"En 20 a?os, cada ni?o debe tener un port¨¢til"

Nicholas Negroponte lleva desde los a?os 70 pensando cu¨¢l es la mejor manera de poner un ordenador

en las manos de cada ni?o, pero no fue hasta 2005 cuando present¨® su propuesta para lograrlo: OLPC, siglas de un port¨¢til por cada ni?o, en ingl¨¦s. Se trata de un ordenador peque?o dirigido al Tercer Mundo, de uso sencillo, a prueba de golpes, polvo y agua, y que no necesita electricidad para cargarse (utiliza un peque?o generador). Pero no es tan barato como en principio se pretend¨ªa. Hace dos a?os, Negroponte aseguraba que su port¨¢til costar¨ªa 100 d¨®lares (unos 73 euros) y que empezar¨ªa a fabricarse en 2006, pero la realidad es que la producci¨®n masiva del ordenador no comenzar¨¢ hasta el pr¨®ximo noviembre, y que su precio rondar¨¢ los 180 d¨®lares (unos 132 euros).

Negroponte (Nueva York, 1943) present¨® ayer su ordenador en los cursos de verano que celebra en la sierra de Madrid la FAES (Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales), la fundaci¨®n del Partido Popular. El creador del m¨ªtico Media Lab del MIT (Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts) y de la revista Wired, reflexiona sobre su iniciativa y sus fortalezas, pero no esconde sus debilidades, y anuncia que pronto dejar¨¢ el d¨ªa a d¨ªa del proyecto en manos de un gestor m¨¢s experimentado: "Ha sido todo un viaje. Nunca he hecho nada parecido en mi vida". En el camino, s¨®lo un reproche a Intel, a quien acusa de intentar hundir su proyecto con su propio PC barato, Classmate.

Pregunta. ?Cu¨¢l es el balance que hace, tras estos dos a?os?

Respuesta. Hay dos formas de verlo. Una es la aceptaci¨®n que ha tenido el concepto de "un port¨¢til por cada ni?o", que ha sido fenomenal. Desde el punto de vista de la producci¨®n de los ordenadores, sin embargo, yo esperaba que los tuvi¨¦ramos ya. Pero es duro. Soy muy bueno vendiendo ideas, pero no soy tan bueno vendiendo port¨¢tiles. No soy un comercial. A finales de mes crearemos una organizaci¨®n mucho m¨¢s eficiente, con un equipo ejecutivo que conduzca la idea.

P. ?Y por qu¨¦ est¨¢ siendo tan dif¨ªcil?

R. Hay dos razones. Una es que hemos elegido el camino m¨¢s duro: negociar con los gobiernos para introducir los port¨¢tiles en la educaci¨®n p¨²blica. Incluso las administraciones m¨¢s positivas, como la de Per¨², son lentas. Y la otra raz¨®n es que no pensaba que iba a terminar pele¨¢ndome con empresas. Yo no tengo accionistas, as¨ª que no tengo que vender port¨¢tiles. Pero si voy a Lula y le digo "deber¨ªas tener un mill¨®n de port¨¢tiles", y despu¨¦s una compa?¨ªa se dirige al ministro de Educaci¨®n y le dice "como no sabe si esto de Negroponte va a funcionar, c¨®mprenos 20.000 a nosotros y pruebe", al final habr¨¢ 980.000 ni?os sin port¨¢til. Y eso es muy descorazonador, porque a veces no es que la compa?¨ªa quiera vender esos port¨¢tiles; es s¨®lo que no quiere que nosotros lo hagamos.

P. ?Cree entonces que uno de los problemas de su iniciativa ha sido el proyecto de Intel?

R. Sin duda alguna.

P. Mucha gente se pregunta por qu¨¦ necesitan los ni?os un port¨¢til si no tienen agua potable, ni comida, ni electricidad.

R. Sustituya la palabra "port¨¢til" de esa frase por "educaci¨®n". Este PC es un libro electr¨®nico, y los ni?os pueden aprender idiomas, comunicarse con otros ni?os, aprender programaci¨®n... Nadie cree que haya que eliminar la educaci¨®n porque no haya agua potable.

P. Estos ni?os que nunca han visto un ordenador, ?necesitan profesores para aprender a usarlo?

R. Cuando la gente me pregunta qui¨¦n va a ense?ar a los profesores a ense?ar a los ni?os c¨®mo usar el port¨¢til me pregunto en qu¨¦ planeta viven. Porque cualquiera que tiene un problema con su PC o su m¨®vil lo primero que hace es preguntar a su hijo. Incluso los ni?os que nunca que han visto un PC tardan minutos en saber c¨®mo usarlo.

P. Hay quien dice que la soluci¨®n de la brecha digital en el Tercer Mundo es el tel¨¦fono m¨®vil.

R. Nadie piensa eso realmente. Los m¨®viles son buenos en lo que hacen, pero nadie quiere leer un libro en un m¨®vil.

P. ?Se har¨¢ realidad su sue?o de que cada ni?o tenga un port¨¢til?

R. S¨ª, desde luego. No s¨¦ si eso pasar¨¢ en cinco o diez a?os, pero no puedo imaginar un mundo en el que, dentro de 20 a?os, cada ni?o no tenga un port¨¢til.