Batiendo marcas
Summercase congrega 109.000 visitas entre Madrid y Barcelona
Fue al acabar la segunda jornada cuando la organizaci¨®n del Summercase ofreci¨® al fin sus datos. Seg¨²n ¨¦stos, 109.000 son las visitas que ha recibido el festival en sus cuatro jornadas repartidas entre Madrid y Barcelona, pr¨¢cticamente duplicando las cifras conseguidas el pasado a?o. De esta manera el resultado no puede ser m¨¢s positivo, a pesar de que el festival ha crecido, al menos en Barcelona, a costa de escatimar a sus espectadores condiciones de habitabilidad y comodidad en el recinto.
Por ejemplo, en la noche del s¨¢bado fue casi imposible seguir las actuaciones de Jarvis Cocker, quien incluy¨® en el repertorio una insospechada versi¨®n de The eye of the tiger, y del grupo !!! en la carpa "maldita" convertida la v¨ªspera en sauna por PJ Harvey.
Lo mejor de la noche del s¨¢bado fue, sin duda, la extraordinaria actuaci¨®n de Soulsavers
Los conciertos al aire libre funcionaron mejor, aunque la aglomeraci¨®n fue la nota en las actuaciones de Kaiser Chiefs y muy especialmente de unos Chemical Brothers encargados de cerrar la fiesta y por eso convertidos en los aut¨¦nticos reyes de la noche con su electr¨®nica populista y su efectivo despliegue de efectos visuales.
En el apartado de los conciertos que no dejar¨¢n poso, quedaron la mayor¨ªa de las actuaciones, encabezadas por unos decepcionantes The Jesus and Mary Chain, que hicieron albergar dudas sobre la vigencia de su propia m¨²sica, densa, oscura, de aire atormentado y algo maltrecha por el paso del tiempo. Su actuaci¨®n, rutinaria, s¨®lo tuvo el valor anecd¨®tico de comprobar lo mucho que se parece Jim Reid a Robert Patrick (el malo de Terminator 2).
Por el contrario. La nostalgia respet¨® mucho mejor a unos OMD que, ech¨¢ndole narices a su actuaci¨®n la iniciaron con Enola gay y mantuvieron el tipo a lo largo de las misma quiz¨¢ porque sus canciones nunca vinieron a cambiar los destinos de la m¨²sica.
Lo mejor de la noche fue sin duda la extraordinaria actuaci¨®n de Soulsavers, quienes, encabezados por Mark Lanegan, ofrecieron un concierto de rock s¨®lido como una roca. La voz profunda de Lanegan, su gesto adusto en escena y la belleza de las composiciones, piezas instaladas en la disciplina del rock americano y apuntaladas por coros femeninos de orientaci¨®n negra, depararon los mejores momentos de la jornada. La actuaci¨®n tuvo lugar tambi¨¦n en la carpa S, pero lo temprano de la hora y la escasa popularidad del grupo permitieron al p¨²blico seguirla sin mayores problemas.
As¨ª las cosas, el Summercase se despide de su segunda edici¨®n dejando muy altas las cifras de asistencia y oblig¨¢ndose a una pol¨ªtica de contrataci¨®n muy exigente que le permita enfocar con garant¨ªas su tercera edici¨®n. La liza est¨¢ servida y el pr¨®ximo verano volver¨¢ a ser caliente.
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