El mapa real de Barajas

Cada noche Gabriel Reina sigue el mismo ritual antes de acostarse: comprueba que las ventanas de su casa est¨¦n bien cerradas. Se pone unos tapones amarillos en los o¨ªdos y s¨®lo entonces cierra los ojos. Cada 20 minutos, un zumbido hace temblar ligeramente la l¨¢mpara que cuelga de su dormitorio. Gabriel es uno de los cerca de 500.000 sufridores del ruido que provocan los aviones que aterrizan y despegan del aeropuerto de Barajas, seg¨²n c¨¢lculos de nueve asociaciones contra el ruido del aeropuerto.

Los vecinos se quejan de la mayor frecuencia de aviones que vuelan sobre sus cabezas

AENA cambi¨® las rutas en 2005 para evitar las Cuatro Torres y la 'operaci¨®n Chamart¨ªn'

Un estudio de Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) publicado hace s¨®lo dos semanas, pero con datos de hace dos a?os -antes de que la nueva terminal T-4 entrase en funcionamiento- los reduce a s¨®lo 40.000.

Seg¨²n estas asociaciones hay 34 municipios afectados por el zumbido de los aviones sobre sus cabezas. Vecinos de los municipios de Alcobendas, Algete, Arganda del Rey, Fuente el Saz, Loeches, Madrid, Mejorada del Campo, Manzanares el Real, Paracuellos, San Fernando de Henares, San Sebasti¨¢n de los Reyes, Soto del Real, Velilla de San Antonio, Torrej¨®n de Ardoz, Valdetorres del Jarama, Talamanca, Belvis del Jarama, Colmenar Viejo, Torres de la Alameda, Tres Cantos, El Molar,

Valdeolmos-Alalpardo, Coslada, Daganzo de Arriba, Valdelaguna, Cobe?a, Ajalvir, Rivas-Vaciamadrid, Fuente del Fresno, San Agust¨ªn de Guadalix, Pedrezuela, Miraflores, Bustarviejo y varias urbanizaciones de la sierra, se han quejado por sufrirlos. AENA los reduce a 16 municipios. "En muchas ocasiones el sonido que hacen no es muy alto. Pero es latente. Molesto", dice uno de los afectados. Las maniobras de despegue y aterrizaje son las m¨¢s ruidosas, pero el o¨ªdo humano percibe el ruido de los aviones por debajo de los 10.000 pies de altura (unos tres kil¨®metros).

Muchas de las protestas de estos vecinos tienen que ver con un cambio en las rutas a¨¦reas que siguen los aviones que salen de Barajas. En 2005, AENA aprob¨® una modificaci¨®n de una de esas trayectorias para que el tr¨¢fico a¨¦reo evitara los cuatro rascacielos de la ciudad deportiva del Real Madrid. Y otras previstas en la Operaci¨®n Chamart¨ªn. El pasado 14 de febrero, el director adjunto del aeropuerto de Barajas, Jos¨¦ Sanz, envi¨® una misiva a la Asociaci¨®n Contra el Ruido y Riesgo de Aviones asegurando que "las trayectorias de salida y llegada al aeropuerto de Barajas se hicieron con unos desarrollos urban¨ªsticos determinados, en concreto la Operaci¨®n Chamart¨ªn". Este proyecto est¨¢ en letargo desde hace a?os.

Ana tiene s¨®lo tres a?os y medio y padece un s¨ªndrome desde los nueve meses provocado por el estr¨¦s causado por el ruido de los aviones. Cuando los oye le entra p¨¢nico y rompe a llorar. Su padre, Ignacio, se compr¨® la casa en una urbanizaci¨®n pr¨®xima a San Sebasti¨¢n de los Reyes hace cuatro a?os. Pero en 2005, y con una elevada hipoteca que le acompa?ar¨¢ durante los pr¨®ximos 35 a?os, su vivienda se devalu¨® un 25%, porque comenzaron a pasar aviones sobre su casa, que lleva dos a?os en venta. Y la familia, desesperada.

Una situaci¨®n parecida sufren los vecinos de Tres Cantos (40.000 vecinos). Cuando en 2005 se modific¨® la ruta a¨¦rea comenzaron a sobrevolar aviones sobre el Soto de Vi?uelas (2.000 habitantes), una urbanizaci¨®n al este del municipio. "Muchos se desv¨ªan de la ruta establecida. Hemos tenido que aislar las ventanas. Por la noche tengo que cerrar todo", explica Beatriz Chill¨®n. Adem¨¢s, Tres Cantos se ha quedado fuera del Mapa estrat¨¦gico del ruido de Barajas que present¨® AENA hace dos semanas. "Pedimos son¨®metros. Miden el ruido en 24 puntos pr¨®ximos al aeropuerto y aplican los resultados a un modelo matem¨¢tico que nos deja fuera. Queremos mediciones reales. Que vengan y comprueben el ruido que hacen los aviones", se queja Chill¨®n.

En San Fernando de Henares (40.000 habitantes) ocurre algo parecido. Su alcalde, Julio Seti¨¦n, ha dispuesto una patrulla de la Polic¨ªa Municipal armada con un son¨®metro para que cada vez que un aeroplano surque el cielo sanfernandino registre el ruido que hace, fotograf¨ªe la panza del avi¨®n y abran un expediente sancionador contra el mismo. "Cuando el viento sopla hacia el sur, los aviones despegan en ese sentido, pero muchos se desv¨ªan de la ruta establecida [lo permitido es un margen de una milla]. Giran mucho antes para ahorrar combustible y sobrevuelan nuestro casco urbano. Hemos iniciado 90 expedientes sancionadores". Pero la estrategia de Seti¨¦n es meramente disuasoria, por ahora. AENA no aporta los datos de los vuelos, seg¨²n el alcalde. Y las denuncias no prosperan.

Fernando Rodr¨ªguez, vecino de Ciudalcampo, cuenta que ha realizado mediciones de 90 decibelios (db). El umbral m¨¢ximo recomendado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) es de 65 db. Y por cada tres decibelios m¨¢s se duplica la sensaci¨®n sonora. "Hay muchos intereses urban¨ªsticos detr¨¢s de esto. Los aviones han dejado de pasar por El Goloso, que apenas est¨¢ habitado para pasar por encima de los cascos urbanos", esgrime.

Otro de los municipios afectados es Paracuellos del Jarama (8.000 habitantes). Sus vecinos han notado el aumento de la frecuencia del paso de aeronaves desde que se abri¨® la nueva terminal de Barajas (T-4) en febrero de 2006. "El problema es que hacen medias con las mediciones", explica Sergio Krstic.

Para determinar el nivel de ruido que sufre una zona, AENA mide el impacto sonoro que hacen los aviones durante un determinado periodo horario. "Si a las 22.00 pasa un avi¨®n y provoca un gran estruendo, y no vuelve a pasar ninguno, AENA reparte todo ese ruido entre cuatro horas [de 19.00 a 23.00]. La media dice que el ruido ha sido muy bajo", explica Krstic.

AENA explica que el Mapa del ruido publicado recientemente no es lo mismo que la huella sonora. "Estar¨¢ lista el pr¨®ximo oto?o y recoger¨¢ datos actualizados de 2006", afirma. Un portavoz explica que en los ¨²ltimos a?os este organismo ha financiado el aislamiento de 12.000 viviendas de la zona, que fueron calificadas como afectadas en 2001. Pero AENA no facilita datos ac¨²sticos de 2006, ni tiene en cuenta de momento al resto de familias que padecen el zumbido de las aeronaves.