Contrastes en la delantera
Mientras Robinho rescata a Brasil, Dunga relega a Anderson al banquillo
Pocas horas despu¨¦s de la fascinante actuaci¨®n de Robinho ante Chile en la primera fase, cuando marc¨® tres tantos, su tel¨¦fono m¨®vil le acerc¨® una voz conocida. El tono jocoso de su interlocutor encubr¨ªa una felicitaci¨®n: "?Eh, t¨², juvenil! ?Has visto un v¨ªdeo de mis jugadas para aprender a hacer goles?". Era Ronaldo, de vacaciones en Brasil e imbuido de la envidia sana que le inspiran las haza?as de su antiguo socio en el Madrid y la selecci¨®n.
?ltimamente, Robinho entrena la definici¨®n de manera compulsiva. Con seis goles, es el mejor artillero del torneo y se le ve tan confiado en su poder¨ªo como feliz con su elevado protagonismo en el equipo. La canarinha se aferra a la pegada y al juego desequilibrante de su mejor futbolista. La abrupta puesta en escena del seleccionador, Dunga, privilegia un f¨²tbol ¨¢spero. El arco de damnificados abarca laterales aventureros como Daniel Alves, enganches creativos como Diego y buena parte de la n¨®mina de delanteros que vive bajo presi¨®n por el veleidoso car¨¢cter de su t¨¦cnico. Con Fred lesionado, Dunga le dio la titularidad en la delantera a Vagner Love. El jugador del CSKA de Mosc¨² se mostr¨® desesperadamente aislado en la primera fase. Ha marcado s¨®lo un gol, pero al menos ha ido incorporando en los ¨²ltimos dos partidos la din¨¢mica, el nervio y la inteligencia de movimientos que se le suponen.
Su recambio es Afonso Alves, pertinaz goleador en el Heerenveen holand¨¦s y un absoluto desconocido en Brasil, cuya torcida sigue pregunt¨¢ndose qu¨¦ pinta en la selecci¨®n. La otra bala que Dunga aguarda marginada -s¨®lo disput¨® 90 minutos entre los dos primeros partidos- tiene 19 a?os y vale 30 millones de euros. Eso es lo que ha pagado el Manchester al Oporto por el traspaso de Anderson. Un chico lac¨®nico e introvertido. Tambi¨¦n un delantero veloz, habilidoso, vertical y potente.
Anderson fue el protagonista del duelo m¨¢s ¨¦pico que se recuerda en la historia reciente del f¨²tbol brasile?o. En 2005, Anderson militaba en el Gremio de Porto Alegre, un gigante que purgaba sus penas en Segunda. En Recife, el Gremio se jugaba el ascenso en la ¨²ltima jornada contra el N¨¢utico. Anderson salt¨® al c¨¦sped como sustituto a media hora del final, con empate a cero y cuando el Gremio s¨®lo contaba con siete jugadores en el campo. En un m¨¢gico minuto provoc¨® la expulsi¨®n de un rival y marc¨® un gol tras una disparatada carrera de 30 metros.
El Oporto pag¨® por ¨¦l seis millones de euros. Acert¨®. Anderson ha tenido una destacad¨ªsima actuaci¨®n en el campeonato luso. Se le adivina un potencial que no ha escapado al ojo cl¨ªnico que comparten Alex Ferguson y Carlos Queiroz en el Manchester. Aunque el margen de confianza que le otorga Dunga s¨®lo dure 90 tristes minutos.
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