Lecciones del diablo
LA COMISI?N PERMANENTE de la Conferencia Episcopal difundi¨® el pasado 20 de junio un documento contra la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) -complementario de una declaraci¨®n anterior del 28 de febrero- que condenaba una vez m¨¢s la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, incorporada con car¨¢cter obligatorio y evaluable al plan de estudios de primaria y secundaria: "El Estado se arroga un papel de educador moral que no es propio de un Estado democr¨¢tico de derecho". Los obispos critican severamente que la nueva disciplina invada terrenos de la Iglesia. Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, afirma que sus contenidos est¨¢n basados "en el relativismo ideol¨®gico y la ideolog¨ªa de g¨¦nero". La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica toca a rebato: "La gravedad de la situaci¨®n no permite posturas pasivas ni acomodaticias". Los padres de los alumnos y los centros escolares podr¨¢n recurrir "a todos los medios leg¨ªtimos para defender la libertad de conciencia y de ense?anza, que es lo que est¨¢ en juego". Aunque la declaraci¨®n sea conscientemente ambigua acerca de los procedimientos id¨®neos para ese fin, el melifluo portavoz aclar¨® picaronamente que la objeci¨®n de conciencia no est¨¢ "excluida" del arsenal de armas l¨ªcitas.
Los ¨¦xitos parciales conseguidos por la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de Ense?anza sobre los contenidos de la asignatura no han saciado el inagotable apetito del episcopado
Los centros concertados cat¨®licos agrupados en la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de Ense?anza (FERE-CECA) vienen tratando de acercar posturas con el Estado. Sin embargo, los ¨¦xitos parciales logrados por sus representantes en las negociaciones con el Ministerio de Educaci¨®n sobre los contenidos curriculares de la asignatura -relativos al matrimonio homosexual o a las relaciones de g¨¦nero- no han saciado el inagotable apetito de la jerarqu¨ªa. Alarmado ante la negativa de la Fere a recurrir a la objeci¨®n de conciencia, el cardenal primado y vicepresidente de la Conferencia, Antonio Ca?izares, avisa a los colegios cat¨®licos del fuerte olor a azufre que despide la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa: "Los centros religiosos que impartan la nueva asignatura colaborar¨¢n con el mal".
La disciplina se estudiar¨¢ en un curso de primaria (5? ¨® 6?) y otro de secundaria ( 2? ¨® 3?); sus contenidos tambi¨¦n ser¨¢n recogidos por dos asignaturas ya existentes: ?tica (4? de secundaria) y Filosof¨ªa (bachillerato). La incorporaci¨®n de la materia a los planes de estudio ser¨¢ gradual: siete comunidades aut¨®nomas han decidido comenzar por 3? de secundaria. ?Qu¨¦ otorga su diab¨®lico car¨¢cter a la disciplina condenada al fuego eterno por el cardenal Ca?izares? La educaci¨®n c¨ªvica se imparte actualmente en 15 pa¨ªses europeos; las recomendaciones del Parlamento de Estrasburgo y del Consejo de Europa para la expansi¨®n de sus contenidos curriculares -la tolerancia, la igualdad de sexos, el rechazo a la discriminaci¨®n, la soluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos, la condena del racismo y la homofobia, etc¨¦tera- contradicen a los obispos exorcistas.
La innovaci¨®n es criticada o mirada con escepticismo por quienes consideran que el campo propio de la ense?anza son los conocimientos y no los valores. Adela Cortina ejemplifica ese ideal de la escuela neutra con las palabras de mister Gradging en la novela de Dickens Tiempos dif¨ªciles: "No ense?¨¦is a esos chicos y chicas sino hechos. S¨®lo los hechos son necesarios en la vida. No plant¨¦is otra cosa y arrancad todo lo dem¨¢s". En Espa?a, esa actitud se suele manifestar en forma de una burlesca equiparaci¨®n entre la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, inspirada por los principios democr¨¢ticos y la Constituci¨®n de 1978, y la Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional, impartida por la dictadura franquista para adoctrinar a los escolares en los Principios Fundamentales del Movimiento, pero nunca criticada por la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. Esa ofensiva homologaci¨®n es una cantera inagotable de paralelismos no s¨®lo para los columnistas patosos y los tertulianos chistosos, sino tambi¨¦n para los dirigentes del PP: tras alardear de su astucia por demorar un a?o la incorporaci¨®n de la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa a los planes de estudio de la Comunidad de Madrid, la presidenta Esperanza Aguirre defiende el derecho de objeci¨®n de conciencia "a lo que es casi, casi, casi, un suced¨¢neo de la Formaci¨®n del Esp¨ªritu Nacional".
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