responsabilidad en la tutela de los empleados o del futuro de la f¨¢brica y el propietario tendr¨ªa manos libres para liquidarla: "Para que Ros Casares d¨¦ un pelotazo, que lo d¨¦ la SEPI".

Brava Steel

Pero la p¨¦rdida de los motores no frena la estrategia de Ros Casares. El grupo present¨® a mediados de mayo la planta de acero que tiene previsto levantar sobre suelo de Parc Sagunt, un inmenso pol¨ªgono industrial junto al Puerto de Sagunto que ocupa las reservas de suelo que acumularon en su d¨ªa los Altos Hornos. Brava Steel, es la marca de una planta laminadora de chapa y bobina caliente que ocupar¨¢ 400.000 metros cuadrados y supondr¨¢ una inversi¨®n en torno a los 440 millones de euros.

La planta de Brava Steel ser¨¢ capaz de producir hasta un mill¨®n de toneladas anuales de chapa gruesa en el plazo de tres a?os primordialmente dirigida a los mercados espa?oles, franc¨¦s y alem¨¢n en primer lugar, pero abierta a toda Europa y el Mediterr¨¢neo.

Augescon, la marca a trav¨¦s de la que Ros Casares optaba a la adjudicaci¨®n de la planta de motores de Manises, ser¨¢ uno de los primeros clientes de Brava Steel, aunque no podr¨¢ cerrar el c¨ªrculo.

Hace apenas seis meses, Ros Casares anunci¨® inversiones por valor de 45 millones de euros en Andaluc¨ªa. Un centro de recepci¨®n de materia prima en el Puerto de Sevilla se llevar¨¢ 15 millones de euros. El resto ir¨¢ a parar a la localidad de And¨²jar, en Ja¨¦n, donde est¨¢ previsto construir otro centro de transformaci¨®n de acero que tratar¨¢ unas cien mil toneladas al a?o y prev¨¦ alcanzar una facturaci¨®n de 60 millones de euros a tres a?os vista.

El Grupo Ros Casares ya emplea a m¨¢s de mil trabajadores y factura en torno a 900 millones de euros al a?o. El almac¨¦n se ha convertido en la mayor y m¨¢s especializada red de distribuci¨®n comercial de acero de Espa?a.