Un artista que dice no
Isidoro Valc¨¢rcel Medina, con 69 a?os, sigue fiel al esp¨ªritu que le convirti¨® en pionero del arte conceptual espa?ol. Y advierte que "es m¨¢s dif¨ªcil escapar del dinero que de la polic¨ªa"
En septiembre pasado, Isidoro Valc¨¢rcel Medina fue invitado por el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba) a participar en la exposici¨®n que desplegaba la colecci¨®n del museo. El artista murciano, que este a?o cumple 70, acept¨® con una propuesta peculiar. Durante nueve d¨ªas estuvo pintando de blanco un muro blanco. Lo hizo con un pincel del n¨²mero 8, es decir, de los que se usan para las acuarelas. "No me importa estar en un museo", explica en su casa de Madrid, un apartamento m¨ªnimo e impoluto, "pero quiero estar a mi manera, no almidonado en los s¨®tanos. Mi forma de estar en una colecci¨®n es hacer algo que no se pueda coleccionar".
Aunque hace tiempo que las actitudes radicales de los sesenta se convirtieron en aquello que denunciaban -mercanc¨ªa-, Valc¨¢rcel Medina sigue fiel al esp¨ªritu que lo convirti¨® en un pionero del arte conceptual en Espa?a. Hoy es un mito. Durante el pasado Congreso de la Lengua, particip¨® en una colectiva en Cartagena de Indias. Muchos de los que expon¨ªan con ¨¦l podr¨ªan ser sus nietos. Lo consideraban un cl¨¢sico. "Ser¨¢ por la edad", dice ¨¦l. El artista, presente en Teatro sin teatro -la gran exposici¨®n que puede verse en el Macba hasta el 11 de septiembre-, imparte adem¨¢s este a?o un taller en el Espai d'Art Contemporani de Castell¨®n. Pero no quiere o¨ªr hablar de s¨ª mismo como maestro: "El arte se puede aprender, pero no ense?ar. S¨®lo cuenta el testimonio personal. Para m¨ª, el arte es la vida, una actitud, ser consciente de lo que quieres. Y de lo que no".
Valc¨¢rcel, en efecto, nunca ha sido un artista c¨®modo. En 1996, el Reina Sof¨ªa, dirigido entonces por Jos¨¦ Guirao, lo invit¨® a presentar un proyecto. ?l, de nuevo, acept¨®. Y de nuevo con una condici¨®n: para ejecutar su obra necesitaba los presupuestos reales -montajes, cat¨¢logos, transportes, seguros- de las ¨²ltimas muestras realizadas en el museo madrile?o. El Reina se neg¨® a facilitarle esa informaci¨®n, que ¨¦l consideraba de dominio p¨²blico. As¨ª empez¨® una particular performance que llev¨® al artista hasta el Defensor del Pueblo -que le dio la raz¨®n- despu¨¦s de reclamar ante el Ministerio de Cultura y el Congreso de los Diputados. Ni qu¨¦ decir tiene que la exposici¨®n, que hubiera colocado a Valc¨¢rcel Medina en el candelero, nunca se llev¨® a cabo. Para ¨¦l, la obra resultante es la kafkiana correspondencia que mantuvo con todas las instancias interpeladas. No era la primera vez que el artista chocaba con una instituci¨®n. Cuando una fundaci¨®n, cuyo nombre no quiere revelar, le propuso exponer, ¨¦l present¨® un presupuesto que fue rechazado: seis euros. "Me dijeron que creaba un mal precedente no por ser caro, sino por ser barato".
Valc¨¢rcel Medina no ha vendido jam¨¢s una obra. Durante a?os vivi¨® de rehabilitar casas. Con todo, ¨¦l no renuncia a que le paguen, "pero un precio digno, no precio de artista". Por eso cobr¨® lo que hubiera cobrado un pintor de brocha gorda por pintar aquel muro del Macba: 900 euros. "Parece", apostilla, "que uno tiene un estatus y ya no puede ir de pintor de brocha gorda. Vale, pues voy con un pincel fino". Para ¨¦l, "el arte est¨¢ supersobrevalorado". Por eso le parece "un caso maravilloso" la desaparici¨®n de la escultura de Richard Serra, de 38 toneladas, perteneciente a la colecci¨®n del Reina Sof¨ªa: "La obra de arte es robar esa escultura, no hacerla".
La conversaci¨®n termina desembocando en una pregunta: ?es m¨¢s dif¨ªcil escapar a la persecuci¨®n o al halago? "Ahora, el poder lo asume todo, lo paga y lo archiva para la tranquilidad general. Es m¨¢s dif¨ªcil escapar del dinero que de la polic¨ªa. Hay profesionales de la protesta que medran y progresan. Antes, si escrib¨ªas en una pancarta 'Franco es feo' ibas a comisar¨ªa. Hoy si escribes 'El alcalde es feo' el Ayuntamiento te compra el cartel". Con todo, siempre hay resquicios, el poder no lo asimila todo: "Es cierto, el Reina Sof¨ªa no asimila que se le pidan las cuentas. A los artistas les exijo un plus de responsabilidad. Deber¨ªan pensar: si todo lo que hago me lo compran, ?qu¨¦ puedo hacer que no me compren, para que no me cacen?". Y recuerda su experiencia: "Una vez me llevaron a Canarias y me metieron en una habitaci¨®n de hotel con dos duchas y cinco televisores. Pens¨¦: mi obligaci¨®n es evitar que me vuelvan a meter en una habitaci¨®n as¨ª".
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