Hija de su padre

Por m¨¢s esfuerzos que ha hecho el Partido Popular valenciano para justificar el nombramiento como senadora, dentro de la cuota de libre designaci¨®n auton¨®mica, de una hija del presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra, es dif¨ªcil ver en la designada m¨¦rito m¨¢s relevante que ser hija de su padre. La apariencia de nepotismo salta a la vista; ni su militancia en el partido ni el hecho de estar en posesi¨®n de "todos los derechos" para acceder al cargo, como se han apresurado a se?alar sus correligionarios valencianos, bastan para desbaratarla y llevar al convencimiento de lo procedente de la designaci¨®n.

Este caso es un s¨ªntoma, si se quiere m¨¢s evidente y escandaloso que otros, del deterioro que amenaza las instituciones, fomentado desde los propios partidos, que las instrumentalizan con el mayor descaro para sus propios fines o para satisfacer ambiciones personales de sus propios dirigentes, quiz¨¢ en pago de favores o de especiales desvelos. De lo primero es ejemplo manifiesto la interinidad a que est¨¢ sometido desde hace m¨¢s de ocho meses el Consejo del Poder Judicial y de lo segundo lo es, sin duda, la designaci¨®n de la hija de Fabra como senadora.

Los senadores de nombramiento auton¨®mico son cargos de libre designaci¨®n y no de elecci¨®n popular, formen parte o no de sus respectivos parlamentos. Hay comunidades aut¨®nomas que exigen ese requisito y otras, como la valenciana, que no lo hacen. Habr¨ªa que poner el m¨¢ximo inter¨¦s, entonces, en que las personas propuestas para el Senado respondan a un perfil, tanto en lo que se refiere a experiencia institucional y p¨²blica como a su trayectoria profesional. No parece ser ¨¦ste el caso de la hija de Fabra, cuyo ¨²nico cargo p¨²blico conocido es haber sido vocal del comit¨¦ ejecutivo provincial del PP que preside su padre.

Lo m¨¢s grave del caso no es que los ¨®rganos directivos del PP hayan dado su aval al nombramiento. Tampoco lo es que el patrocinador, es decir, el padre de la nombrada, est¨¦ siendo investigado judicialmente por delitos de tr¨¢fico de influencias, cohecho y fraude fiscal, y que la instituci¨®n que preside le acabe de subir el sueldo un 10% -hasta 94.000 euros anuales- y le haya nombrado 33 asesores. M¨¢s grave es que el Parlamento valenciano haya votado ayer a ciegas ese nombramiento, dentro del paquete de senadores pactado entre los partidos: tres para el PP y dos para el PSOE. Cada vez es m¨¢s urgente, por ello, que los nombramientos institucionales, independientemente del ¨¢mbito en que se produzcan, pasen por el tamiz de un examen previo, donde se analicen m¨¦ritos y capacidades y se ponga coto a maniobras de utilizaci¨®n particular del cargo p¨²blico y no en beneficio del ciudadano.