Nuevo noneto

A principios de octubre Lee Konitz cumplir¨¢ ochenta a?os. Irreductible inconformista hasta la m¨¦dula, sigue encabezando aventuras de todo pelaje: multiplicando encuentros con los solistas m¨¢s diversos, dirigiendo un cuarteto de cuerdas y este noneto. A finales de los setenta ya mont¨® uno, con solistas de prestigio. Pero este nuevo noneto no tiene nada que ver con aquel. La instrumentaci¨®n, los temas y arreglos son diferentes y se integra por m¨²sicos muy j¨®venes, casi desconocidos. Adem¨¢s, la tem¨¢tica est¨¢ basada en composiciones propias o en colaboraci¨®n con su novel disc¨ªpulo, el saxo tenor y compositor Ohad Talmor, que tambi¨¦n es responsable de las orquestaciones (un aspecto que no practica Konitz). Tras m¨¢s de sesenta a?os de carrera, es uno de los saxos altos m¨¢s originales que ha dado el jazz. El principal y m¨¢s heterodoxo disc¨ªpulo de la escuela del pianista Lennie Tristano encontr¨® pronto su propia v¨ªa, en un momento en que la influencia de Parker era absolutamente dominante. La pureza de su peque?a sonoridad sin vibrato marc¨® a toda una generaci¨®n de saxos blancos, de estilo cool. Pero Konitz no ha cejado de trabajar su timbre, d¨¢ndole mayor corporeidad, sin dejar de ser de una distintiva belleza. Y de tocar millones de veces los mismos est¨¢ndares, que reelabora arm¨®nicamente siempre de forma diferente y admirable, sin ning¨²n clich¨¦. Lo demostr¨® en The Song Is You. Uno de los grandes improvisadores que ha dado el jazz y quiz¨¢ -como dec¨ªa el a?orado Traberg- su ¨²ltimo rom¨¢ntico.

Esta aventura coyuntural, pues su obra est¨¢ constantemente en permanente construcci¨®n, posiblemente no sea la m¨¢s memorable. Los temas y las orquestaciones son desiguales. Warmer in Heaven es de Talmor, que tambi¨¦n colabora en Vallz y la Blues Suite est¨¢ inspirada en l¨ªneas de blues de la obra de Konitz. No est¨¢ clara la funci¨®n del clarinete bajo y el violonchelo. Aunque siempre le ha gustado confrontarse con la energ¨ªa e ideas que aportan los solistas j¨®venes, algunos est¨¢n a¨²n en fase de desarrollo. Es de agradecer que tocaran sin amplificaci¨®n. Y, sobre todo, ese maravilloso sonido de su saxo alto y sus improvisaciones, de excepcional riqueza y di¨¢fana construcci¨®n. S¨®lo por eso ya val¨ªa la pena este concierto. Ojal¨¢ tengamos m¨¢s ocasiones de escuchar a este gran m¨²sico de jazz.