Tres toreros a lo suyo

Pamplona es como es y no hay atut¨ªa. Los proleg¨®menos de la novillada y la corrida de rejones, no ten¨ªan nada que ver con el aut¨¦ntico tu¨¦tano del sentir taurino de los pamplonicas, que ha salido hoy a relucir en toda su expresi¨®n: juerga a tope en sol y atenci¨®n por lo que ocurre en el ruedo en la sombra. "Oh¨² lo que cuesta llevar los billetes a casa", se debi¨® de decir ayer m¨¢s de un banderillero al tantear el panorama.

Pero los toreros saben adonde vienen y deben de remitirse para compensarlo mentalmente a ese ruedo virtual que les brinda este a?o la cobertura televisiva de las corridas, sabedores de que les est¨¢n viendo en toda Espa?a con suma atenci¨®n. As¨ª las cosas, los tres espadas estuvieron dign¨ªsimos. Parec¨ªa que el ganado de la "se?¨¢" Aguirre iba a salir por donde lo sol¨ªa hacer ¨²ltimamente, al ver c¨®mo el primero empared¨® literalmente contra el burladero al bueno de Seraf¨ªn Mar¨ªn, que se llev¨® en el lance un tremendo topetazo en la espalda, sin que afortunadamente la cosa pasara a mayor asunto que el de tener que pedir a su compa?ero de terna, Iv¨¢n Vicente que le cambiara el turno en el orden de lidia, pues, probablemente, la lesi¨®n pulmonar que arrastra desde Ajalvir le exigir¨ªa un mayor tiempo de recuperaci¨®n. Pero tampoco pegaron los toros bocados, y varios de ellos, hasta se dejaron torear. El primero, por Uceda, que lo recibi¨® con unas vistosas ver¨®nicas que el astado se dej¨® dar, casi a pesar suyo. Con la muleta, comenz¨® Jos¨¦ Ignacio dobl¨¢ndose con el empaque que le caracteriza, para recetar tres series excelentes, algunos de cuyos pases de mano baja tuvieron gran pl¨¢stica.

El pupilo de la Aguirre se avino a tomar la muleta por el pit¨®n derecho con clase. Por la izquierda la cosa fue m¨¢s complicada, pero tampoco el de Usera escurri¨® el bulto por ese lado. Lo mat¨® con media tendida y un descabello, y los aplausos se escucharon lo suficiente en medio del estruendo de las pe?as para que saludara desde el tercio. El cuarto fue el m¨¢s manso de la corrida, y sorprendi¨® en Uceda que, habiendo podido escurrir el bulto como otras veces sin que le censuraran demasiado por ello, se fuera detr¨¢s del pavito tratando de hacerlo potable, empe?o que result¨® imposible.

As¨ª las cosas, fue Iv¨¢n Vicente el que tore¨® los toros de Mar¨ªn. No debi¨® dar tiempo en corrales a cambiar el orden que hab¨ªan sorteado previamente. Como toda la corrida, este toro mostr¨® un pit¨®n derecho bueno para la muleta, y por all¨ª estuvo m¨¢s confiado Vicente que por el zurdo, que era mucho m¨¢s dif¨ªcil de abordar. Le sonaba como ambientaci¨®n el Bienvenido de Miguel R¨ªos, pasodoble roquero que, sin duda, le inspir¨® en gran manera. La verdad es que sonaba realmente bien. Al quinto de la tarde lo recibi¨® Vicente con templadas ver¨®nicas para dirigirlo al caballo, en donde recibi¨® una vara infinita. Son¨® entonces una suerte de charanga tecno que causar¨ªa furor en las discos m¨¢s vanguardistas de Amsterdan y Londres. Tante¨® el madrile?o al de la Aguirre por la derecha, en varias series, hasta obtener una cuarta realmente meritoria. Se le ve firme y seguro a este torero, y parece que va a escalar ese a?o algunos pelda?os m¨¢s. Acab¨® saludando desde el tercio, con la aquiescencia del sol.

A pesar del topetazo que sufri¨® en el toro de salida, Seraf¨ªn Mar¨ªn se mostr¨® completamente recuperado de su percance de principio de temporada, y parece atravesar un excelente momento. Es m¨¢s: su toreo ha mejorado y ha ganado en sentimiento y cadencia. Lo demostr¨® de igual manera en sus dos enemigos: en el primero de ellos, se fue al terreno del toro, que hab¨ªa cantado su querencia a chiqueros, y all¨ª le instrument¨® derechazos con gusto, tal vez un poco cortos. Mientras el Help! de Tony Ronald ascend¨ªa al top one del charangueo pamplonica, el ¨²ltimo toro, carente de sensibilidad musical, se fue a chiqueros y tras ¨¦l Mar¨ªn, que a punto estuvo de sacarlo de la querencia para torearlo con gusto. El problema es que el pupilo de la Aguirre no se dej¨®. Nadie es perfecto.