Alternativas para evitar la corrupci¨®n
La corrupci¨®n afecta a la calidad de la democracia. As¨ª lo muestran, por ejemplo, los bar¨®metros permanentes de Transparencia Internacional o el ¨ªndice de la democracia elaborado por el semanario The Economist. La corrupci¨®n urban¨ªstica ha devenido hoy en Espa?a en la formulaci¨®n m¨¢s frecuente de la corrupci¨®n p¨²blica, aunque cada vez sea m¨¢s dif¨ªcil separar los intereses privados de los corruptos, de los intereses pol¨ªticos partidistas.
Ahora que se ha producido un cambio de Gobierno conviene recordar algunas de las herramientas contra la corrupci¨®n urban¨ªstica que han dejado los destituidos. Mar¨ªa Antonia Trujillo ser¨¢ recordada en el largo plazo por la aprobaci¨®n de una nueva Ley del Suelo, que ha entrado en vigor el pasado d¨ªa 1 y que habr¨¢n de tener en cuenta los ayuntamientos constituidos tras las ¨²ltimas elecciones municipales. Trujillo ha sido una ministra de Vivienda con peor imagen que pr¨¢ctica pol¨ªtica. La nueva ley del Suelo, que sustituye a la de 1998, cambia la filosof¨ªa de esta ¨²ltima de que todo suelo era urbanizable mientras no se dijera lo contrario, causante en buena parte del espectacular crecimiento del precio del suelo y de la formidable especulaci¨®n que han asolado este pa¨ªs en los ¨²ltimos 10 a?os. S¨®lo el tiempo dir¨¢ si la nueva ley del Suelo ha sido efectiva, pero en su filosof¨ªa est¨¢ la correcci¨®n de tanto desenfreno, con la reserva de un porcentaje del suelo (30%) para vivienda protegida y una nueva tasaci¨®n del suelo mediante la cual su valor no estar¨¢ en funci¨®n de las expectativas sino de su precio actual, entre otras medidas. Recordemos que la de 1998 es una ley aprobada bajo el mandato del PP y que la actual ha sido aprobada con el voto de todos los grupos parlamentarios, excepto el PP.
Jordi Sevilla, hasta ahora titular de Administraciones P¨²blicas, ha sido uno de los mejores ministros de Rodr¨ªguez Zapatero y, por lo tanto, susceptible de recuperaci¨®n para nuevos empe?os. Deja a su sucesora, Elena Salgado, los borradores y el esp¨ªritu de una nueva Ley de Bases de R¨¦gimen Local. En esa ley est¨¢n las medidas para garantizar la financiaci¨®n local, cuya insuficiencia ha abierto paso a tantas irregularidades y estafas urban¨ªsticas, que se han producido por la confluencia de tres factores: el extraordinario boom de la construcci¨®n (se han construido anualmente m¨¢s viviendas que en Alemania, Reino Unido y Francia juntos); los perennes problemas de financiaci¨®n de las haciendas locales y el creciente recurso de estas administraciones a los ingresos procedentes del urbanismo (algunas estimaciones prudentes calculan que este tipo de ingresos supone en muchos ayuntamientos el 30% del total, y otras menos prudentes, dicen que el 40%); y los cambios que parecen estar teniendo lugar en la estructura de financiaci¨®n de unas organizaciones partidistas que dependen cada vez m¨¢s de los fondos que las corporaciones locales destinan al sostenimiento de los grupos municipales (seg¨²n un informe del Tribunal de Cuentas, m¨¢s del 25% del total de las subvenciones p¨²blicas no electorales recibidas por los partidos procede de las corporaciones locales).
Los argumentos de la ley de R¨¦gimen Local que deja Sevilla atacan sobre todo al segundo de los factores citados: cl¨¢usula espec¨ªfica que garantiza la participaci¨®n de los ayuntamientos en los ingresos de las comunidades aut¨®nomas, para que no dependan de la voluntad arbitraria de estas ¨²ltimas; introducci¨®n de las incompatibilidades en los concejales; controles de poder para que sean los plenos municipales y los equipos de gobierno los que aborden las licencias urban¨ªsticas, las permutas de terrenos y los convenios urban¨ªsticos; etc¨¦tera.
Estos cambios legales est¨¢n incluidos en las recomendaciones que se hacen en el estudio m¨¢s exhaustivo elaborado hasta ahora sobre el urbanismo en Espa?a (Urbanismo y democracia. Alternativas para evitar la corrupci¨®n. Fundaci¨®n Alternativas), recientemente presentado en el Congreso de los Diputados. Tres vol¨²menes cartogr¨¢ficos dedicados a la descripci¨®n del problema y a las alternativas para corregir el tiro a favor de un urbanismo sostenible, que llegan a la conclusi¨®n de que "todo suelo debe considerarse como no urbanizable, mientras no se demuestre la absoluta necesidad de ser transformado urban¨ªsticamente". Una reacci¨®n l¨®gica a tanto exceso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Jordi Sevilla
- Impuestos municipales
- Ministerio de Vivienda
- Balances pol¨ªticos
- Ley Suelo
- MAP
- Mar¨ªa Antonia Trujillo
- VIII Legislatura Espa?a
- Opini¨®n
- Legislaci¨®n urban¨ªstica
- Ordenaci¨®n suelo
- Finanzas municipales
- Especulaci¨®n inmobiliaria
- Legislaci¨®n espa?ola
- PSOE
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- Actividad legislativa
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Ayuntamientos
- Partidos pol¨ªticos
- Parlamento
- Corrupci¨®n
- Desarrollo urbano
- Gobierno municipal