Un fantasma recorre el Teatro Real
Directores de escena, m¨²sicos y otros artistas esgrimen la libertad de expresi¨®n en el arte frente a un grupo de abonados que protestan contra la "pornograf¨ªa" y los excesos de algunos montajes e invocan "principios" religiosos
Unos se?ores entran en una sauna y empiezan a emparejarse. De repente, aparece la mism¨ªsima Muerte, que va se?alando a sus v¨ªctimas con el dedo. Los ba?istas caen fulminados y fallecen de peste, radiaciones, sida... Es la primera escena de El viaje a Simorgh, ¨®pera basada en Las virtudes del p¨¢jaro solitario, de Juan Goytisolo. El montaje, del compositor andaluz Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Verd¨², con escenograf¨ªa y direcci¨®n de escena de Frederic Amat, se estren¨® a principios de mayo en el Teatro Real de Madrid. La obra, de fuerte impacto ¨¦tico y est¨¦tico, invita a "hacer un ejercicio de conocimiento", en palabras de Amat. "Porque ver un espect¨¢culo es, en s¨ª, un viaje".
Un camino que en los ¨²ltimos d¨ªas ha sido cuestionado en la carta que un grupo de 40 abonados del coliseo y "amantes de la ¨®pera" dirigi¨® a gestores y patrocinadores del teatro, manifestando "preocupaci¨®n e indignaci¨®n" por algunas elecciones en la programaci¨®n. "En la reci¨¦n estrenada El viaje a Simorgh", se lee en la misiva, "destacamos la pornograf¨ªa que orienta al progreso la sensibilidad del p¨²blico". Los firmantes -entre ellos, Giuliana Arioli, Carlos Fr¨¹hbeck, Mar¨ªa Victoria Abell¨®, Josefina Halffter y Alfredo Prado- se refieren a esa obra y a Wozzeck, de Calixto Bieito, y piden sin r¨¦mora a los patrocinadores y benefactores privados del coliseo (cuyos ingresos proceden en un 50% de fondos p¨²blicos) que exijan informaci¨®n completa sobre las representaciones "para evitar a los abonados y aficionados a la ¨®pera inserciones imprevistas". No utilizan la palabra censura, pero invocan "los principios de la religi¨®n cat¨®lica" y apelan a unos no mejor aclarados valores humanos "que todos debemos preservar".
"El mismo san Juan fue penalizado por la Iglesia, pero ?de parte de qui¨¦n puede la Iglesia pedir el pudor?", dice Amat
El tono de la misiva ha sido tan firme que ha despertado a¨²n mayor preocupaci¨®n e indignaci¨®n. Sobre todo, entre los profesionales del teatro, m¨²sicos y directores de escena. Si bien tanto los gestores del Real como Calixto Bieito han preferido mantenerse al margen de la pol¨¦mica, otros autores aludidos han sido tajantes. Es el caso Amat. "Desde la primera escena, la ¨²nica condici¨®n de un espect¨¢culo es despojarse de perjuicios", apunta el artista y escen¨®grafo barcelon¨¦s. "No se puede hacer un lifting a la verdad, a la realidad de las cosas. Y esto es lo que pretende hacer esa petici¨®n", denuncia. El viaje a Simorgh cuenta con textos de san Juan de la Cruz, de los poetas musulmanes m¨ªsticos Ibn al Farid y Fariduddin al Attar, de Leonardo da Vinci y de la traducci¨®n que Fray Luis de Le¨®n hizo en el siglo XVI de El cantar de los cantares.
Los amotinados del coliseo, sin embargo, hablan de degradaci¨®n y ridiculizaci¨®n de los personajes de la Iglesia "de forma vil e inaceptable". "El mismo san Juan fue penalizado por la Iglesia, pero ?de parte de qui¨¦n puede la Iglesia pedir el pudor?", se pregunta Amat, que a?ade: "Hemos luchado tantos a?os por no tener censura que ¨¦sta me parece una actitud radicalmente at¨¢vica. No puedo trabajar con un bozal puesto".
Giuliana Arioli, una de las firmantes, abonada al Real desde su reapertura, en 1997, se defiende de las acusaciones de puritanismo. "Yo no soy ninguna puritana", asegura. "Hemos escrito la carta porque no estamos de acuerdo con la producci¨®n. Se trata m¨¢s bien de una cuesti¨®n de buen y mal gusto", remata. Un criterio que muchos consideran "inaceptable".
Josep Pons, director de la Orquesta Nacional de Espa?a, aboga ante todo por la libre expresi¨®n: "Puesto que lo m¨¢s importante es la libertad, tenemos que respetar a todo aqu¨¦l que quiera opinar", explica. "Pero tambi¨¦n el arte necesita libertad. No se le pueden poner condiciones a una obra, y es mucho m¨¢s escandalosa una petici¨®n de censura que unas im¨¢genes atrevidas en el escenario. Si un montaje no gusta, el espectador se puede levantar e irse. Y si no gusta la programaci¨®n, te puedes dar de baja". "Adem¨¢s", a?ade, "existe una diferencia entre el lenguaje, el teatro y la ¨®pera. En el teatro, peticiones de este tipo por parte de sectores del p¨²blico no existen", explica.
Mario Gas, que ayer present¨® su puesta en escena de Madama Butterfly en el Real, comparte las preocupaciones de sus colegas: "No me sorprende esta pol¨¦mica, aunque est¨¢ absolutamente fuera de lugar, porque el arte es una investigaci¨®n fronteriza, siempre abierta a nuevas tentaciones. Es un estilo peligroso el que pretende coaccionar al arte", comenta el director del Teatro Espa?ol. Y el hecho de que la petici¨®n pretenda influir a los patrocinadores de una instituci¨®n p¨²blica escandaliza a¨²n m¨¢s.
Gerardo Vera, director del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN), est¨¢ "indignado". "Me indigna que tengamos todav¨ªa esa actitud. M¨¢s que una vuelta al pasado parece una necesidad de estar anclado a par¨¢metros viejos. La ciudadan¨ªa, en cambio, se merece esas libertades propias de una democracia y estoy convencido de que los teatros p¨²blicos las tienen que salvaguardar", se?ala.
La carta denuncia "la cultura del todo vale", mientras para la mayor¨ªa de los espectadores -el Real tiene un aforo de 1.748 entradas- es "cultura". Jer¨®nimo Saavedra, alcalde de Las Palmas y miembro del Patronato del Real, que ayer acudi¨® al estreno de Madama Butterfly, destacaba: "Si el montaje responde a una lectura de la historia, acepto y defiendo el experimentalismo creativo".
Garc¨ªa Lorca lo llam¨® "teatro bajo la arena" en contra de los espect¨¢culos "al aire libre". Hoy, "el arte debe recordarnos la realidad, que es mucho m¨¢s dura que lo que ocurre en un escenario", afirma Josep Pons. "Porque una sociedad sin teatro es como una sala sin espejos", remata Amat. "Y porque no es posible que unos personajes salgan de una sauna con abrigo o gabardina. Se enga?ar¨ªa a los espectadores".
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