"La gota que colm¨® el vaso"
Seg¨²n los canales, se ha incumplido la promesa de luchar contra el dopaje
"La gota que colm¨® el vaso", seg¨²n los portavoces de los canales de televisi¨®n p¨²blica alemanes ARD y ZDF. Ambas, en un hecho sin precedentes, anunciaron ayer la suspensi¨®n de las retransmisiones en directo del Tour tras conocerse por la ma?ana el positivo del ciclista alem¨¢n Patrik Sinkewitz, del tambi¨¦n alem¨¢n equipo T-Mobile. Tanto Bernhard M?llmann, de la primera cadena ARD, como su colega de ZDF, Thomas Stange, subrayaron que el caso podr¨ªa dar la puntilla a la credibilidad de este deporte. En palabras de M?llmann, de confirmarse el positivo por testosterona en una segunda prueba "significar¨ªa que los equipos ciclistas han incumplido su compromiso de atajar el dopaje en sus filas".
Es la segunda ca¨ªda de Sinkewitz. El ciclista se encuentra en un hospital de Hamburgo tras un accidente que le caus¨® serias lesiones en el cr¨¢neo. La agencia de noticias alemana DPA inform¨® de que Sinkewitz conoci¨® las acusaciones minutos antes de acceder al quir¨®fano. Seg¨²n DPA, el corredor pregunt¨®: "?Yo? ?Por qu¨¦ yo?". Y explic¨® a los periodistas que no pod¨ªa ocuparse del asunto por ahora. Mientras no lo haga y no se constate su inocencia, ARD y ZDF renunciar¨¢n a las emisiones diarias.
Ambas cadenas compartieron desde 2000 el seguimiento en directo da cada etapa. La popularidad de la carrera en Alemania fue tradicionalmente menor que en pa¨ªses como Italia o Espa?a, hasta que en 1996, y para sorpresa de todos, qued¨® segundo el hombre que har¨ªa del ciclismo profesional un deporte de masas en Alemania, el fen¨®meno Jan Ullrich. En 1997, los alemanes pudieron ver en directo su maillot amarillo en Par¨ªs gracias a ARD, que retransmiti¨® las ¨²ltimas etapas de aquel a?o. Desde entonces, los equipos de la televisi¨®n p¨²blica alemana han contribuido decisivamente a la fama del ciclismo, a la de Ullrich y a la del uniforme rosa del Telekom (T-Mobile desde 2003). Millones de espectadores disfrutaron durante los veranos siguientes de los esforzados segundos puestos de Ullrich, a quien Marco Pantani y Lance Armstrong no le permitieron repetir su haza?a de 1997. Hasta la fecha ha sido la ¨²nica victoria de un alem¨¢n en el Tour.
Hoy, tras las confesiones de los veteranos Rolf Aldag, Udo B?lts y Erik Zabel y el descubrimiento de una trama de tratamientos con EPO que llen¨® portadas deportivas durante meses, ciclismo, Ullrich y T-Mobile suenan en Alemania a dopaje. Todos bajo sospecha.
Ullrich abandon¨® el ciclismo profesional en febrero. Ayer, el portavoz de T-Mobile se plante¨® en p¨²blico la posible supresi¨®n del equipo ciclista. En cuanto a los que no dejan que el dopaje les amargue el ciclismo, podr¨¢n seguir inform¨¢ndose a trav¨¦s de los programas deportivos y los noticieros de la televisi¨®n p¨²blica. ARD y ZDF seguir¨¢n dando puntualmente las noticias del Tour. Pero en diferido. Un varapalo para un deporte cuyos ingresos pasan exclusivamente por la difusi¨®n de las firmas comerciales que les patrocinan.
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